CAPÍTULO 1: Ese es mí asiento

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03 de agosto, 2015

Si yo tuviera una lista de cosas que realmente odió la número uno sería asistir al colegio, es lo primero que viene a mi mente en cuanto abro los ojos gracias al despertador que descansa sobre la cabecera de mi cama.
- Genial - pensé mientras veía la hora en el pequeño reloj - primer día de clases y llegaré tarde, me levanté rápidamente y corrí directo al baño para darme una ducha rápida, me vestí y salí corriendo tomando las llaves de mi auto y poniéndolo en marcha, conduje de forma realmente veloz hasta detenerme bruscamente para evitar llevarme entre las llantas a lo que lucía como un perro, maldije en voz baja y seguí conduciendo ignorando por completo el límite de velocidad permitido, una vez en el campus aparque mi auto y corrí directo al salón de biología, volví a maldecir viendo la puerta cerrada y escuchando la voz del profesor Mckein al otro lado, toque un par de veces y cuando está se abrió pregunté rápidamente
- ¿Puedo pasar?, Perfecto, gracias, con permiso - dije tan sin siquiera darle oportunidad de responder, me adentre dispuesto a ocupar mi asiento pero me detuve a notar que dicho asiento estaba ocupado por una chica que lucía realmente extraña, con el cabello cubriéndole el rostro y una sudadera que le quedaba ridículamente grande, enarque mis cejas mientras caminaba hacia ella.

- Disculpa - dije haciendo señas con mi mano para llamar su atención - Necesito que saques tu trasero de ese asiento porque resulta que tiene dueño y ese soy yo - inmediatamente ella agachó más la cara y se quedó quieta sin decir ni una palabra, - ¿Estás sorda o que?, Quiero que te levantes ahora mismo de mi lugar, - repetí
- Dis... discul...pa?

- Quiero que saques tu trasero de mi asiento, ahora - dije comenzando a perder la poca paciencia que tenía.

- Oh... Claro, yo, yo lo siento... me dijeron que, que podía ocupar este lugar - dijo mientras recogía sus cosas torpemente y algunas caían al suelo.

- Señor Sherwood, tome asiento que la clase esta por iniciar.

- Claro, solamente necesito que está se quite de mí y lugar y entonces podrá empezar - respondí dándole la más falsa de mis sonrisas, voltee mi rostro y vi que aquella chica estaba recogiendo sus pertenencias del suelto, me puse a su altura empujándola en el proceso para yo mismo ordenar ese desastre - muévete que ya lo hago yo - murmuré juntando sus libretas y arrojandolas de mala gana dentro de su bolso - toma, largo de aquí -
Ella tomó su bolso y se ubicó dos puestos delante del mío.

***

La clase era realmente aburrida, no entendía nada acerca del tema y solo veía como el profesor Mckein escribía y escribía sobre el pizarrón, sonreí hacia Megan, una linda morena de cabello negro que se sentaba justo alado mío, la vi romper un pedazo de hoja y escribir algo en el para luego dejarlo caer sobre mi mesa: quizás podemos divertirnos más tarde, te veo después de la clase de historia. ❤ Volví a mirarla y le guiñe un ojo
- Dalo por echo - dije mientras trataba de entender algo de lo que el profesor decía.

- De acuerdo chicos la clase a terminado, necesito que elaboren un ensayo sobre las partes y funciones de la célula, es individual y contará para el 40% de su calificación final y derecho a examen, así que quiero un buen trabajo y no porquerías, dicho esto pueden levantar sus cosas e irse - fue lo único que escuche antes de ver como el profesor salía del salón y todos lo imitaban para ir a sus siguientes clases, todos excepto esa chica que daba la impresión de querer pegar su cara contra la mesa, me levanté y salí directo a la siguiente clase: historia.

Me faltabas túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora