Jaebum se siente mayoritariamente un chico con suerte, algo raro en un adolescente.
Si bien es cierto que no todo ha sido un camino de rosas en su vida, hoy puede decir que ha merecido la pena para poder tener a gente tan especial a su lado, aunque entre ellos quiere destacar a uno en concreto: Choi Youngjae. Su pareja, el rayo de sol que ilumina sus días y a quien considera el amor de su vida. El menor le demuestra diariamente todo lo que siente por él y Jaebum debería estar más que seguro de que está igual de enamorado.
A pesar de que el pelinegro era un poco distante y desconfiado al principio, aún atrayéndole tanto Youngjae, este no había tardado mucho en conseguir que Jaebum cayera totalmente a sus pies.
Pero no era raro que el mayor actuase de es forma en un primer momento, era así con todo el mundo. Jaebum parecía alguien fuerte y al que tener cierto respeto, pero él mismo sabía que toda esa fachada se derrumbaba si atacaban en el punto que más le dolía: no tener aún un sitio en la jerarquía. En otras palabras, Jaebum todavía no sabía si era un alfa, un beta o un omega, y era por eso mismo que no se animaba a tener nada serio con nadie, por miedo a que la presentación lo jodiera todo. Pero por supuesto, nunca contó con que un omega tan dulce como Youngjae llegara a su vida y mandase a la mierda todo ese plan.
Hasta ahora, el mayor de verdad pensaba que lo tenía todo con el rubio. Habían compartido tantas cosas; secretos, inseguridades, pensamientos más profundos e incluso la primera vez de ambos, porque aunque Jaebum no se había presentado, no querían esperar más.
Pero él tenía el presentimiento de que algo terminaría arruinándose, y así había sido.
Su presentación.
Esa que tanto había ansiado y de la que se había convencido que saldría como un alfa, había llegado. Y le tenía acurrucado en la cama, llorando.
No, no va a aceptarlo, ¿es que su cuerpo y el destino no podían colaborar por una vez en la vida? No ha esperado hasta los 17 años para que ahora resulte ser un maldito beta.
Ya lo tenía todo planeado con Youngjae, estaba seguro de que sería un alfa y pasarían a ser definitivamente la pareja perfecta que todos pensaban que eran. Pero se acabó, todo eso se había esfumado. Ya no habría marca, ni lazo, ni nudo, ni nada. Youngjae seguramente se buscará a algún alfa a su altura y él acabará solo y destrozado. Tanto como lo está su mente ahora.
Esa imagen, de su Youngjae con un alfa, hace añicos su corazón. Le quiere, demasiado, y quiere que Youngjae sea feliz y tenga lo que de verdad se merece, pero no puede negarlo, también tiene una parte egoísta que quiere al rubio con él.
Su llanto aumenta. No ha parado de llorar desde que su madre ha salido de su cuarto, después de darle la noticia de que es un beta. Quiere retener sus sollozos cuando escucha su puerta abrirse lentamente y espera que no sean sus padres porque no se ve capaz de hacerlo.
-¡Bumie hyung! -Chilla el menor antes de correr hasta él preocupado.
Yugyeom, su hermano pequeño, salta sobre su cama y le abraza mientras Jackson, su otro hermano, cierra la puerta y se acerca también. Lo cierto es que ver al mediano tan de cerca solo puede entristecerle más. Jackson, a pesar de tener solo 13 años ya se había presentado como alfa y estaba empezando a desarrollarse lentamente. Y con su suerte, seguro que el pequeño Yugyeom de 5 años también se presentaría como alfa en unos años justo frente a su cara.
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Don't Care ✧ 2jae
Short StoryDonde Jaebum tiene miedo de no ser aceptado por Youngjae.