EL AMOR DE KENMA
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Sucedió mientras viajaba en el tren de camino a casa, regresaba tarde debido a las practicas. Cuando llegue a mi tercer año de secundaria, fui elegido como el capitán del equipo de voleibol, era agotador serlo. Lo digo en pasado por que ahora mi idea a cambiado, gracias a eso pude encontrarla.
Era una de aquellas chicas que son muy animadas y lindas a la vez. Tenia la piel casi bronceada, ojos color marrón cabello anaranjado y una linda sonrisa. Cuando la conocí me dejo una sensación dulce en mi, aquel día mi corazón no dejaba de latir, era como cuando jugaba uno de mis juegos favoritos, mi vista no se alejaba de ella, esto suena cliché pero era así.
Desde ese día el motivo de ir tarde a casa había cambiado, antes solo quería llegar, descansar y dormir, pero después fue ella. Cómo puedo decir esto, ...al principio fue curiosidad lo que me llamo la atención, cada vez que la veía en el tren.
Pero solamente puedo verla en el tren.
-Estoy en casa- respondí casual mientras me quitaba los zapatos.
-Bienvenido. Hoy te llego una carta, la deje en tu habitación.-
-Gracias Madre, cenare mas tarde, tomare una ducha primero. - tome mi bolso y salí del lugar con dirección a mi alcoba.
Hace un mes envié mi solicitud para ir a estudiar al extranjero, creo que puede tratarse de ello, no quiero ser optimista pero espero que sea un si. De tal manera que me decidí abrir el sobre y leerlo, fue cuando a mitad de la carta, una sensación de felicidad se acumulo en mi pecho.
-Lo.. Logre, -Me dije en voz bajita -Lo logre,... Madre lo logre - Alce un poco mi voz y baje rápidamente las escaleras. -Fui aprobado en la universidad, iré a estudiar en el extranjero - respondí emocionado, mientras sentía la cálida sensación de los brazos de mi madre me abrazaba, y me decía - Felicidades hijo, me alegro por ti - respondió con una sonrisa
Esa noche Celebramos mi nuevo logro, fue bueno saberlo.
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-Bien, ya me voy - me despedí, salí rápido de casa.
Estaba sumergido en mis pensamiento, sin darme cuenta ya están en el tren, así que tome asiento, saque mi consola y me dispuse a jugar, en el transcurso del viaje la gente se fue llenando, un hombre mayor subió al tren, le cedí lo asiento, mientras que yo guardaba mi consola pero esta cayó al piso, una persona que estaba llegando tarde a su trabajo me empujo y esta cayó al suelo, con la esperanza de recogerlo me detuve al acto.
-Ten, se te acaba de caer. - Respondió con una gran sonrisa, tenia el cabello anaranjado, sus ojos eran color marrón, su piel era un poco bronceada y tenia una linda voz.
-... - Era ella, la chica a la que siempre estoy mirando, se encontraba delante mío, además se veía tan bien, hoy llevaba el cabello recogido. ¿Qué debería decir? -Gracias - genial, no lo arruine.
-Claro, ten mas cuidado - Sonrió, mientras salía del tren.
Solo la vi alejarse mientras me perdía en mi mente.
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-Hoy esta muy buen humor Kenma-san. -Dijo un chico de cabello albino, alto, de ojos verdes y tez blanca
-Eh, es tu imaginación Lev. Deberías darte prisa e ir a casa- respondí calmado, era verdad que estaba bien, bueno... estaba feliz, solo un poco. - Ya me voy, hasta mañana. No se olviden de cerrar. -
