La Vida Con Molly. ||Justin Bieber||

Capítulo 25: La has jodido.

"¿cómo dejamos que esto se nos fuera de las manos? Estábamos tan enamorados y luego lo perdimos todo, y ahora se ha terminado" -Goodbye, NF.

Derek.

—Esta vez si las jodido hasta el fundo, Bieber —dije mientras nos alejamos de la casa de Molly llena de paparazzis.

—Demonios —el chico golpea la guantera con rabia y frustración.

Lo entiendo, pero no tiene que destruir mi auto.

—Hey, colega, sin destruir a Wanda —Justin me mira e ignora lo que dije.

—Esta vez sí la he jodido, Derek. Ella nunca va a perdonarme esta —y no dije nada, porque hasta yo lo creo.

Él me mira y en su mirada vi que él esperaba que le dijera lo contrario, pero mi fuerte no es mentir.

—Vamos a por un trago —conozco el lugar perfecto para que Justin se tome un trago sin tener que darle cuentas a nadie. Creo que él necesita un trago pero ya.

En el auto no encendí la radio porque creo que lo que él necesita ahora mismo es silencio y organizar sus ideas. Es duro saber que perdiste a la chica que quieres. Después de conducir unos minutos me estaciono en la parte trasera de mi bar favorito. Damon's.

—Aquí puedes ahogar tus penas en alcohol. Hoy conduzco yo —le muestro las llaves del auto y entramos al lugar.

Está como la última vez, con luces oscuras y música vieja; los mismos clientes tomando las mismas cervezas. Hay chicas en el fondo tomando sus bebidas ignorando el hecho de que acabamos de llegar.

—Hey, Bob —me acercó a la barra y saludo al dueño del lugar—. Este es Justin y necesita pegamento para volver a unir a su corazón —Bob llama pegamento al vodka combinado con whisky. Es lo que él llama: "la cura para un corazón roto".

Bob asiente y lo prepara.

—¿Y cómo está Marta, Bob? —Marta es la única hija de Bob, es una belleza.

—Estudiando, amigo. Está haciendo esta mierda de la mejor manera. Me gusta que no este siguiendo mis pasos —Marta es un ángel, demasiado buena para cualquier persona que conozca. Bob es un ex combatiente de la guerra y al salir de esa mierda rara montó este bar. Su hija lo ayuda a veces, pero ella no quiso seguir con el legado y se fue a estudiar Leyes en la universidad.

Justin y yo nos sentamos y Bob le da su trago y a mí me da una cerveza.

—¿Crees que me perdone? —pregunta, y en su tono parece agobiado.

—No lo sé, hombre. Molly es un poco rara —sé como es Molly, pero no puedo decirle eso. Esa es su mierda, no la mía.

—¿Por qué estás conmigo y no con ella? —pregunta aún mirando su vaso que tiene entero en las manos.

—Porque ella lo quiere así. Ella sabe que no tienes a nadie en este momento y no quiere que estés solo. Eso me dijo cuando me llamo. Me dijo que no te dejará solo, aun si tu me lo pides —me tomo un trago de cerveza y lo miro, tratando de ver lo que Molly vio en él. Tratando de ver como es que ella aun cuando él la lastimó sigue preocupada por él.