Mi nombre es Alcander, vivo con mi padre Angelo y mi abuela Agatha, madrastra de mi padre en un pueblo llamado Mesenia, al costado del rió de Thuria, a no muy lejos de Esparta.
Tal vez no este en mi mejor época, mis deseos de salir a la luz del día se estancan cuando pienso que en mi pueblo nadie me conoce, no tengo amigos. He estado solo desde un principio, mi madre es una luz mas en el universo, se dice que me esta esperando pero creo que para eso faltan muchos años, apenas tengo 15 años.
Mi padre esta trabajando en la huerta que sembramos juntos con mama y la abuela Agatha, la abuela mas buena que alguien puede tener, gracias a ella encontré un significado a la vida.
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Hace unos años atrás perdimos a mi madre, Galena, junto con mi hermano Diacono en el ultimo diluvio que hubo en el pueblo, la lluvia se llevo una gran parte de la casa, junto con mi madre y mi hermano. Tomo bastante tiempo reconstruir nuestra casa, al igual que nuestros sentimientos, mi padre los extraña todas las noches y se sienta a llorar al costado del rio, yo también lloro, no es fácil crecer sin los abrazos y besos de mi madre, pero se que me acompañan todo el tiempo.
Hoy estamos de fiesta, la abuela Agatha cumple sus 64 años y papa le a preparado una sorpresa. Los amigos campesinos del pueblo se han acercado a saludar a la abuela. Estoy emocionado, hoy comeremos nuestra comida favorita.
La abuela nos cuenta sus historias de cuando era niña, es verdaderamente emocionante escuchar sus recuerdos, los cuales la acompañaran hasta el fin de sus días. Ella dice que nos están esperando en el mas allá, en un lugar donde estaremos todos unidos y en paz. Mi padre siempre a sido alguien muy realista de las circunstancias que estamos pasando, dice que no hay un mas allá, que solo es el hoy, que el mañana es un misterio, lo cual lleva a una discusión entre la vida y la muerte, algo que no es de mi incumbencia, por el momento.
Siempre he querido conocer el mundo, emprender un viaje en barco con mi padre y la abuela hacia lo desconocido, mirar el mundo que nos rodea, seguir la luz de las estrellas, ver donde nos guía mama y Diacono. Millones de lugares y paisajes a descubrir, personas que conocer, comidas por probar y mas.
En el pueblo vive el señor Erasmus, un señor amable y dedicado a su labor de cuidar animales para su venta.
Erasmus le comento a mi padre que el podría llevarnos a conocer la ciudad de Atenas, en un viaje largo a los costados del mal, en una búsqueda de aventuras para mi y ademas para salir como familia y despejar nuestras cabezas de la vida cotidiana. Es un viaje de misterios y aprendizaje...
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