ʟᴀ ᴄɪᴛᴀ ➳ [ ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ ]

ÚNICO CAPÍTULO

No quiero que llegues.

Sé que soy yo quién te ha citado. Sé que soy yo quién ha llamado tu atención para poder tener una sola noche contigo. Sé perfectamente que soy yo quién te ha engatuzado pero aún así no quiero que llegues. Soy patético, lo sé, pero no quiero.

Me niego.

Cuento no solo los minutos, si no también los segundos. Son las ocho más diez y no te has dignado a aparecer aún. Tenías que estar aquí cuando el relou marcara las ocho, pero al parecer ya no llegarás. Suspiro aliviado. No sabes cuánto me alegro de tu decisión, pues siento que todo ha sido producto de mis estúpidos celos y mi maldita inseguridad. Estoy a punto de pararme para irme a ser feliz a tu lado, mas la vida está en mi contra. Me hace sufrir al escuchar el sonido de alguien tocando la habitación de aquel lujoso hotel.

Mi corazón se rompe en mil pedazos.

Abro la puerta. La luz de la luna llena que entra por la ventana, llega a tu rostro y alumbra tus bellas facciones. Esos ojos que tanto he amado y por los que tanto luché, esos labios que siempre he adorado y por los que tanto rogué y ese rostro tan perfecto que tienes aparece de pronto frente a mí. Son las ocho con quince y deberías estar descansando en tu hogar, con tu hijo, con tu familia. Pero JiMin, estás aquí, entrando a una habitación dónde se encuentra un desconocido que te ha llamado incesantemente para encontrarse contigo y poder darle así, rienda suelta a un amor ilegal. Solo ha bastado un par de palabras bonitas tiradas al viento, sin ninguna promesa de por medio, para que lograras aceptar esta cita.

¿Tan fácil ha sido ganarme tu confianza?

—Pasa y siéntate —digo con voz calmada.

¿Has reconocido ya mi voz?

Prendo la luz de la habitación y entonces me ves. Tus pupilas se dilatan y tus bellos labios se abren separándose un poco. El asombro en tu boca y tus ojos solo demuestra una cosa. Tiemblas. Avanzas tres pasos y quedas parado frente a la cama, tratas de decirme algo, pero callas. ¿Te has quedado sin palabras? ¿O solo quieres actuar?

—Tranquilízate —digo mientras caes sentado a la cama que hpy compartiremos juntos.

—Jung-JungKook... —tartamudeas mi nombre. Ese nombre que suena tan delicioso saliendo de tus labios.

Traes puesto una vestimenta no adecuada para ti. Eres el señor Jeon JiMin, esposo de Jeon JungKook. Un señor respetable, de sociedad, con un apellido y un nombre que debes mantener limpio. Más lo que llevas puesto encima, tan provocador y tan excitante, hace que te veas como un mocoso de universidad. ¿Dónde ha quedado el respeto por tu familia? ¿Dónde ha quedado el abnegado padre de un pequeño niño que debe estar preguntándose dónde se metió papá?

—Tranquilízate JiMin, al fin y al cabo ya estás aquí, qué más te da —te sonrío.

Quiero ser amable contigo, tratar de entenderte, pero no puedo. Me duele JiMin, me duele más de lo que imaginé. Toda la rabia que he sentido en todo este tiempo, finalmente se ha reducido a puro dolor.

—JungKook, yo... Yo... Por favor, déjame explicarte.

¿Qué deberías explicarme JiMin? ¿Qué podrías decirme luego de que has llegado a verte con un desconocido? No le encuentro sentido a lo que has hecho. No lo entiendo. Y aunque tus acciones me presentan tu verdad sin necesidad de que me digas palabra alguna, mi corazón idiota se niega a aceptarlo.

A aceptae que me estás engañando.

Pierdo la calma. Estoy furioso, pero no te haré daño.  Nunca podría hacerte daño JiMin, sólo seguiré tu juego hasta que te canses de jugar. De repente yo tambien estoy cansado de este estúpido juego.