76.2.- PERCY JACKSON

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Olympia solía tardar 20 minutos en recorrer el camino que la llevaba hasta la parada del autobús más cercana. Pero esta tarde tardó la mitad. La desesperación y el miedo la hacían correr más rápido. Cuando llegó a la parada descubrió que el autobús estaba a punto de llegar, por lo que decidió esperarlo. Sabía que si seguía corriendo perdería más tiempo, pues sus piernas estaban empezando a quejarse del esfuerzo físico. Cuando el bus abrió sus puertas para que la gente entrara, Olympia se coló entre ellos, al ser invisible no le encontraba sentido a pagar su billete.

La semidiosa miró por la ventana en el momento en el que el bus arrancó, y vio como el "perro" llegaba a la parada y olisqueaba el aire.

Al llegar a su destino, bajó del autobús procurando no chocarse con nadie, y fue a la plaza donde habían quedado para que la recogieran. Poco después se dio cuenta de que estaba verdaderamente hambrienta, por lo que, de nuevo aprovechando que era invisible, se dedicó a robar algo de comer.

Cuando se encontraba sentada de nuevo, vio a unos chicos entrar en la plaza. En su apariencia no había nada que llamara demasiado la atención, tal vez sus camisetas naranjas, pero lo que de verdad hizo que Olympia desviara los ojos hacia ellos eran las armas que portaban, y que nadie más parecía haber notado.

Aún con el anillo puesto se acercó a ellos. Los tres llevaban la misma camiseta naranja, con un pegaso dibujado. La chica intentó leer lo que ponía encima, pero, como siempre, las letras se movieron sobre la camiseta, aunque por primera vez, acabaron formando palabras que ella sí era capaz de leer, "Campamento Mestizo", Olympia soltó un suspiro, esos eran los chicos que había enviado el centauro para recogerla. El chico del medio, rubio de ojos azules, miró a su alrededor como si la hubiera escuchado.

- Tiene que estar por aquí, busquémosla antes de que lleguen más monstruos- Les dijo al resto como si fuera el jefe. Y justo en el momento en el que los tres se iban a separar, Olympia le sujetó el brazo, provocando que el chico se quedara de piedra, y que los otros le observaran expectantes.

- Estoy aquí- Susurró ella, por lo que solo el rubio fue capaz de oírla.

- Seguidme- Habló él, en voz alta, por lo que los dos chicos le siguieron, y Olympia también lo hizo. El chico se paró poco después en una calle en la que no había nadie.- Ya estas a salvo, puedes salir- Dijo mirando a ningún sitio en particular, aunque dirigiéndose a la chica, ella se quitó el anillo y se lo guardó en el bolsillo de cremallera de sus vaqueros para no perderlo.- ¿Como te llamas?- Le preguntó con una sonrisa amable.

- Soy Olympia- Se presentó la semidiosa. Al oír su nombre, los otros chicos se miraron y disimularon una sonrisa.- Sí, como el Olimpo- Añadió rodando los ojos, esta vez fue el turno de sonreír del rubio, aunque él no escondió dicha sonrisa.

- Tienes carácter, me caes bien- Le dijo a la chica, por lo que ella le sonrió.

- Vayámonos antes de que lleguen los monstruos- Pidió uno de los chicos, por lo que el resto aceptaron, guiaron a la semidiosa un poco más adelante, donde tenían su medio de transporte. Se le cortó la respiración al ver los preciosos pegasos que esperaban en un callejón. El rubio la ayudó a subir al suyo, de color bayo, y luego se aupó sobre el negro de al lado.

- Soy Luke, por cierto.- La chica le dedicó una nueva sonrisa.

Cuando llegaron al campamento, Luke ya le había explicado un poco todo lo relacionado con los dioses y el Campamento Mestizo.

- Aún no te han reconocido, así que estarás con la cabaña de Hermes, la mía. De momento ve a la enfermería para que te den un poco de Ambrosía, te sentará bien- Le aconsejó señalándole la caseta en la que más se notaba el ajetreo.

- Gracias, Luke, nos vemos luego.- Se despidió, y entró a la enfermería.

Todo le parecía tan asombroso, aun no se creía que estuviera allí. Y ese sentimiento era tanto bueno como malo. Bueno porque había descubierto un nuevo mundo, su nuevo mundo, y malo porque hacía más real que no volvería a ver a su madre. Observó a los sujetos que había tumbados en las camillas, ninguno parecía realmente herido, algunas heridas sangrantes y cortes profundos, pero nada realmente horrible. Sin embargo detuvo su caminar al ver algo que no se esperaba.

- ¿Percy?- Nadie le respondió, pues nadie estaba lo suficientemente cerca como para oírla. El chico, del que no podía apartar la mirada, estaba tumbado en una de las camas con los ojos cerrados, pero Olympia podría afirmar que aquellos párpados ocultaban unos preciosos ojos verdes. El chico no había cambiado nada desde la última vez que le vio, saliendo por las puertas de la clase que ambos habían compartido hasta entonces, porque le habían cambiado de colegio.

- Lleva dormido un día entero- La chica se sobresaltó al escuchar la voz, y se dio cuenta de que, de alguna forma, se había acercado al chico y ahora se encontraba sentada a su lado, en una silla que no había visto hasta ese momento.

- ¿Qué le ha pasado?- Le preguntó al chico que la había asustado, y cuando le miró sus ojos se desviaron a los cuartos traseros de cabra y las patas peludas. Un sátiro, como no.

- Debes ser nueva, los rumores corren como la pólvora, y si hubieras estado aquí lo sabrías- Aunque la frase era un poco borde, el chico le dedicó una sonrisa amable.- Se enfrentó a un minotauro- Explicó señalando el gran cuerno que se encontraba sobre la mesilla al lado de la cama.- ¿Porqué tanto interés?

- Fue amigo mío hace 3 años- Explicó devolviendo la mirada al pelinegro. Y se dio cuenta de que estaba abriendo los ojos.

- ¿Oly?- Fue lo primero que pronunció frunciendo el ceño, tenía los ojos hinchados de dormir, por lo que no sabía decir si lo que estaba viendo era real o producto de su imaginación.

- Hola, Pers- Le sonrió.

- Oly- Escuchó que alguien gritaba su nombre, por lo que se giró para ver como su pelinegro novio corría hasta ella- Dioses, pensaba que no te encontraría.

- Tampoco era tan difícil, sabes que me encanta venir al muelle a leer - Le contestó mostrando el libro que tenía en sus piernas, era una novela actual, pero traducida al griego antiguo, que era lo único que los semidioses griegos podían leer perfectamente.

- Lo sé, pero los hijos de Hermes sois muy impredecibles, ahora mismo me acabo de cruzar con los gemelos Stoll y creo que la están liando otra vez, aunque no se quién será su próxima víctima.- Percy se sentó al lado de la morena, dejando que sus pies rozaran el agua.- ¿Sabes? Presiento que la batalla en Nueva York no era lo último a lo que tendremos que enfrentarnos.

- Yo tampoco, noto a Rachel más rara de lo normal, tengo la sensación de que pronto pronunciará una nueva Profecía.

- Al menos sé que contigo aquí no tendré problemas para recuperar objetos sagrados, después de todo tu padre es el dios de los Ladrones.- Olympia le dio un empujó en el hombro, provocando que el chico cayera por el lateral del muelle al agua.

- Eres idiota- Le insultó con una sonrisa al verle sacar la cabeza del agua con el pelo completamente seco. La sonrisa del chico se ensanchó al tirar de uno de los pies de ella, por lo que Olympia también cayó al agua, solo le dio tiempo a lanzar el libro sobre la toalla que había dejado a su lado para evitar que se mojara.

Tras una pequeña batalla de empujones, y quejas por parte de ella aludiendo: "nos encontramos en tu campo, tienes ventaja", se dedicaron a nadar un rato para ver los animales marinos. Olympia estaba realmente obsesionada con las tortugas marinas, el animal de su padre (y la forma de su collar-espada).

Sin saber que en ese momento Rachel Elisabeth Dare estaba pronunciando la nueva profecía.

" Ocho mestizos responderán a la llamada.
Bajo la tormenta o el fuego, el mundo debe caer.
Un juramento que mantener con un último aliento,
y los enemigos en armas ante las Puertas de la Muerte"

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OMG, me ha encantado escribir este OS. Los libros de Percy Jackson son mis favoritos (Aunque más la segunda saga, Héroes del Olimpo), y estoy completamente enamorada de Percy, y de Leo,y de Jason, y de Nico.... Me encantan en serio :3 😂

No se si alguien se ha percatado,pero he modificado una cosa en la profecía ☺️ahora son 8 mestizos😏

Imaginas MultifandomsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora