Para mi buena fortuna acabamos la mudanza más pronto de lo que pensé. Eso debido a que la casa está aquí junto, sin olvidar que prácticamente sólo era un poco de ropa y una que otra cosilla que había traído de mi antigua ciudad.
Pedro y Erick entran a la casa hablando muy animados entre sí, caminan hacia el pasillo que da a las habitaciones cargando con lo que faltaba por traer, y se pierden de mi campo de visión.
Quizá por la carga de trabajo que tuve últimamente, no me había percatado del trato que ahora hay entre ellos. Ahora que lo pienso, se han saludado sin miradas asesinas por parte del señor Palacios, sin golpes ni palabras groseras como era su costumbre, hasta hemos compartido la cena de vez en cuando junto con mi hermana. No sé cuándo ni cómo pasó, ni porqué no había prestado atención, pero en verdad me alegra.
_Espero no verme así de boba_ la voz y la risita de Lili rompen esa hermosa burbuja que había formado a mi alrededor mientras suspiraba por causa de Pedro.
_Quizá no_ respondo rodando los ojos _Pero sí rebosante de baba siempre que miras a mi jefe_
Resopla y ahora soy yo la que ríe. La señora Esperanza sonríe negando divertida mientras se mueve de aquí para allá cerca de la estufa. Desde que empezó a "frecuentar" al señor Marcos, está haciendo su máximo esfuerzo por adaptarse a las "relaciones actuales", como ella dice.
Estamos terminando de acomodar todo sobre la mesa cuando el par se asoma de nuevo. Pedro se acerca y me rodea la cintura desde atrás, deja un sonoro beso en mi cabeza provocando maripositas en mi estómago.
O quizá sólo sea el hambre.
La pareja melosa no deja de darse muestras de cariño. Entre besito y besito, agarradas de mano y ojitos de borrego a medio morir de parte de los dos, están a punto de causarme un coma diabético.
Pero igual me encanta verlos juntos.
_No es necesario que te vayas_ digo por enésima vez y mi hermana niega con la cabeza.
_Ese departamento realmente me encantó. Además, la dueña comentó que pronto tendrá que venderlo y no quiero perder la oportunidad de quedármelo_
Tal vez soy egoísta al no querer que se vaya, pero me había acostumbrado a su compañía en este poco tiempo.
Un apretón sobre mi rodilla hace que mire a mi compañero de junto, me sonríe como diciendo con ese simple gesto que está conmigo y que no hay motivo para estar triste. Total, la veo la mayor parte del día en el trabajo.
_Podemos salir hoy a bailar para celebrar_ habla Erick después de un rato.
Como si estuviésemos sincronizados, Pedro y yo intercambiamos miradas no muy convencidos ante ese plan.
_Mañana es domingo y no tenemos que madrugar_ defiende Lili animada ante la propuesta de mi jefe.
Hago una mueca de desagrado ante la idea de estar dentro de un lugar cerrado, lleno de un montón de cuerpos sudorosos, ruido, alcohol y no sé qué tanto. La sola imagen en mi cabeza me da escalofríos.
_¡Por favor!_ suplica la morena _Podemos invitar a Izabel_ propone, sé que mi amiga estaría encantada, pero...
_Está bien_ acepto, tengo que pensar una buena excusa para no ir al final.
_¡Genial! Y no busques pretextos para faltar en el último momento_ ¿dije que amaba a mi hermana? Nah...
...
_Auch_ se queja Pedro, inconscientemente había estado enterrando mis uñas en su brazo.
_Lo siento_ aflojo el agarre y me acurruco a su costado, lo más que el banco me permite _Esto no es lo mío_ hablo cerca de su oído, me sonríe y besa mi cabeza. Levanta la mano para llamar la atención del barman y pide más bebidas para los dos.
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Amor Desconocido
FanfictionCuenta una leyenda oriental que las personas destinadas a conocerse tienen un hilo rojo atado en sus dedos. No importa lo que tardes en conocer a esa persona, ni importa el tiempo que pases sin verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta de...