-¿Ya se ha ido Luhan?
Preguntó Baekhyun media hora después de que el antes mencionado me dejase sentado en el sofá mientras contemplaba cómo se marchaba. Rápidamente me incorporé, dando gracias por haberme adecentado segundos antes.
-El señor Lu, sí, hace un rato, ¿no le has visto salir?
-Lo siento Sehun, estaba tomándome un café.
-Olvidaba eso. -Le sonreí ligeramente, teniendo pequeños flashbacks de cómo este pequeño por la mañana en los fines de semana suele hacerse una bolita en el sofá con una taza más grande que su cabeza, llena de café con leche. Sacudí la cabeza-. Aún así, no es hora del descanso, deberías haber estado vigilando, ¿y si entra alguien sospechoso? ¿Tienes idea de lo qué podrían haber robado? -Me miró girando la cabeza cómo un cachorro, lo que me hizo añadir-. O podrían haberte hecho daño...
-Estoy bien, Sehun... Hay gente vigilando las cámaras, deberías saberlo, es imposible que pase algo.
Eché aire con lentitud, para que no me oyera, a la vez que me sentaba. Estaba demasiado frustado en ese momento. Sólo me dediqué a asentir y mirar hacia la pila de papeles que se esparcía por mi mesa, aunque no tardé mucho en notar la presencia de Baekhyun detrás de mí, para después sentir sus manos pequeñas masajear mis hombros. Me revolví un poco, colocándome bien el traje y la corbata de tal manera que no pudiese ver las marcas moradas que había dejado Luhan por todo mi cuerpo, a estas alturas, me extraña que no haya grabado su nombre en alguna parte o algo así.
-¿Por qué estás tan tenso, cariño? Ha sido culpa de Luhan, ¿verdad? ¿Ha pasado algo? Se le veía súper celoso por mí, ¿se ha vuelto a arrastrar? -preguntó con una ligera sonrisa, acariciando mi pelo y inclinándose para aspirar su aroma-. Agh, odio su colonia en serio, se ha esparcido por todo tu despacho.
-No, no ha sido culpa de Luhan -respondí seco. Me ponía de los nervios que se llevasen tan mal-. El señor Lu es un cliente más, Baekhyun, y la verdad, no me extraña que se quejase por su dinero, yo también lo haría. Y no te preocupes, cuando lleguemos a casa me ducharé, realmente necesito una hoy, estoy estresado, Baek.
-¿Por qué le tratas de señor? Después de todo lo que ha pasado con él, de lo infantil que se ha comportado... Dejó de gustarte, ¿recuerdas? Tú mismo me contaste que no podías hacer nada con él porque no te excitaba. Pero claro, ahora entra cómo el hipster que es, con un cuerpo mucho más vivo que antes, te trata de Señor Oh, y se te cae la baba, ¿verdad? Deberías aprender a disimular tu mirada, Sehun, estoy harto. -Alcé la mirada, creo que hasta él se dio cuenta de cómo mis fosas nasales se expandían aunque lo hice aún más obvio cuando me pasé la lengua por el interior de mi mejilla.
-Baekhyun, hablamos en casa, no quiero explotar y decir algo que te pueda hacer daño, por favor, vuelve al trabajo.
Rodó los ojos una vez más y caminó hacia la puerta, contoneando sus caderas cómo siempre hacía antes de cerrarla con más fuerza de lo normal. No sé si se merece que le trate así, pero Luhan nunca le ha hecho nada para que le tenga tanta rabia, considero que los dos son muy atractivos, pero existe cierta posibilidad de que se tengan celos o algo, a veces me recuerdan a dos animales peleándose.
A la hora de la cena me las ingenié para ablandar un poco a Baekhyun haciéndole su comida favorita acompañado de un delicioso mochi relleno de helado. Con esto había conseguido que me hablase, pero seguía de morros mientras veíamos una comedia romántica de esas que te hacen vomitar arco irís.
-¿Está bueno? -le pregunté, sonriendo un poco ahora que ya estaba más relajado. Había conseguido ducharme sin su compañía, lo cuál agradecía porque hubiese visto toda mi espalda y las cosas habrían terminado fatal... No quiero que se entere de ese modo, al menos. Y tampoco se dio cuenta del pijama con cuello alto que llevaba, en parte porque se qué le gustaba cómo este se adhería a mi pecho y no dejaba nada a la imaginación.