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—Yeah, you know man... We are in love and love always wins.

Ya sabes hombre... estamos enamorados y el amor siempre gana.

—Oh, this is so sweet... and I'm in love with you! Thank you so much and I wish you the best in Lisboa guys!

Oh, esto es muy dulce... y yo estoy enamorado de vosotros! Muchas gracias y os deseo lo mejor en Lisboa chicos!

Ambos sonrieron y dijeron adiós con la mano mirando a cámara. Esa era la última entrevista de la mañana, según su horario, ahora podían descansar una media hora antes de ir a comer. Un chico de la organización los indicó como podían llegar al reservado de los artistas y ellos siguieron sus indicaciones: tenían que cruzar el kilométrico pasadizo y luego girar a la derecha.

Cuando empezaron a andar por ese pasadizo, que parecía sacado de película de terror, se aseguraron que no había nadie alrededor antes de empezar a hablar.

We are in love... —dijo ella con tono burleta imitando su acento—. Deberías cambiar ya el puñetero discurso, ¿no?

—Ah, lo siento si te molesta —dijo picándose él—, pero yo por lo mínimo intento "promocionar" nuestro mensaje.

—Claro –contestó alargando la letra a—, ahora la culpa es mía por no gritar a los cuatro vientos lo mucho que te quiero, que eres el amor de mi vida y que vamos a ser felices toda la vida, que nos vamos a hacer un tatuaje conjunto y ah, que hemos decidido criar nuestros peques en una casa a la montaña con cuatro perros y un gato.

—Yo prefiero que sea en la playa...

—Pues yo prefiero que sea lejos de ti —murmuró ella sabiendo que él lo había sentido perfectamente.

—Mira, ahora podemos descansar del otro durante un rato —dijo él ignorando su comentario—. Así que propongo que ambos nos calmemos porque nos espera una tarde intensa y noche muy dura, y lo sabes.

—Tienes razón... —se calmó ella pero luego prosiguió—. Tenemos que aguantar así menos de un mes. Tu sigue con tu típico discurso de que estamos enamorados, yo seguiré dando palmas y sin darnos cuenta, tu estarás haciendo tu disco y yo viviendo mi vida.

—O saliendo de fiesta...

—O ligando con alguien mej... —murmuró de nuevo bajito pero esta vez, no pudo terminar la frase. Sabía que a él este comentario le había sentado como una jarra de agua fría pero a ella le había dolido incluso más. Estúpido impulso de hablar antes de pensar.

Siguieron unos pasos más en silencio hasta que él volvió a hablar.

—En un mes todo habrá terminado

—En un mes puede que todo salga a la luz

—En un mes ya no habrá más nosotros...

—Alfred —se quedó quieta mirando al suelo. Esperó a que él se diese cuenta de que no estaba andando a su lado para contestarle—. Hace ya días que realmente no existe un nosotros.

—Lo se —contestó. «Y esto duele». Amaia había levantado la cabeza y le estaba mirando fijamente a los ojos pero fue él el que desvió la mirada y volvió a emprender el paso. Oyó que ella también se movía pero esta vez se quedó detrás suyo.

Siguieron andando en silenció, ya habían tenido suficiente acción por un buen rato. Tal como el chico les había dicho, a mano derecha encontraron la sala donde les esperaban Ángela y Chus, hermana de Amaia y madre de Alfred, que esta vez, les habían acompañado en su viaje.

—¿Cómo ha ido chicos? —pregunto Ángela rompiendo el hielo una vez estuvieron dentro.

—Bien, bastante bien la verdad —contestó Amaia—. Creo que no han sospechado nada de nada.

—Este es el plan... —añadió Alfred.

Ángela tenía la misma manía que tenía su hermana de morderse el labio. La joven no se podía llegar a imaginar lo que debería estar sufriendo su hermana esos días. Romper con tu pareja, tener que trabajar con él y encima aparentar enamorados para todo el mundo no era tarea fácil ni mucho menos cómoda.

—Lo estáis haciendo muy bien, tranquilos —les calmó Chus—. Aun que lo vuestro bueno... quiero decir, que a nivel amoroso hayáis tenido problemillas...

—Mama, aun que lo nuestro no haya funcionado, eso es lo que quieres decir, no te enredes... —la cortó Alfred el cual estaba con la vista perdida en la pared blanca que estaba delante suyo.

—Eso, vamos... —Chus suspiró antes de seguir—, que aún os podéis llevar un recuerdo bonito de todo esto. Sois privilegiados, estáis viviendo una experiencia única a en la vida y que algún día recordareis todo esto con mucho cariño del mundo.

«1016 cariñazos» pensó sarcásticamente Amaia. Sonrió ante las palabras de la que durante un tiempo, breve pero intenso tiempo, fue su suegra.

—Lo que quiero llegar a decir es que es mejor que viváis todo esto mejor siendo amigos que enemigos —concluyó la madre—. Por vuestro bien.

—Pienso como ella chicos —añadió Ángela colocándose al lado de su aliada. Estaba a punto de seguir con su discurso cuando un portazo resonó por toda la sala. Alfred no había podido más y se había marchado ante las palabras de su madre. Ángela y Chus se habían quedado boquiabiertas ante tal acción mientas que Amaia se había limitado a tirarse en el viejo sofá de la sala.

—Os pido perdón en su nombre —balbúcelo Chus y con un rápido movimiento cogió su bolso y se encaminó a buscar a su hijo.

—Chus —la interrumpió Ángela antes de que esta abriera la puerta de la sala—. ¿Puedo ir yo? Por favor...

Amaia desvió su mirada del techo y miró a su hermana abriendo los ojos como platos. No entendía nada.

—Ángela, creo que...

—Por favor Chus.

—Chus —las dos mujeres giraron la cabeza rápidamente para contemplar a la joven que se había incorporado en el sofá. Tenía la cabeza cabizbaja escondida entre sus dos manos—. Déjala, por favor.

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¡Hola a todos! Creo en el destino y creo que el hecho de que tu estés leyendo esto no es casualidad así que quiero darte las gracias por aportar tu granito de arena en mi nuevo proyecto. ¿Cuando publicaré? Cuando tenga capítulo e inspiración. Puede ser que en una semana publique mucho y en otra no tanto... la vida es así: irregular.

¿Cómo ha surgido la idea? Harta del drama que se esta generando actualmente he pensado, si quieren drama, yo daré drama. Todo lo que escribo esta siempre la intención de escribirlo des del respeto y cruzando los dedos de que nunca mis palabras se conviertan en realidad.

Si me queréis hacer feliz, podéis dejarme mensajes aquí abajo: ya sean mensajes bonitos, recomendaciones o propuestas. Vuestras palabras me pueden alegrar el día.

¡Muchas gracias por todo y que empiece la aventura! 

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