4: Citalopram

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Comenzó a abrir lentamente sus ojos, sus labios se sentían húmedos, alguien le besaba

Estaba en el hospital, sí, pero con alguien sobre él tomando sus manos, de nuevo y esta vez con algo sobre sus ojos. Sin embargo, no se sentía bajo riesgo alguno, aún sin saber quién era, de cierta manera confiaba en las manos que le apresaban.

La intensificación del beso le hizo abrir más los ojos.

- ¿Quién eres? – Trató de decir Ichimatsu a pesar de que le seguían besado - mnn- necesito saberlo.

La otra persona se separó de él un poco - Non non, My Ichimatsu, aún no sabes quién soy ... eh ... - Continúo besándole, liberó sus manos para bajar las suyas a las caderas de Ichimatsu - Tranquilo – Susurró en el cuello de Ichi haciendo que este se estremeciera un poco - Diría que nos conocemos bien tú y yo, My love.

- ¡Nmg! ... - Ichimatsu soltó un pequeño sonido al sentir la lengua del contrario en su cuello, y su mano bajando más hacia su entrepierna, instintivamente Ichi puso una de sus manos sobre su boca, tapando cualquier sonido extraño que de ella escapara. Aún que fuera inútil, porque, carajo, eso se sentía bien, estaba perdiendo el control de nuevo, y aún no sabía quién le provocaba ello. - Dime... Ahh... ¡Tu nombre! - Dijo entre jadeos

La mano del sujeto comenzó a hacer un vaivén más profundo sobre su miembro, provocando que su corazón comenzará a acelerarse fuertemente y sus músculos a tensarse, de su boca salían gemidos bastante audibles. Se sentía muy bien. Comenzó a abrir sus piernas ante tal estímulo, de nuevo había olvidado que buscaba la identidad de su acompañante, realmente lo hacía perderse y desear más.

De repente se alzó entre jadeos y sudor, se encontraba en su cuarto, sólo.

"Carajo, más sueños húmedos" pensó y suspiró. Quería saber a qué se debían sus sueños, con su pesada depresión no debería tener tales deseos... Pero a cada sueño algo se despertaba en él, como sí reviviera un poco cada que tenía un encuentro con él chico misterioso.

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-Ichimaaa-chan! – Jyushimatsu le sorprendió, como de costumbre. No había dejado de pensar en lo extraño que habían sido sus días.

- Ah, disculpa, ¿Qué pasó?

- Sigh... sabía que no lo habías escuchado, hoy llega el asistente del médico, al menos eso le escuché decir a tu amigo. – Respondió otro chico que se encontraba cerca de ellos justo antes de que Jyushimatsu pudiera decir algo. Era un poco menor a ellos y la mayoría no sabía porque se encontraba ahí, según rumores tenía un síndrome de personalidad múltiple, pero era alguien retraído. – Se apellida Jimen, creo que es un aprendiz del doctor – Continuó mientras se acercaba más para sentarse junto a Jyushi.

- Eso, eso – Dijo Jyushimatsu – ¡Él vine con Nagisa!

- ¿Nagisa? – Preguntó Ichimatsu

- Es la enfermera que nos hizo las preguntas, realmente no prestas nada de atención a tu entorno, ¿eh? – protestó el chico a lo que Ichimatsu resoplo, sabía que era cierto, pero a su punto de vista ¿A quién le iba a importar alguien que reparte pastillas y comida? - Deberías preocuparte más por lo que sucede cerca de ti.

- Eh, Ichimatsuni-san es algo distraído - Jyushimatsu trató de calmar al nuevo.

- ¿Distraído? Estoy seguro de que si desapareciera la mitad de los internos el apenas lo notaría. Ichimatsu ya un poco irritado decidió ignorarle – Creí que al menos a tus amigos le harías caso.

Serotonina y Dopamina | Osomatsu - san Fanfic - EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora