--¿Y-Yo?
--Claro.
--Pero...Yo estoy en mi trabajo, señor, no puedo...
--No se lo puedo pedir a nadie más, por favor, se lo ruego, señorita --se levanta y puedo ver como me saca dos cabezas--
Es alto...
--¿No...se lo puede pedir a otra...persona?
--No tengo a nadie más a quién pedírselo.
Sus palabras sonaban tristes y secas. Me causó cierta tristeza.
--Está bien. --se le iluminan los ojos-- ¿Qué debería hacer, exactamente?
--Primero...Haga lo que le dije, lo demás se lo diré por el camino.
--¿Acaso hay que irse a alguna parte?
--Sí. Por favor, no temas por tu trabajo. Puedo notar que estás nerviosa.
¿...?
--Bueno...Hablaré con los médicos.
--Gracias, Tere.
Espero que ese gracias sirva de ayuda.
Voy hacia fuera y los doctores me miran con los ojos en blanco.
--¿Y bien?
--Está perfrcto. No hay ningún síntoma extrañamente grave ni patologías graves.
--¿Está usted segura? Será mejor que entre que usted aún es nueva...
--¡No! Sí, pues claro que soy nueva pero eso no quiere decir que yo no tenga experiencia.
--Bueno...Confiaré en las palabras de usted. --se va sin despedirse y yo vuelvo a la habitación
--¿?
--Ya estás listo para el alta.
--Wow, sí que es convincente usted...
--Sólo fue suerte...¿Ahora...me acompaña, por favor?
--Por supuesto.
Su voz es grave e hipnotizadora, aunque con cierto aire de tristeza, cosa que me deprime.
Me acompaña hacia el mostrador y le doy el alta.
--Ahora, acompáñeme. --me susurra
--E-Espere, tengo que seguir trabajando...No puedo dejar esto así como así, yo...
Creo que es alguien que se fía demasiado de las personas, eso no es que me guste mucho.
--Ven conmigo, yo lo solucionaré todo después, te necesito más ahora que ellos.
¿Qué tramará un hombre tan prestigioso de negocios, como él? Un escalofrío me recorre el cuerpo.
Me saca sin aviso del hospital y me mete en un negro coche de lujo, que hace que casi se me caiga la baba. Wow.
--¿Y esto?
--Vamos, sube, no tenemos mucho tiempo.
Se monta justamente a mi lado, donde puedo ver como un hombre está al mando del volante.
--Kim, ya sabe donde ir.
--Sí, señor.
Arranca el coche y al andar por la carretera es como si no fuera un coche. Es un coche silencioso.
--Éste es Kim, mi chófer.
--¿Me podría decir a donde estamos yendo...?
--No se lo puedo decir, aún, doctora Yoon.
A partir de ese momento no se intercambian más palabras, ni más gestos. Solo el sonido de nuestro corazón, bombeando al mismo ritmo. Aunque el mío cada vez va a más. No sé si es por mi trabajo o la ansiedad de nuestro destino.
Pasa media hora y llegamos al destino tan esperado. ¡Por fin!
Kim me abre la puerta del auto nada más llegar, cosa que agradezco. Siempre me ha gustado ese tipo de caballería. Una vez bajo, veo el logo de la empresa más importante de todo el país. C&R International. Espera...¿Han? ¿De qué me suena ese apellido?
--Señorita Yoon...¿Está bien? --me sobresalta el señor han
--Sí, por supuesto. ¿Y ahora?
Necesito que se haga pasar por alguien.
--¿Usted...haciéndose pasar por alguien?
--No yo, sino usted. Sé que suena raro, pero necesito ese favor.
--¿Por qué me lo pidió a mí?
--Aún no sé si he hecho lo correcto en pedirle algo tan importante a una desconocida.
--Que directo. --suelto sin querer
--Pero te necesito urgentemente, por favor.
Nunca habia visto a alguien tan entusiasmado con algo.
--Vale, lo haré.
--No sabe cuánto te lo agradezco --me estira la mano
Estrechamos las manos y solo por ese mínimo contacto, mi corazón bombea más rápido.
--Mira...Te debes hacer pasar por Navine Ross. Una mujer de negocios que busca trabajo en ésta empresa. Necesitas distraer a mi padre hasta las nueve menos cuarto.
--P-Pero...Y cómo se lo que tengo que decir...
--Te daré un auricular donde te estaré dando los datos de la muchacha.
--Esto...Señor...¿Esto tiene delito? --se echa a reír
--Tere...No soy como tú crees. Nunca te pondría en semejante peligro.
--Aún no me has contado la historia del todo...
--Te la contaré una vez que hagas éste favor, lo prometo.
Una vez dicha esas palabras, me dispongo a hacer lo que él promete. Subo hasta la última planta de la empresa, todo es demasiado lujoso, comparado con mi mundo. No es...mi mundo.
Echo un vistazo a mi vestimenta. No debería haberme puesto tan informal...Pero claro ¿Quién me iba a decir que un ser tan importante me iba a pedir su ayuda sacándome de mi propio trabajo? Tengo una vida demasiado entretenida, no me debería quejar.
--¿Señorita Ross?
--¿Oh? Sí, sí, soy yo --sonríe un hombre bastante mayor, con rasgos que me han parecido familiar
--Bueno, siéntese. Yo soy el presidente Han, de la compañia C&R International. Es un placer volver a hablar con usted, aunque ésta vez en persona.
--Igualmente, señor.
--Bien, entonces...¿es eso verdad que se va del país?
Jumin me susurra de detrás del audífono, cosa que me pone nerviosa.
--Sí, es verdad. Son motivos personales que prefiero no comentar...
--Ah no, por supuesto que no. No la obligaré a nada.
Por alguna razón que desconozco, éste hombre no tiene buenas intenciones con Navine Rose, ni conmigo tampoco.
--¿Cuándo parte de Corea?
--Mmm...Dentro de 2 días.
--¿Tan pronto? Que pena...Quería hacerle una despedida como se es debido...
Oigo unos susurros al otro lado de los audífonos, cosa que me pone nerviosa. De repente un hombre familiar entra por la puerta.
--Señor, se ha terminado la entrevista.
--Pero Kim, no me ha dado tiempo de conversar con la pobre...
--Se acabó.
Kim me coge del brazo bruscamente y me aparta de allí.
¿Qué está pasando?
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Jumin Han & Tú 'Parte De Tu Mundo'
RomanceCuenta la historia de ___, una mujer prestigiosa, recién salida de la universidad. Haciendo la carrera de pediatría, una noche granizada, colmada de numerosas nubes cargadas de agua, conoce a un jóven unos años mayor que ella...