Mi respiración es calmada, hoy 17 de diciembre es mi cumpleños y vinimos a festejar en un bonito restaurante que está a las afueras de Hidalgo, todo estuvo super padre, el pastel, los regalos, el estar con mi familia, soy la única hija eso da algunos privilegios.
Sin darme cuenta ya anochece, me encuentro escuchando música en mi reproductor mientras mi padre conduce para llegar a casa, el transcurso me provoca mucho sueño pero no me quedo totalmente dormida, me quedé entre cerrando mis ojos para ver los movimientos de mi padre, tomó la mano de mi madre dándole un beso en su anillo de compromiso, sin escuchar pude leer el te amo de sus labios, la manera tan bella en que se veían, cómo si fuera la última vez.
Al transcurso de unos minutos algo me despertó, sentía demasiado miedo, una luz muy fuerte estaba en mi lado derecho, el tiempo lo sentía tan despacio, era un tráiler que se aproximaba hacia nosotros, mi padre no pudo hacer mucho aunque intento maniobrar, ya no había esperanzas, pude notar el momento exacto en donde los vidrios se rompían y se clavaron dolorosamente en mi piel.
Al abrir mis ojos sentí un gran dolor en todo mi cuerpo, miles de ruidos estaban a mi alrededor, de ambulancias, policías, al parecer gente que creaba estrategias para sacarnos de ahí.
Escuche algo que me hizo llorar incontrolablemente provocando que me moviera y me lastimara.
-No podemos hacer mucho en realidad, la única que sigue viva es la niña y si no hacemos algo pronto la vamos a perder- Dijo la paramédico.
-Tendremos que cortar el coche para poder sacarla, de otra manera no sera posible-Dijo al parecer un Policía.
Eso es lo último que recuerdo, mi cuerpo ya no podía más, todo me causó un dolor que no quiero volver a sentir jamás en mi vida, mis padres eran todo para mi.
Mis labios están secos, mis ojos cansados, me cuesta tratar de abrirlos, solo noto un color blanco brillante con un panorama borroso. ¿Esto es a lo que llaman morir? ¿Éste es el dichoso cielo?
Después de una larga semana intentando abrir mis ojos por fin pude, me dí cuenta que estaba en el hospital, un doctor estaba sentado viendo mis signos vitales.
-¿Donde están mis papás?-Dije mientras mi voz se quebraba.
-No es momento para hablar de eso, mejor descansa- Dijo bajando la mirada.
-Creo que tengo todo el derecho-Dije molesta
-Tus padres murieron Agea, lo siento.
-Eso no es cierto, ellos están bien- Dije llorando
-Es la verdad, no te preocupes por eso, mañana te daré de alta y te irás a un internado, no te quedarás sola-Dice mientras me toca la cabeza e inmediatamente sale de la habitación.
No sabía cómo asimilar que ahora estaría en un internado, que pasaría con mis amigos de la escuela, mis maestros y conocidos, familiares nunca conocí ni a mis abuelos ni tíos, mis papás se fueron desde muy jóvenes de su lugar de origen para vivir al máximo su amor y sin restricciones.
A cada momento pensaba en mis papás, se que será difícil estar sin ellos, me duele mucho saber que ya no están conmigo, tengo miedo ahora de mi exterior, tengo miedo de lo que me pueda pasar, me siento tan débil y vunerable a la vez, a quien se supone que le contaré cómo me fue en la escuela, a quien le diré te quiero antes de irme a dormir.
Jamás ni en mi peor momento le desearía algo así a alguien, es tan desgarrador, siento cómo algo intangible me golpea tantas veces que lo único que quiero es que ese dolor acabe.
Me quedo tumbada en el piso retorciendome, sin alguien que me ayude a levantarme y sanar esas heridas cómo lo hacía mi mamá cuando me caía de la bicicleta o ese fuerte abrazo que me daba para estar en calma cuando me sentía en peligro.
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¿Agea?
AçãoEn Hidalgo vivía Agea, una chica de 18 años que era huérfana desde los 13 años ya que sus padres murieron en un accidente de auto, al poco tiempo la mandan a un internado a Monterrey donde es violada por un enfermero de la institución, ella lo asesi...