Diez Noches Para Olvidarme

Capítulo IV

Quise mirar a quién me estaba agarrando,pero me sugetaba tan fuerte que no era capaz.Pataleé con fuerza y sorprendentemente no hizo ningún movimiento brusco al revolverme.Le mordi la mano con la que me tapaba la boca pero su piel era demasiado aspera y dura.Eso me recordo a una cosa...Estefan.No había venido a la pelea,me parecío bastante raro.Deduje que era una mujer la que me agarraba,ya que sus uñas eran largas y estaban pintadas de un color rojo ardiente.Su piel era morena,pero tenía muchas cicatrices.Me arrastraba sugetandome por la cintura y por la cabeza.Intente quitar su mano de mi boca,pero era mucho más fuerte que yo.Lo más raro era que su sangre no olía a nada,no tenía olor amargo ni dulce.Simplemente no tenía olor.Lo que me hizo pensar en que si tenía sangre.Trague saliva,no hice nada.Deje que me arrastrase sabiendo que ella era más fuerte.

No habló,solo me arrastraba.Entonces paró junto a un arbol.

-Salid,la encontre-su voz era de chica joven.Del bosque salieron tres hombres encapuchados con togas rojas.

Empece a respirar irregularmente,¿Que me iban a hacer?Un hombre caminó hacía nosotras y me agarró sustituyendo a la mujer.Fue tan rápido ese cambio que no me hubiese dado cuenta de no ser por las manos.La mujer,también encapuchada y con una toga,se puso en frente mia.

Yo la mire asustada.Lentamente,deslizó su capucha hacía atrás y me permitió verla.Lo primero que vi fueron sus ojos,eran verdes pero tenían un color rojizo.Su pelo pelirrojo le hacía bucles hasta la cintura.Era muy delgada y baja.Tenía cara de adolescente pero sus ojos demostraban que tenía más años.Era hermosa,cualquier hombre caería en sus brazos.Tenía expresión seria.

-No tengas miedo de nosotros-habló ella-Somos como tú,también somos híbridos-ella miró al hombre quién me sugetaba-Quita la mano,no creo que grite-sentí que el hombre asentía y apartó la mano de mi boca.

-¿Por qué me habeis llevado de allí?-pregunte.Ella me miró y sonrió sin gracia.

-Porque eres una de nosotros y debes juntarte con nosotros-explicó.

-Mi hermano es un hombre lobo,mi madre también lo fue.Tengo que estar con los licantropos-ella negó con la cabeza.

-No,tu eres diferente a los vampiros o a los hombres lobo.Eres como nosotros.No puedes negarlo,son así las reglas.Si no,no creo que te guste que te maten quemandote-un escalofrío me recorrió en el cuerpo-Soy Elizabeth,primera híbrida en la historia.Tengo setecientos años,estos son Marco-señalo al que me estaba agarrando-Sebastian-señalo el de su derecha-y Felipe-señalo el de su izquierda.Todos iban encapuchados y no podía verles la cara.

-Sueltala-la voz de Estefan sonaba furiosa.Elizabeth miró detrás mía y enarcó una ceja.Quise mirar pero me tenían fuertemente agarrada.

-Deberías estar con los licantropos,Estefan.No te conviene estar con nosotros-lo decía como si regañara a un niño de cinco años.Escuche los pasos de Estefan dirigiendose hacía nosotros.Gire la cabeza para verle.Casi me había olvidado de sus ojos esmeralda,ahora enfadados.Tenía un aspecto más mayor,parecía que los hombros los tenía más anchos y los brazos mas fuertes.Tambien parecía más alto,más o menos como Dylan.Llevaba una camiseta gris rota por las mangas y unos vaqueros gastados.Estaba tan hermoso como siempre,tanto que dolía.

-Y tu deberías cerrar el pico-masculló él.Elizabeth resopló.

-No estoy de humor para tus niñerias.Vete-le mando ella.Estefan sonrió de medio lado,con esa sonrisa tan suya que me había derretido desde el primer momento en que lo vi.

-¿Y si no me voy sin ella?-hizo un asentimiento de cabeza para señalarme.Elizabeth le enseñó los dientes y la sonrisa de Estefan se amplió.Ella me miró a mi y suspiró.

-Llevatela,pero tarde o temprano va a estar con nosotros.No puedes alejarla de su especie-Marco me tiró hacía Estefan.Él me recogío agilmente y me abrazó fuertemente.Estefan los miró a ellos.

-Por encima de mi cadaver ella va a estar con vosotros.Solo matais por matar.Ella no se convertirá en un monstruo-Estefan me abrazó aun más fuerte mientras miraba con furia a Elizabeth.Los hombres encapuchados se pusieron detrás de Elizabeth.

-Te doy un consejo,no amenaces sin saber-y desaparecieron dejando una brisa en los arboles.Mire a Estefan,quien veía por donde se fueron.Desde cerca,sus ojos parecían aun más profundos y más brillantes.Le sobresalían algunos pelos por el mentón,pero no eran visibles a simple vista.Con mi nueva visión,podía ver toda su cara con más detenimiento.Seguía siendo tan hermosa como antes,él siempre parecía joven.Apartó la mirada del bosque y me miró a mí.Vi algo de humedad en sus mejilla y sonreía de felicidad.

-No sabes...no sabes cuanto te eche de menos-cerró los ojos y más lágrimas le inundaron las mejillas,pero la sonrisa aun le permanecía en la cara.Era tan adorable.Antes de que pudiese decir nada,me abrazó y sollozó en mi hombro-Iba todos los domingos a verte y a dejarte flores.Me sentía más cerca de ti cada vez que iba-sollozó otra vez.Quise llorar yo también,por lo mal que paso,por estar obligado a ir a un cementerio solo para verme y dejarme flores.Eso me conmovío,nunca me esparaba que Estefan fuese tan sensible-y ahora saber que estas viva...No sabes cuanto te amo-me quede congelada.

Me había dicho que amaba.