Suolor, si, solo eso, me llevaba a viajar por universos que nunca había pisadoantes, y nada más, que un minuto de su presencia, bastaba para cien años defelicidad
Pero el aroma, que era su persona, cambiaba gradualmente, y cada vez se sentía menos.
Su perfume se fue desintegrando como mis viajes a otros mundos, así, hasta vaciarme por dentro.
En la soledad, aprendí aconvivir solo con mi aroma, así al completarme con mi persona nunca me volveríaa sentir vacía.
Pero a veces, tan solo a veces, lo siento, y ese olor, me vuelve a provocar el vuelo, pero esta vez, por los universos de mi propia mente