01

93 5 0
                                    

-Adiós cariño, te quiero ¿eh? Promete que llamarás todos lo días

-Ahg, Amy ya estoy grande, déjame en paz. Quiero libertad- digo esto, en broma

-¿Libertad? ¿¡Libertad!? ¡Alex, te iras a vivir sola! ¿¡Que mas quieres!?- se escucha molesta, pero descarto eso al instante- Te Extrañaré, Alex. Eres mi pequeña- Oh, tenia tiempo que no me decía pequeña, antes lo decía muy seguido

-Lo se, pero quiero ir a Londres, tía Amy. Gracias por todo, te quiero mucho ¿eh? No lo olvides- Al demonio, yo también la voy a extrañar como no tiene idea. Al fin de cuentas, ella es como mi mamá, es lo único y lo mas valioso que tengo en esta vida.

Cuando cierro la puerta del taxi veo como Amy lo paga y luego agita su mano en forma de saludo, y yo le devuelvo el gesto mas una sonrisa.

[....]

Ya en el avión, la azafata explica como hacer en caso de emergencia, no le pongo mucha atención, solo trato de no pensar en Amy y en los pocos amigos que tenia, que por cierto solo son tres chicos y una chica, le tengo un poquito -mucho- miedo a las alturas, y estoy muy nerviosa, la sensación de terremoto cuando el avión despega me pone de los nervios. Me toca el asiento de la ventana, a mi lado esta una chica morena y resulta que es muy divertida, se llama Dana. Ella me cuenta anécdotas graciosas que le han pasado, y yo solo escucho porque la verdad no tengo nada gracioso que decir, mi vida no ha sido mas que puras desgracias. No conozco a mis padres, Amy me lo dijo cuando tenía quince años. Ella me encontró en la puerta de su casa, en ese tiempo tenia treinta y seis años, recuerdo que hacíamos cosas de chicas. Cuando regresaba de la escuela siempre me quedaba sola casi toda la tarde, pues su trabajo no le permitía volver mas temprano.

Ok, ya quiero bajar de este avión, Dana se ha dormido, pero yo no consigo hacerlo y para distraerme saco de mi bolso unos audífonos los conecto al teléfono y dejo que la música suene y enseguida escucho las voces de 5 Seconds of Summer y como a la mitad de la canción consigo relajarme, y un rato después siento los párpados pesados, y sin mas caigo en un profundo sueño.

[....]

Desperté por un suave movimiento en mi hombro izquierdo, yo iba del lado de la ventana, pero estaba cerrada así que me permitía dormir con facilidad.

-Eh, señorita..- ah, ya basta.

-¿Ahmn?- ahg, Dios que tengo sueño

-Oiga, señorita despierte..

-Ya, ya desperté- dije adormilada.

-Señorita, ya llegamos a Londres, ¿le ayudo a bajar sus bolsos?

-Si, claro.

A decir verdad, no quería levantarme, me da mucha flojera pero tenia que hacerlo, y así lo hice, me levante, camine por el pasillo y salí de la maquina voladora hacia el aeropuerto, para esperar las maletas.

[....]

Ya tengo las maletas en mis manos, estoy abriéndome paso entre las personas que hay en la entrada del aeropuerto, hasta que siento una mano en mi hombro, instintivamente me volteo y veo a un hombre de -creo- 20 o 22 años, cabe destacar que esta muy bueno...

Ya basta, Alex.

I'm sorry, no puedo evitarlo...

-Disculpa ¿tu eres Alexandra O'donnell?- Oh, santa mier...

¡Al, responde!

-Eh si, soy yo

-Bien, un gusto conocerte Alexandra, yo soy James y te llevare al campus -De cerca, el se ve jodidamente perfecto. Ojos súper azules, rubio, tez blanca. No es muy alto, como de metro setenta y cinco pero si me pasa en altura y no se por qué, pero siempre me gusto que los chicos con los que salia en California sean altos, es como... un requisito para mi, pero quién sabe, siempre hay excepciones.- Vamos.

[....]

Llegamos a un edificio de -creo- 5 pisos, que en ves de parecerse a una universidad, se ve como un gran castillo.

--Hemos llegado ¿te gusta?- Pregunta

-Se ve bien- Digo sin hacer una mueca, la verdad es que estoy mas asustada que el carajo, pero no quiero que nadie lo note.

-¿Se ve bien?- Dice el, con cara de incrédulo.

-Pues si ¿Esperabas que dijera algo mas?- Digo yo y levanto una ceja.

-No lo se, cuando las personas llegan por primera vez aquí, suelen pensar muchas cosas, pero tu... solo miras- Yo solo me limito a subir y bajar los hombros, él suspiró acompañando su gesto con una sonrisa- Esta bien, entremos entonces.

Subimos las enormes escaleras, que dan a una puerta abierta de par en par rustica muy alta de madera oscura, tiene pequeños detalles a lo largo de esta, tal parece que en verdad estoy entrando a un castillo del siglo XVI.

El interior del edificio es, hermoso. Los detalles dorados que tiene el techo junto con los grandes candelabros de cristal, lo hacen ver como un castillo de la realeza, en todo el medio de la estancia están las escaleras de mármol que dan al segundo piso, el posa manos de la ancha escalera tiene los mismos detalles dorados del techo, solo que mas pequeños.

De pequeña, usaba el vestido de princesa color azul que ella me regaló, le decía a Amy que quería vivir en un castillo azul con todas las cosas azules, y no podía faltar el príncipe encantador, como toda niña de seis años, supongo. Pero cuando vas creciendo te das cuenta de que, no todo es color rosa -azul en este caso-. La vida es dura, solamente tienes que aprender a crecer.

James estaba hablándome pero, yo no lo escuchaba, estaba ida en mis recuerdos con Amy y Leah. Ella es una chica dulce y delicada, se podría decir que tengo mucho mas carácter. Una mano se sacude frente a mi, parpadeo varias veces saliendo de mi pequeño trance, James me mira extraño, haciendo que mis cejas se frunzan en un ceño.

-¿Qué?- Espeto.

-¿Escuchaste lo que dije?- dijo con una mirada divertida

-Nop- Remarco la "p" al final.

El chico voltea los ojos, debo admitir que se ve chistoso haciendo eso, por lo que se me sale una risita.

James me da una mirada de confusión pero no dice nada al respecto -Como sea, te llevare a tu habitación.

Heey! James en multimedia! Voten y comenten!!

-Fabi xx.

.D A R K. [Dominic Harrison]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora