Su cuerpo cayó sobre el mullido edredón mientras el otro se subía encima, comiéndose los labios a besos y con sus manos inquietas acariciaban sus cuerpos. Los jadeos eran inevitables, algunos gemidos escapaban y el calor entre ellos se elevaba con cada roce.
— Jisoo... — suspiró Jeonghan, estirando su cuello cuando el contrario pasó sus besos por ahí— ¡Hmm! — Ahogó un gemido, el menor pasó su mano por su entrepierna y se entretenía mordiendo su piel, llenando el ambiente a lujuria y deseo.
Aquel cuerpo se le hacía conocido, como si ya lo hubiera explorado hacía años atrás. Y tal vez no era una idea tan loca, porque Jeonghan parecía derretirse con cada segundo que pasaba, y no solo él, el mismo Joshua ya no soportaba la ropa que en medio estaba, impidiéndole aprovechar aquel cuerpo que estaba ahí solo para él. Jeonghan únicamente podía disfrutar de los besos que parecían quemarle la piel y cuando no sintió su cercanía, lo miró, sintiendo su corazón bombear con más fuerza al verlo abrirse la camisa y dejar expuesto su cuerpo, ligeramente marcado. Inconscientemente se relamió los labios y cuando estuvo por imitarlo, lo detuvo, sorprenidéndose de las acciones de Joshua pero se hizo a su merced, dejando los brazos a cada lado de su cabeza cuando el menor comenzó a ser él quien lo desvistiera. Cerró los ojos y entreabrió los labios cuando sus frías manos se pasearon por su torso desnudo y terminaron por deshacerse del pantalón, masajeando aquellas zonas que jamás habían sido tocadas por otras personas que no fueran él.
— Me encantas — oyó su murmuró, provocando nuevamente que lo mirase y sonriese. Lo atrajo hacia sí y besó sus labios largamente.
— Seré tuyo por siempre...
— Y yo tuyo, por la eternidad...
La noche era la única testigo de la pasión que desbordaban ambos, gimiendo gustosamente el nombre de su amante en un baile lujurioso donde se volvían uno y agotaban sus energías en continuar placer que los embriagó, donde la luna era la única iluminación que tenían sus pieles perladas y sus facciones resaltaban en la perfección del momento, donde solo se oían los acompasados jadeos, con los corazones desbocados en amor y aún palabras que deseaban salir para expresarlo.
La mañana llegó con un alba dorada, filtrándose entre los grandes ventanales e iluminando con timidez la habitación donde ambos descansaban bajos las sábanas. Estaban cansados, pero el sueño no llegaba, así que solo les quedó abrazarse y susurrarse su amor, repartir caricias, compartiendo calor. Jeonghan soltó un suspiro, recostando su cabeza sobre el pecho del menor, sintiendo aquella esencia resbalar de su interior hacia sus muslos y alzó la vista, hallándose con un adormecido Joshua, provocando que sonriera con levedad. Al fin lo tenía de vuelta, al amor de su vida entre sus brazos, no lo dejaría ir. Besó su mentón antes de cubrirlo bien, acomodándose y finalmente cerrando los ojos, no podía estar más completo. Lentamente se dejó caer en brazos de Morfeo.
. . .
Salió del agua y suspiró, pasándose las manos por el rostro, acomodándose el cabello hacia atrás. Miró a Joshua que descansaba en el césped mientras comía una pequeña manzana, perdido en sus pensamientos pero parecía estar pensando cosas agradables pues de a ratos sonreía con levedad ¿Estaría empezando a recordar? Salió del agua, estremeciéndose completamente cuando la brisa lo golpeó, sintiendo frío y corriendo con el menor para poder tomar el toallón que habían llevado, enrollándose en él. Joshua lo miró y sonrió, abrazándolo de pronto para así frotar sus manos con el toallón, provocando un poco más de calor en el cuerpo contrario.
— ¿Fresco? — Preguntó, mirando al de cabellos negros, quien igualmente le devolvió la mirada, con una gran sonrisa en los labios.
— Demasiado — rió, dejándose secar por su amante.
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Deep Melancholy
FanfictionLa sensación de la melancolía siempre estuvo presente, solo que nunca se dio cuenta de ello.