«te soñé ft. hunhan»

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dedicado a: todas las personas que estén pasando por su primer corazón roto. Porque el tiempo cura las heridas si ustedes le ayudan también.

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Te soñé.

A mitad de la madrugada, en medio de la lucidez y la inconsciencia, entre las frazadas cálidas y los primeros rayos del día entrando por la ventana, te soñé.

¿Por qué tienes que ser tan nefastamente oportuno en el momento menos indicado?

Tal vez podrías comenzar a aparecer cuando estoy decidido a olvidarte. Deberías. No es así.

Es tan tuyo... eso de romper la cortina de la indiferencia cuando los recuerdos que tuvimos juntos envenenan la memoria.

¿Por qué tienes que respirar alrededor mío cuando más necesito olvidarte?

Te soñé.

Te soñé y los recuerdos se expandieron como una pandemia, en manada, como se expande la droga por las venas del adicto. Dato curioso es el hecho de que no se agazaparon de golpe; más bien, fueron de a uno en uno, de "te amo" a "si te dijera que imagino más cosas hermosas contigo, ¿me creerías?", de "Soy Oh SeHun" a una sonrisa, una mirada y un "Soy LuHan", de "¿escuchaste? Eso significa que eres arte" a "de todas formas sabes que sigues siendo alguien muy especial para mí, ¿verdad?". Cada uno saliendo a flote, fueron proyectados en mi cabeza de a poco a lo largo del día, de a poco, después de que te soñé. 

Te soñé.

Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda y más mierda.

¿Por qué?

¿Por qué te soñé?

Tu maldito recuerdo es igual de oportunista que tú. Es algo que hasta me hace reír. Hace que suelte carcajadas por horas, al menos hasta que las lágrimas logran ahogarlas.

¿Por qué sigues acá, amor?

¿Por qué no dejas de atormentarme?

¿Por qué no dejas de hacer que mi corazón palpite como si fuera a salir del pecho?, ¿por qué?, mierda, ¿por qué no dejas de hacerme sentir como si todo fuera nuevo otra vez?

Te soñé.

Llevabas la campera verde que tanto te gusta, esa misma que usaste cuando nos vimos ayer, tenías tus zapatillas vino y estabas igual de guapo que siempre, con las mismas facciones delgadas, la nariz respingada y la mirada de quietud. No obstante, sí que había algo distinto. Aún no te cortabas el cabello.

Supongo que en mi iluso inconsciente una pequeña parte de ti aún me pertenecía mientras que mantuvieras esa porción de cabello rubio -accidental- intacta. Ya ni siquiera recuerdo si alguna vez te dije lo mucho que me gustaba tu cabello o lo mucho que me gustaba pronunciar tu nombre y sentir cada sílaba deslizarse entre mis labios. LuHan, LuHan. La lengua rozando los dientes frontales ligeramente: Lu, luego la boca abriéndose como si fueses a empañar un vidrio para escribir "amor" sobre él: Han.

LuHan, amor...

Cuando KyungSoo dijo que habías decidido cambiar tu estilo por completo creí que me estaba gastando una broma, pero entonces te vi, (por más que no quisiera), y tuve que atenerme a la realidad como mejor pude para que esta no me llevara por delante.

Te soñé «hunhan»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora