Capítulo 19: Plan Camerún

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*Cairo P.O.V.*

Después de varios minutos me obligaron a armar rollos con el dinero. Me sentía mal por todos los rehenes, siempre fui muy empático, y la verdad, nunca los habiamos tratado muy bien.

—Uno de nosotros tiene que ir a por el arma, es el momento. —Dijo Ariadna.

—Lo haré yo. —Continuó Arturo. —Pero ¿A quien le cambiaré el arma?

—A Dénver. —Dijo Alison. —Es el más… tonto. Tiene que aprovechar Mónica, cuando le toque la cura.

—Está bien. —Dijo ella.

—¿Tienes las copias de las llaves de los despachos? —Me preguntó Alison.

—Aquí hay.

Rebusqué en los cajones y finalmente encontré la caja, y de ahí saqué una llave. Arturo la cogió y se marchó. Fueron unos minutos tensos, pero finalmente vino con el arma falsa. La estaba enseñando como un imbécil, pero abrieron la puerta, y por poco no le pillaron.

—Cairo ven. —Dijo Nairobi.

—Estoy bien aquí, donde me corresponde.

—Ahora yo estoy al mando, ven. —Me ordenó. —Te lo digo por las buenas.

Finalmente acepté. Fuimos al despacho y allí estaban todos, sentados en la mesa. Seguramente Nairobi tenía que comunicar algo importante.

—Vamos a pasar al plan Camerún. —Todos la miraron excepto yo, que miraba a la mesa. —Vamos a soltar a los rehenes que están en el sótano, y van a venir unos periodistas a grabarlo. Necesitamos a alguien para que le hagan la entrevista, y mi opción eres tú Cairo. —Pero yo la miré mal. —Te necesitamos, eres empatico, lo puedes hacer sin máscara…

—¿Tu te crees que voy a salir por la televisión? Para que me vea Sidney desde la cárcel con una sonrisa de oreja a oreja como si nada hubiera pasado… No. —Dije serio. —Yo ahora soy un rehen, no contéis conmigo para nada.

—A la mierda, lo hago yo. —Dijo Dénver. —Que tengo una cara de pupas de toda la vida.

—Tu no tienes cara de pupas, tienes cara de hacer pupas. —Le contestó Helsinki. —Lo hago yo, si no hay que hablar mucho.

—No… —Suspiró Tokio. —Lo hago yo con máscara. O sin ella si hace falta.

—Con máscara no vale. —Dijo Berlín con una risa floja. —Estaremos en directo, tenemos que crear empatía con toda España, que vean nuestras miradas, el dolor, y la pena.

—Vamos que lo quieres hacer tú. ¿Pero sabes que pasa? Que en mi vida he visto a un tío que haya sentido menos pena que tú. —Le respondió Nairobi.

—Sidney no está. Cairo no quiere hacerlo y Tokio dice que con máscara. No menosprecies a alguien que sabe hacer bien su trabajo, eh Nairobi. —Dijo Berlín.

—Tiene razón, sabe interpretar muy bien. —Dijo Helsinki.

—Está bien, lo haras tú. —Nairobi aceptó a Berlín para que hiciese la entrevista.

Y media hora más tarde una reportera y un cámara de la sexta entró para grabar en directo como soltábamos. Después estuvieron enseñándoles todo, hasta a Oslo, y creando un clima completamente lleno de pena.

Aquella mañana fuimos trending topic mundial, la gente se quedó muda en las cafeterías y en los taxis, éramos cómo el equipo de Camerún jugando sin zapatos contra Brasil, y todo el mundo quería que ganáramos.

Y yo mientras estaba en un despacho a parte de todo. De repente entraron Nairobi y Berlín, ella con algo en las manos y se acercaron lentamente a mi.

La Casa de Papel || Sidney Donde viven las historias. Descúbrelo ahora