Capítulo 9. Fiesta en casa.

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El fin de semana anterior al martes en el que le contaría a mi psicólogo que veía a los fantasmas de mi familia, volví a presenciar dos apariciones. Por una parte asustaban porque aunque fueran mi familia, las personas que más quería, verlos de nuevo después de su muerte resultaba aterrador y era una sensación rara, pero por otra parte, saber que seguían conmigo de alguna manera u otra, me reconfortaba por dentro. Me sentía más segura al saber que ellos estaban cerca de mí y que me iban a cuidar en todo momento. Y sobre todo fue ese sábado por la noche cuando sentí cómo se preocupaban por mí y cuánto me querían a pesar de estar solamente presentes en alma y no en cuerpo.

Ese fin de semana los padres de Niall se fueron a otra ciudad de Irlanda por cuestión de trabajo, realmente mi tía iba de acompañamiento ya que no le gustaba estar un fin de semana entero sin Brian. Niall, tras preguntar a sus padres, montó una gran fiesta de fin de exámenes en su casa el sábado por la noche a la que acudieron muchos amigos suyos y gente que no era tan amiga, pero los invitaba para luego ser un poco más popular en la ciudad y en la Universidad, como a él le gustaba. Yo me quise mantener al margen de la fiesta, no quería estar con gente a la que no conocía o que habían sido amigos míos en sus tiempos, así que me quedé en mi cuarto escribiendo canciones sin música, simplemente la letra. Yo, al igual que Zayn, adoraba cantar pero había algo que nos diferenciaba, componer era algo que se me daba genial y a él no, sin embargo, no volví a tocar ninguna guitarra ni ningún piano desde la muerte de mi familia. A parte de que los dos instrumentos se habían quemado durante el incendio, si volviera a sentarme junto a una guitarra o piano, muchos recuerdos de cada uno de los miembros de mi familia me vendrían a la cabeza y no lo soportaría.

Conforme se iban acercando las diez de la noche, se oían más voces abajo y más difícil se me hacía centrarme en la canción triste que escribía en ese momento. Entonces, alguien encendió la música y subió tanto el volumen que me hizo chillar y tirar el cuaderno. Varias hojas sueltas se dispersaron por el suelo de la habitación y, mientras me desahogaba con lágrimas de frustración, oí cómo esas hojas se movían. Levanté la mirada y vi cómo el cuaderno estaba bien cerrado y colocado sobre la cama, lo que hizo que inmediatamente soltara un grito. Desvié la mirada de un lado a otro en busca del fantasma de alguien de mi familia y cuando empezaba a pensar que ya se había marchado, vi una sombra reflejada en el cristal de la ventana.

-               ¿Mamá? –pregunté.

Todo lo que me pasaba me parecía surrealista, hubo un momento en el que llegué a pensar que la ausencia de las drogas en mi cuerpo me habían vuelto loca. Entonces, la sombra asintió y me puse a llorar de alegría.

-               Te quiero mamá, te quiero mucho.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando una mano invisible me acarició la mejilla. Recordé que mi madre siempre me acariciaba de esa manera cuando me arropaba en la cama y me daba las buenas noches, entonces le decía que le quería y ella me respondía que ella me quería mucho más. “¿Cuánto más me quieres mamá?” le preguntaba cuando tenía seis años. “¿Ves esas estrellas Mariluz? Parecen que estén cerca pero en verdad están muy lejos y yo te quiero tanto como la distancia de aquí a ellas” me respondía haciéndome sonreír.

Recordar que muchos de esos momentos tan especiales para mí habían sucedido en nuestra casa en Mullinghar me hacían llorar, los echaba de menos.

Varios gritos de alegría me hicieron volver en mí y me asomé a la ventana a ver si era capaz de descubrir qué estaba pasando. Un repartidor de pizzas se alejaba de la casa para volverse a acercar unos segundos más tarde con otras cuantas cajas más y entendí que la alegría se daba a eso mismo: a las pizzas.

Los gritos y la música alta me empezaban a agobiar y marear por lo que decidí abrir la ventana de par en par y sentarme en el alfeizar. Un aire frío me golpeó en la cara y me espabiló, pensaba que si no finalizaba la fiesta pronto me desmayaría en cualquier momento, pero acababa de empezar y no terminaría hasta tarde.

De repente el volumen de la música disminuyó como si alguien hubiera escuchado mis plegarias y sonreí para mí misma, pero un grito me hizo girar la cabeza hasta todas las personas que me observaban desde el jardín.

-               ¿Estás loca? –gritó mi primo-. ¿Es que quieres matarte, o acaso quieres ser el centro de atención como siempre?

Puse los ojos en blanco, ¿es que no pensaba dejarme en paz? Simplemente tomaba el aire en la ventana y era consciente de lo peligroso que era sentarse en el alfeizar, pero para un niño no para mí. No podía hacer algo sin que me vigilaran, me controlaban como si fuera una niña pequeña que cometía muchas travesuras.

-               ¡Niall, métete en tus asuntos! –respondí en español.

Le saqué la lengua burlonamente, le enseñé mi dedo corazón moviéndolo de un lado a otro y me metí en la habitación.

-               Eres una maleducada –gritó una voz desconocida.

Tuve tiempo de asomarme de nuevo y descubrir al chico que me había gritado eso. No fue difícil de encontrarlo entre la multitud porque estaba en primera fila junto a mi primo y, cuando asomé la cabeza de nuevo, aún le pude ver con las manos alrededor de la boca. Los dos jóvenes chocaron las manos fuertemente de la forma en la que lo suelen hacer los chicos, como dándose felicitaciones el uno al otro por haberme gritado y haber conseguido que me entrara.

La rabia me invadió por dentro mientras el volumen de la música aumentó hasta el máximo. Tenía que buscar la manera de vengarme de mi primo y del chico de tatuajes con pelo castaño y algo largo, aunque primero tuve que descubrir quién era ese chico. Sabía que ellos solamente se habían reído de mí, y que eso no era algo de lo que tener que vengarse, pero no soportaba la idea de que lo habían hecho delante de muchas personas y además, me apetecía reírme un poco a mi también

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Hola personitas que leéis mi novela, estaba pensando que aún no os he dicho quién es el chico protagonista y que no lo sabréis hasta el próximo capítulo, el 10. Yo creo que pensando, pensando podéis llegar a la conclusión de quién es, ya que os dije que es un miembro de One Direction y en este capítulo he mencionado dos aspectos respecto a su físico. Pero bueno babys, que dentro de unos días ya lo sabréis eeeh y ya no os haré sufrir más jejeje Muchas gracias por leer, adiós xx

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Wild Heart. {Tommo's fanfic} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora