Rojo

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Miraba la nieve caer a su alrededor por entre los árboles con odio, no había forma de negar lo mucho que detestaza tal grado de blanco y pureza, no siendo para menos cuando toda tú vida esta teñida de un rojo carmín...

Cuando al verte todos huyen con un gran terror en sus ojos y gritan porque no les hagas daño, porque les dejes vivir. Eso siempre le había molestado, como un interruptor que le hacía justamente hacer lo contrario de lo que escuchaba.

..."¿me tienes miedo?, no hay problema, te dare mas razones para temer"...

Y así acababa con una persona más, tomando hasta la última gota de ese vital líquido carmín que le servía de alimento.

Siempre en soledad, siempre con una penumbra cubriendole, siempre huyendo del sol y de aquellos que buscaban matarlo.

Un ser sin suerte, condenado al eterno sufrimiento, odiando la pureza que encontraba y le hacía recordar eso que el jamas lograría obtener por más que lo deseara...por más que lo anhelara.

Un muerto viviente.

En todas las letras de la palabra, por que ¿cómo le puedes llamar a una vida llena de soledad, sufrimiento y decadencia? Eso simplemente no es algo a lo cual se le pueda denominar vida.

...

Vagando por el bosque, veía sus huellas marcarse en la nieve, el sonido de unas voces le hicieron detenerse al borde de aquellos árboles, al centro de lo que parecía el jardin trasero de una vieja casona un niño castaño miraba la nieve con un brillo deslumbrante en su mirada chocolate.

Una mirada como esa no puede significar otra cosa que la carencia de saber lo que es la maldad, la oscuridad y la desesperación. Quiere acercarse pero algo se lo impide, da vuelta y se aleja por donde vino.

...

La noche llega y la luna llena alumbra todo el lugar, el hambre asciende por su garganta una sed de sangre que le impide mantenerse quieto, en pocos minutos ya se encuentra de nuevo frente a aquella casona, de un salto llega hasta una de las ventanas y la abre sigilosamente, un pasillo es su primera visión de aquel lugar, entra dejando la ventana abierta y tras chocar con un pequeño librero abre la puerta frente a la ventana; ve a un chico durmiendo, el chirrido de la madera en el piso suena al pararse en ella, el chico abre los ojos y espantado quiere gritar; todo sonido es acallado por una mano sobre su boca y unos colmillos en su cuello...

...

La sangre de ese chico se ha acabado y aunque fue una buena cena su cuerpo quiere algo más que la sucia sangre de un adolescente, escucha un sonido y levanta la mirada, un pequeño le observa escondido tras la puerta. Se levanta lentamente del suelo y ve el asombro a traves de la fija mirada del niño sobre él.

Sin embargo él ya ha visto esa mirada antes; esos brillantes ojos chocolate son los del niño de esa mañana, aquel niño que carece de impurezas que manchen el aura tan brillante que le rodea; aquel niño que le parecía tan blanco como la nieve de ese frío invierno, pero que al comtrario de esta, su blancura no le molestaba.

Lo mira esperando una reacción de horror, por el contrario el pequeño se acerca a él con una mirada que le quita el aliento, una mirada que nunca penso alguien podría ofrecerle; sus sentidos se alertan cuando el pequeño esta por caer al suelo, logra sostenerlo en sus brazos antes de que toque el suelo y ve un brillo aun más intenso en la mirada chocolate, un brillo tan puro que logra encender en él el deseo de mantenerlo solo para él, de tenerlo y no permitir que nadie más se lo arrebate.

Colmillos escarlata.       [WadexPeter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora