Único

2.3K 303 396
                                    

Kim Namjoon supo que le atraían los hombres dos días después de su cumpleaños diecisiete, exactamente un catorce de septiembre, cuando su mejor amigo, Kim Seokjin -con quien curiosamente compartía apellido y a quien conocía desde un año atrás- decidió organizarle una fiesta loca en casa de Jimin, un amigo en común, dónde habían decidido pasar la noche para no ser reprendidos por sus padres por haber bebido.

Debido al poco espacio en el departamento de apenas dos habitaciones, ambos habían tenido que compartir el pequeño sillón rojo de la sala donde se acomodaron sin pensar que con ese evento desencadenarían muchos más problemáticos.

En un principio dormir fue fácil, los chicos se tenían muchísima confianza y abrazarse para caber mejor en el reducido espacio fue fácil. El problema llegó cuando, en punto de las seis de la mañana, Namjoon despertó con una sensación extraña en el trasero; SeokJin, quien se encontraba haciéndole cucharita, tenía una erección. Una jodida erección. Santas rosas. Pero el tipo parecía seguir dormido sin percatarse de nada. Era casi seguro que se encontrara teniendo un sueño húmedo o algo similar, pero Namjoon no sabía que pensar.

Sentir ese extraño bulto entre sus piernas lo hizo sentirse raro. Muchos pensamientos distintos entre sí llegaron a su cabeza y no pudo evitar aquel en el que se imaginaba teniendo sexo salvaje con su amigo, porque, a final de cuentas, era tan sólo un adolescente hormonal, y, para su enorme asombro, no le había desagradado en lo absoluto.

Así que ahí, en frente del tipo que dormía plácidamente en el piso y al que nadie conocía, pues se había colado a la fiesta, descubrió que en realidad le gustaba su mejor amigo y que quería follárselo- o en su defecto que se lo follara a él (porque, vamos , al parecer el sujeto tenía un gran pene)-, pero no quiso indagar más en la profundidad de sus pensamientos de muchacho calenturiento porque - a decir verdad- todo eso lo atemorizaba.

Por supuesto que no podía considerarse heterosexual como había creído, pero meh, no era la gran cosa, ya tendría tiempo de pensarlo con calma, lo único que deseaba en ese momento era voltearse y besar al hombre detrás suyo. Cosa que nunca antes había sentido y que justo en ese maldito instante sólo deseó como si Seokjin fuera la última coca cola en el desierto.

Sin embargo, esa mañana decidió no hacer nada al respecto, pues no era ni el lugar ni el momento adecuado, aunado a que el sujeto extraño que estaba a su lado había despertado de pronto y no dejaba de mirarlos con sus ojos oscuros que mantenía ligeramente abiertos. Se le notaba molesto a pesar de recién despertar o quizá sólo estaba crudo, Namjoon no lo sabía.

—¿Ustedes son...? — Le preguntó el chico sin apartar la mirada de ellos y sacudió su cabellera negra. Namjoon se dijo a sí mismo que era él quien debía hacerle esa pregunta, pero no quiso verse a la defensiva tan pronto así que respondió tranquilamente como siempre lo hacía:

—Kim Namjoon, un placer.

—El chico tiene una erección—. Respondió el hombre sin molestarse en presentaciones y señaló a SeokJin. Al parecer era un sujeto muy perceptivo.

—Amh... Sí, eso parece.

—¿Y no te molesta?

—No, es decir, es extraño, pero está bien.

—Oh... ¿Son pareja?

—Eh... No.

—Pues harían bonita pareja.

El sujeto ya no dijo nada más y se levantó para salir de la casa de Jimin con pasos tambaleantes, al parecer un poco ebrio aún. Nadie había sabido reconocerlo horas después cuando Namjoon les informó de él, por lo que se convirtió en tema de conversación por días, hasta que eventualmente fueron olvidándolo.

Mejores Amigos - [JinNam] O.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora