Capítulo 3: Escandalo en Madrid.

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-Phil el disfraz y el maquillaje que le has dejado a Sherlock es buenísimo. Phil es el actor que conocimos cuando tuvimos el caso del Estudio Escarlata.

-Ya se lo dije, en mis manos podría pasar por un especialista en el mundo de los actores hasta los más novatos.

-Nunca pensé que Sherlock pudiera pasar por una mujer.

-Lo que me extraña que no te dejara a ti arreglarte para hacer este caso.

-En teoría solo acepto el caso para entretenerse.

-Pero eso no quita que tú hubieras sido mejor...

-Ya están llegando las invitadas de honor- pulse el botón del intercomunicador -culito de fresa, aquí vista de águila, las hadas van al capullo, ponle una excusa al capullo y ve al baño de hombres al cubículo donde pone averiado, allí te he dejado una bolsa con ropa de cambio y quita maquillaje que también no ha dejado Phil. Después de decirle eso vemos desde donde estamos como se levanta de la mesa para hacer lo que le dije.

-Las chicas y la mujer son todas esas mujeres que están entrando.

-Sí, ahora relájate y disfruta del espectáculo.

-¿Te divierte hacer este trabajo?

-Se puede decir que sí, desde conozco a Sherlock mi vida ha sido, ju, no sabía cómo denominarlo, porque aunque hayamos hechos casos locos me lo he pasado muy bien.

-¿Entre él y tu...?

-Amistad, él y yo solo somos buenos amigos que nos cuidamos mutuamente. Nada más de decirle eso entre los dos se creó un silencio.

El silencio no se rompió hasta que llego Sherlock con la bolsa y muy sonriente.

-¡Ufff! Se ha montado una entre todas esas mujer.

-Sherlock ¿Quieres algo antes de irnos a Baker Street?

-Sí, el cuerpo me pide algo dulce.

Este suceso ocurrió días antes de que me fuera de viaje a mi país ya que por asunto de unas estúpidas reuniones de antiguos alumnos tuve que volver por unos días. Lo único bueno es que durante esos días la pase con mis seres queridos.

-Buenas noches señora Hudson. Dije nada más pisar el umbral del 221B.

-¡Oh! Querida pero si estas totalmente empapada.

-Sí, empezó a llover justamente cuando buscaba un taxi para venir- me quite la chaqueta mojada y cogí la toalla que me ofreció la señora Hudson -la hora que es seguro que iba a subir la comida para comer.

-Vienes con ganas de comer por lo que veo.

-Ganas de comer y cansancio.

-Te llevare algo y veré si ahora que has vuelto él también quiere comer.

-¿No ha comido?

-Desde que te fuiste volvió a su rutina de comer poco.

-Iré a hablar con él.

-Vale, yo iré a prepararos algo.

Subí las escaleras hasta llegar a la sala encontrándole sentado junto a la chimenea serio e inmóvil. La habitación estaba helada ya que tenía una ventana abierta.

-Sherlock ¿Estas tonto o quieres ponerte enfermo? Mira que dejar la ventana abierta, la cerrare antes que pillemos un refriado- rápidamente la cerré, al hacerlo vi que de una de las gavetas de la mesita se encontraba abierta y dentro una jeringuilla -¿En serio? Sherlock por favor dime que esto no es lo que creo que es.

Poniendo un sociopata en mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora