2:El rechazo

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NOTAS: Si bien no ha leído las etiquetas quiero dejar en claro que este fic se trata de Mpreg. Esto es una advertencia. 

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Han pasado dos semanas desde el último encuentro entre Flug y su jefe, los días posteriores habían sido normales, al menos con 5.0.5 y con Demencia, en cambio, Black Hat había sido un poco distante, aún dudaba de su relación, si es que a eso se le pudiera llamar relación.

Flug hundió su rostro más sobre la almohada, hoy era de esos días raros donde tenía el día libre y aunque le hubiese gustado disfrutarlo se dio cuenta que no se sentía con ánimos de salir de su cama, estaba realmente exhausto. Su cabeza dolía y un extraño sabor amargo se posaba en su lengua.  

Tocaron un par de veces la puerta de su habitación para luego abrirla, 505 entró con una bandeja entre sus patas. Al mirar a su padre su sonrisita aumentó. 

—No debiste molestarte 5.0.5 —dijo el joven con voz forzada, ni siquiera había levantado la mirada.

El oso puso la charola con comida sobre una mesa de noche cercana, y enseguida se marchó. 505 sabía que no debía molestar a Flug ya que trabajaba demasiado por días enteros, verlo descansar era un alivio para él, así que solo se preocupaba por mantenerlo mimado, con comida a la mano, sábanas recién lavadas y perfumadas, tan limpias al nivel de exigencia del científico. 

Flug se levantó con poco entusiasmo y se dirigió a ver su desayuno; había un vaso de leche y otro de jugo de naranja como segunda opción, un poco de fruta, pero lo que le llamó la atención fue el olor a caramelo de los panqueques recién horneados que llenaba la habitación. Arrugó el rostro sintiendo náuseas y enseguida corrió hacia el baño donde vomitó.

El chico se limpió con una expresión de sorpresa, ¿se había enfermado? Sí, seguramente era por el trabajo en exceso y que a veces olvida alimentarse bien, sin mencionar sus pocas o nulas horas de sueño. Esas dos combinaciones tendrían efecto en él tarde o temprano.

Se dirigió a su espejo y al mirarse casi salta aturdido, de verdad que tenía un aspecto lamentable; tenía unas ojeras muy profundas, estaba pálido, más de lo normal y sin mencionar el aspecto de su cabello despeinado. Flug levantó su mano tocándose el rostro, siempre se quedaba demasiado pensativo al ver sus cicatrices, eran vivencias que desearía borrar de su memoria, aún tenía pesadillas por eso. Sacudió su cabeza y decidió alejarse del espejo, no era agradable ver a un rostro tan dañado.

Después de una ducha y de vestir de una manera más casual (excepto por los guantes) Flug se dispuso a salir de su habitación llevándose la bandeja de comida. Entró a la cocina, la cual estaba vacía, en la mesa se encontraba un plato sucio, eso significaba que Demencia ya había ido a desayunar. Flug puso su bandeja en la mesa tomando su plato de panqueques y metiéndolo al microondas pues ya estaban bastante fríos. Sus náuseas habían cesado, aunque aún se sentía exhausto.

 «Tal vez sólo necesito alimentarme», pensó mientras configuraba el tiempo del microondas. Apenas se dio la vuelta las manos de Black Hat se arrastraron por debajo de su bolsa de papel alzándola dejando expuestos sus labios. Black Hat se inclinó y le dio un beso forzado para después ser correspondido.

Fue algo tierno, ambos en medio de la cocina compartiendo un beso, Black Hat inclinado, sosteniendo su cara con ambas manos, no era un agarre forzado sino cariñoso. Al separarse Flug llevó su mano a sus labios y habló emocionado:

HERENCIA ⚠HISTORIA EN EDICIÓN⚠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora