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                                                    “LAS VISIONES”

Desde que tengo, memoria siempre supe que algo malo ocurría en mí y no eran por las visiones que he tenido desde que tengo memoria sino por otra cosa, pero todo empezó aquel día

Tiiirrrrrrr………

Hoy como todos los días, oigo el timbre de la escuela y siento como alguien, me gala el hombro y entre mis sueños oigo a al-guíen pronunciando mi nombre.

-Mallory, despierta ya sonó el timbre.-Me decía la Mtra. Caroline, zangoloteándome. Ya era el acabose otra clase de literatura, que me quedaba dormida, no era de que no me gustara leer me encantaba podía estar leyendo toda mi vida, yo pensaba ser escritora, pero antes tenía que terminar la preparatoria y asi no sabía si tendría buenas notas.

-Perdón  Mtra. Es que me volví a quedar dormida.-Le dije a miss Caroline, con tono de disculpa.

-Si ya lo vi, y tengo muy malas noticias para usted señorita-dijo, mientras estiraba su brazo con un sobre blanco un poco viejo, que lo que primero que supe era una nota para Peter así le dé-cia a mi padre ya que mi madre murió en un accidente de auto cuando yo tenía seis años. Agarre el sobre y la Mtra. Dijo que tenía que venir mi tutor, a hablar mañana temprano sobre mis estudios .Agarre mi mochila y me despedí  y Salí de la escuela bajando las escaleras, oí que alguien me gritaba volteé y era Leonora que me gritaba desde el estacionamiento.

-Hola, por aquí.-Gritaba y alzaba la mano lo más alto que podía. -Tengo rato esperándote,  ya tiene mucho tiempo que timbra-ron.

-Perdón es qué me quede dormida.

-Otra vez, y volviste a soñar esos sueños?-Me preguntaba Leo, ya que le contaba de esos sueños extraños que a veces tenia, bueno que siempre tenía desde que tengo memoria, Leiva contando mientras caminábamos al estacionamiento rumbo a-su auto. Dijo que me daría un aventón a casa, ya que yo tenía dieciséis años y todavía no tenía licencia de conducir. Subiendo

a su jeta rojo, recline el asiento y me puse los lentes de sol, le iv a contando que esas visiones, premoniciones, y sueños no eran normales y sentía que cada día estaba más loca de lo normal, quizá ella me podría a ayudar pero no creía eso ella solo pensa-va en muchachos y fiestas. Yo no era como las demás chicas era callada y si me gustaba divertirte pero no de esa forma casi nunca salía de casa preferiría mil veces estar leyendo un libro que estar en una discoteca. Leo paro en un tienda comercial, tenía que comprar cosas que le había en cargado tía Catherine, porque si no lo llevaba no quisiera verla enojada y más con su problema de migraña.

-No quieres que te compre alguna cosa?-Dijo Leo, recargada en el vidrio de mi puerta.

-no gracias, así estoy bien.                                                                                   

­-Bueno, espera aquí.-Respondió Leo.-Como si tuviera otro lugar a donde ir, recline el asiento, pensaba en el regaño que me da-ria Peter llegando a casa por la carta que le tenía que entregar. Tenía un bochorno grande, el calor era insoportable como en esos días de verano, las gotas de sudor de mi frente resbalaban      por mi cara, de pronto sentí un calor en los pies y un gran frio en la cabeza, sentía que me iva a desmallar y en eso cai:

Habri los ojos, estaba en un cuarto de color rosa, decorado con flores, y había muchos osos de peluche, muñecas y juguetes. De pronto  entro una niña al cuarto agarro una libreta, empezó a escribir la puerta se abrió y de ella entro una señora muy bella, pelo Castaño, tes blanca, no podía ser otra persona más que:

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⏰ Última actualización: Jul 19, 2014 ⏰

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