Capítulo Único

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Ladybug no está

Ladybug se ha ido.

Lo supo cuando leyó aquella carta, dándole a entender que acabaría con su propia vida.

Hola, minino. Te dejo esta carta tan solo para despedirme.

He tenido bastantes problemas y por cobardía y miedo, prefiero irme...para siempre.

No quiero que me busques, no me encontrarás ni removiendo bajo las piedras.

Recuerda que siempre te llevaré en mi corazón, eres alguien muy especial para mí, Chat.

No sabes cuánto me he pensado en si hacer esto o no... Finalmente me he decidido a que sí.

Quizás alguna vez nos volvamos a ver...

Te quiere,

Ladybug

¿

Qué problemas tenía ella para no poder con ellos?

Ella siempre fue una mujer valiente, segura de sí misma.

No le cabía en la cabeza la posibilidad de que ella se suicidara.

Pero al parecer así fue. La había buscado durante un año, a pesar de que ella le había pedido que no lo haga, sin encontrar rastro alguno de ella, como si la tierra se la hubiese tragado.

Y ahí estaba él, en lo alto de la torre Eiffel contemplando el paisaje nocturno, mientras la brisa jugaba con sus cabellos, acariciándole el rostro mientras cerraba los ojos, recordando a la bella heroína.

Entrecerrando los ojos, contenía algunas lágrimas.

En tan poco tiempo había perdido a dos personas muy importantes en su vida ¿Habrá hecho algo demasiado malo como para merecer aquello?

Quería gritar.

Vaciar su interior.

Y así lo hizo.

Gritó con todas las fuerzas que sus pulmones le permitía.

Se derrumbó.

Cayó sobre sus rodillas y comenzó a llorar.

La mala suerte lo acechaba.

Con o sin el traje negro, no era cosa de "los gatos negros traen mala suerte".

Dejó de llorar.

Las lágrimas se le habían acabado, dejando sus ojos rojos y secos.

Respiraba agitadamente en el silencio de la bella ciudad.

Quedó de rodillas mirando nuevamente el paisaje.

—¿Por qué?— susurró por lo bajo entre sollozos.

Más silencio fue su respuesta.

Pasaron los minutos y él seguía en esa posición, hasta que decidió que era momento de volver a su fría casa, aunque no quisiera hacerlo.

Se levantó con pocas ganas y estiró su bastón, con intenciones de partir.

—Buenas noches, minino.

Una voz se escuchó tras su espalda.

Lo heló.

Conocía perfectamente a quién le pertenecía.

Volteó la cabeza muy despacio, con la expresión de sorpresa plasmada en su rostro.

Y la vio.

Parada tras él, con una de sus hermosas sonrisas.

Dejó caer levemente la mandíbula.

¿Estaba soñando?

Sacudió la cabeza y entrecerró los ojos.

No, no era un sueño.

Era real.

¿Pero cómo era posible?

—Lady...— con un impulso, se abalanzó hacia ella y atrapó la figura femenina.

La abrazó, ella le devolvió el gesto, sorprendida.

—¿Chat?— preguntó al separarse, notando al héroe algo afligido.

—My lady...— la palpó, como si aún no se creyese que fuera real, incluso luego de abrazarla —¿Cómo es que...?

—¿Que qué?— interrogó sin comprenderlo.

—Estás viva... estás...— acuñó su rostro en sus manos enguantadas.

—Claro minino, ¿Por qué no lo estaría?— preguntó sonriendo.

—Pero pensé que...la carta...— balbuceó.

—Oh, la carta— se rascó la nuca —¿No habrás pensado que...

Él chico asintió

—Uh, lo siento, no pensé que te daría a entender eso... Tuve problemas, de civil y...tuve que irme del país por un buen tiempo.

—¿Y por qué simplemente no me dijiste eso? No sabes cuánto había sufrido.

—Sería darte indicios de mi identidad, y eso es algo que debemos evitar. No fue mi intención, lo siento.

Él calló. No la saturaría de preguntas, al menos no ahora.

Tenía de vuelta a su lady.

Eso era lo importante.





¿Saben lo que es sentirse sad de pronto?

Esta historia tiene una versión en donde Chat Noir es quien desaparece.

Gracias por leerme, votar y comentar :)

Un gato en la oscuridad [OneShot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora