Amor Entre Dioses [ErrorInk] (One-shot)

La Creación y La Destrucción

Hace billones de años atrás no existía nada... Sólo oscuridad... Hasta que se creó un fuerte estallido dando así el inicio de la vida. Millones de años después nacieron cuatro dioses:

Nigdocton (Naigdocton) el dios de las energías negativas.

Drenemir (Drinemir) la diosa de las energías positivas.

Erinic el dios de la destrucción

Y la más joven pero la más importante.

Indirik la diosa de la vida.

Gracias a ellos mantenía un fuerte balance en todos los universos que se estaban creando.

Durante mileños los dioses no tuvieron problemas. Ellos veían que la vida en los planeta iba mejorando, poco a poco se iban formando estrella dando origen a algunos sistemas solares, eso les alegraba.

Nigdocton y Drenemir se llevaban bien mantenía las buenas y malas vibras de las estrella bajo control, ya que, no querían que una estrella joven se convirtieran en una supernova o un agujero negro. Pero ellos no se llevaban tan bien como el dios de la destrucción y la diosa de la creación, Erinic e Indirik, ellos prácticamente eran inseparables, mantenían un fuerte balance entre la vida y la muerte, entre el nivel de destrucción y el nivel de creación.

Pero Erinic sabía que si Indirik moría, el nivel destructivo se elevaría tanto hasta llegar a un punto donde todo se destruiría y nada se restauraría, por eso Erinic cuidaba de Indirik, no sólo por eso, sino porque le tenía un fuerte cariño a la diosa de la creación... Ella era su luz en la oscuridad, cuando estaba envuelto en ese manto negro un destello apareció y ese destello era ella, cuando nadie estuvo para él ella apareció con una radiante sonrisa. No sabría que haría si Indirik muriera, prácticamente se suicidaría, tanto es su cariño hacia ella que no quería estar con nadie más que no sea esa diosa.

La Tierra fue la mejor opción para vivir y una oportunidad para Indirik, ya que, quería crear una especie para que viviera ahí, pero primero tenían que dejar que haya agua... Miles de años después apareció el agua, Indirik bajó a la tierra y puso en el agua varias moléculas, que transformara el dióxido de carbono en oxígeno.

Ese poder dio frutos, después de miles de años había algunos seres vivos ya en tierra y varias plantas que Indirik había creado para acompañar a los seres que estaban por iniciar una nueva vida en la tierra, aunque tardarán en acostumbrarse al nuevo ambiente. Pero no sólo podían estar en ese lugar, también debía estar formándose otros mundos donde más seres vivos vivirán.

Los dioses por años veían como sus creaciones iban tomando forma de vida, algunas veces bajaban del cielo para pasear por la tierra, Indirik lo hacia a menudo, claro, Erinic siempre le decía que llevara mínimo un escolta, pero ella se negaban con una simpática sonrisa diciendo: 'no te preocupes Erinic, voy a estar bien' y sin más se retiraba dejando a su amigo con preocupación.

Indirik siempre paseaba por el suave césped de las praderas donde había árboles y flores que ella había creado, cada paso que daba traía vida y algunas hojas de las flores la acariciaba.

Pero como dice un dicho:

"La felicidad no dura para siempre"