Me estoy quedando sin tiempo. Todo mi equipo está muerto y vienen a por mí. Ahora depende de mí.
- No habéis muerto en vano – digo mientras salgo de mi escondite. Corro lo más rápido que puedo empuñando mi espada, gritando para confrontar a mis enemigos. Y caigo... me caigo de la cama.
Me levanto y apago el despertador. Estaba teniendo un sueño, bueno, llamémoslo una pesadilla. Aunque es cierto que mi equipo siempre pierde, creo que tiene que ver en que sólo somos dos.
- ¡¡¡Allie!!! ¡¡¡A desayunar!!! - grita mi padre desde la cocina.
- ¡¡¡YA VOY!!!- grito yo. Rio por lo bajo ya que no recuerdo cuando empezamos a comunicarnos así.
Escojo la ropa que llevaré hoy al instituto. Me decanto por ir en chándal, iré más cómoda. Bajo corriendo las escaleras y encuentro a mi padre haciendo tortitas para desayunar.
- Buenos días, huele muy bien – digo intentado coger alguna del plato.
- Estas son mías – dice mi padre apartando mi mano y riendo.- Las tuyas están en la mesa.
- Jo, ya se habrán enfriado.
Mi padre ríe ante mi comentario y nos dirigimos a la mesa a desayunar. Tres tortitas para cada uno y sirope de chocolate, caramelo o fresa para elegir. Zumo de naranja y leche de soja para beber. Me dedico a echar medio bote se sirope de chocolate mientras mi padre hace cuentas.
- ¿Pasa algo? - pregunto mientras intento darle un mordisco a mi tortita.
- No – se aclara la garganta.- No pasa nada. ¿Por qué vas en chándal?
- Mmm... - pienso en la pregunta y respondo rápidamente. - No sé, quería ir cómoda.
- Ya veo...
- ¿Es que no puedo ir cómoda?
- Para ir cómoda deberías ir en pijama. - dice mientras se levanta de la mesa y me da un beso en la frente.- Tengo que irme a trabajar. ¿Tienes turno esta noche?
- Doble. - digo desperezándome.- volveré tarde.
- Yo también. Llegaré más tarde, no me esperes despierta. - dice cogiendo su abrigo.- Te quiero, nos vemos.
- Y yo a ti.- digo levantándome y nos damos un abrazo.- Nos vemos.
Mi padre, Brandon, un hombre de 41 años, ojos color almendra, piel morena, pelo castaño con alguna que otra cana. Yo tengo los ojos pardos, piel morena y pelo colo azabache. Lo que no se es de donde he sacado mi 1,60 de altura, es decir, mi padre mide 1,85 y mi madre rondará el metro setenta y pico. Mi padre. Él es mi héroe. Mi madre nos dejó cuando yo era muy pequeña y él se encargo de mí. No tengo hermanos, primos o tíos cercanos. Somos solo nosotros dos. Nosotros contra el mundo. Me doy cuenta de que he perdido 10 minutos pensando en esto, así que cojo mis cosas y salgo de mi casa de camino al instituto. De repente, me encuentro con...
YOU ARE READING
Don't tell anybody (español)
Teen FictionMe estoy quedando sin tiempo. Todo mi equipo está muerto y vienen a por mí. Ahora depende de mí. - No habéis muerto en vano - digo mientras salgo de mi escondite. Corro lo más rápido que puedo empuñando mi espada, gritando para confrontar a mis ene...