Conociéndola

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La hermosa rubia dormía plácidamente en su cómoda y amplia cama. La noche había sido dura, más dura que de costumbre. Abandonada por su pareja de años, apenas había consiliado el sueño.

El celular sonaba y sonaba a todo volumen en su mesita de noche, pero ella sólo escuchaba a lo lejos como el ruido molesto irritaba sus tímpanos, su irritación se fue intensificando a medida que descubrió que ese molesto ruido no pararía.

Extendió la mano hacia la mesita y tomó el aparato.

_Diga

_Detective?

_Dime Kumada.

Alejó el móvil de su oreja, se restregó los ojos y miro la hora que este marcaba.

Tres de la madrugada.

_Porque llamas a esta hora?

_Es que hubo una muerte y el jefe nos quiere ahí ahora.

_Homicidio?

_No al parecer muerte natural, pero es una persona importante en nuestra ciudad y quiere que se maneje todo con la mayor discreción, por si hay algo sospechoso.

_Porque lo habría?

_Viuda joven y algún que otro enemigo.

_Dime la dirección, voy lo más rápido posible.

Refunfuño molesta y se quitó de encima las sábanas para así levantarse.

Anotó la dirección y tomó su ropa.

Se dio una rápida ducha. Hacía un calor endemoniado y le tocaba ir lo más formal posible, el jefe estaría ahí.

Ella no era así, no era de formalidades, pero el jefe era el jefe, una persona sería y exigente.
Falda, blusa, chaqueta y zapatos combinados. Lo mejor que puedo encontrar en su guardarropas.

Se veía ridícula frente al espejo, sólo acomodó con sus manos su cabello, para salir con sus pertenencias y las llaves de su coche.

Mientras conducía, pudo ver que en las calles que la llevaban a esa dirección habían edificaciones cada vez más lujosas y elegantes.

Persona importante le había dicho el agente kumada.

_De quien se tratará?

Se preguntaba la detective, muy buena en lo que hacía, la mejor investigando.

Aún estaba en la flor de la edad, ser tan inteligente le había valido terminar antes su carrera y ser reconocida como una de las mejores en poco tiempo.

Tenía su propio apartamento, amueblado a su gusto, su coche a elección suya y hasta hacía unas horas, alguien a su lado en la cama. Ahora ya no, se había marchado para siempre de un momento a otro, ni siquiera habían discutido, sólo la abandono por alguien más, otra que no vivía tan absorta en su trabajo, una a quien podía llenar de cariño cuando deseara y que le correspondería de igual forma. No como ella, que vivía por y para su trabajo y para impresionar a ese jefe suyo. Esas fueron las palabras casi exactas que utilizó su actual desvelo.

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⏰ Última actualización: May 07, 2018 ⏰

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