《ESQUIZOFRENIA》[JTK x (TN) x AB]

Capítulo 17

Un mes después...
 
 
 
- Hola, (Tn).- Andrew recibió a la chica con una sonrisa, apesar de haber llegado muy cansado de la universidad.

- Hola.- Le devolvió el gesto entrando al consultorio.

- ¿Cómo te sientes? Los nuevos medicamentos tienen menos efectos secundarios.-

- Bien... Supongo. Ya no me mareo al cambiar de posición, no tengo rigidez ni somnolencia. Solo que a veces veo un poco borroso.- Se frotó los ojos y el pelinegro saco un pequeña linterna.

- Ok, voy a revisar.- Se acercó y observó cómo sus pupilas se dilataban ante la luz. - Le diré a tu médico que te dé algo para evitar la vista borrosa, tal vez en unos días se te pasará el efecto.-

- Gracias.- Se sentó en el suelo, esperando a que comenzará la sesión.

- Hoy cambiaremos un poco la rutina, ¿Te parece bien, (Tn)?- Le tendió la mano para ayudarla a levantarse.

- Oh... Esta bien.- Acepto su ayuda y salieron del consultorio.
 
 
(Tn) pensó que la llevaría a la sala de recreativa pues ya había tenido sesiones ahí, pero al ver que tomaron otra dirección se puso nerviosa. Andrew caminaba tranquilo, pasó su gafete por un lector de seguridad y la puerta emitió una luz roja indicando que había sido abierta. Al ver que (Tn) se quedó atrás, le indico que caminará poniendo su mano en la espalda de ella.

Cuando llegaron a la puerta final, (Tn) sentía un sudor frío recorrer su espalda pues nunca había estado en esa zona del psiquiátrico.

Andrew abrió la puerta, la luz encandiló un poco a la chica, pero cuando logró acostumbrarse al brillo no podía creer lo que veía frente a ella. El jardín que siempre observaba detras de la ventana estaba delante de ella, el aire fresco chocó en su rostro.

Andy observaba la reacción de (Tn), le pareció muy tierna la expresión en su rostro, se le afiguraba a una niña frente a un parque de diversiones.

 
- Ahora puedes salir al jardín... Ya tienes permiso.- (Tn) lo miro con los ojos abiertos, él había hecho eso por ella.

- Muchas gracias, Andy.- Lo abrazó, el ojiazul sintió un cosquilleo al escuchar su nombre salir de su boca, también la rodeó con sus brazos y la soltó para que recorriera el lugar.
 
  
La castaña caminó observando todas las plantas y flores que había ahí, el aire fresco agitaba su cabello, el ruido de las aves se escuchaba a lo lejos y cuando alzó la mirada observó el cielo azul, el sol chocando en su pálida piel se sentía extraño.

Se tumbó en el suelo, las zonas descubiertas de sus brazos y piernas estaban en contacto con el fresco césped, el olor a tierra húmeda inundó sus pulmones, su vista estaba fija en las nubes que se movían lentamente en el claro cielo.
 
 
- Aún estás vivo...- Soltó al aire, extendiendo su mano hacia el cielo.

- ¿Qué?- Andrew llegó hasta su lado.

- Lo siento, hablé en voz alta...- Lo observó aún acostada en el suelo. - ¿No te quieres acostar?-.

- ¿Me estás invitando?- Ella asintió un poco sonrojada. El pelinegro se acostó a su lado, guardando su distancia.
 
  
Ambos se quedaron viendo el cielo, sus respiraciones era lo único que se escuchaba.
 
 
- Me refería al sol... Aún está vivo.- Andy la observó con atención. - Mi padre solía contarme una historia sobre el sol y la luna. Sobre como el sol ama tanto a la luna que él muere cada noche para dejarla respirar...-.

- Es una muy linda historia.- (Tn) volteó a verlo y sus ojos se posaron en su linda sonrisa.

- También decía que mamá era su luna...- El recuerdo de sus padres se quedó fijo en su mente, junto al de su padre defendiendo a su madre de aquel asesino.
 
 
Biersack noto como su voz se iba apagando en la última frase, él no quería que se sintiera mal y menos porque hace tan sólo unos minutos su cara reflejaba felicidad. Así que decidió contarle algo sobre su familia qué tal vez la alegría un poco.
 
  
- Todas las parejas amorosas tienden a usar sobrenombres, es parte de una relación o algo que le gusta hacer a la mayoría.- Logro captar su atención y continuó.- Mi padre era un hombre muy reservado, de carácter fuerte y muchos valores, pero un día mi madre me habló sobre cómo se conocieron... Mi padre era el típico "chico malo" de la preparatoria, de esos que visten de negro con tachas y que escuchan rock, mientras que mi madre era una alumna aplicada y reservada, la primera vez que hablaron fue porque mi padre tenía problemas en cálculo y mamá daba asesorías, con el paso de los días comenzaron a salir y fueron novios hasta que terminaron la universidad se casaron.- Le contó.

- El chico rudo y la chica tímida, qué lindos.- Sonrió dulcemente.

- Y adivina los sobrenombres que usaban entre ellos.- Comento divertido.

- No tengo idea... Niño malo y niña buena.- Se encogió de hombros.

- Demonio y ángel.-

- Sabes en que te convierte eso.- Posó su mirada azulada en ella. - En un ángel caído.-

- Entonces tú serías una estrella.- Sonrió.

- No lo creo, alguien tendría que amarme para poder ser una estrella.- Volvió a ver al frente.

- Seguramente alguien te ama.- Habló suavemente.

- Perdón por no poder creer que alguien alguna vez se enamore de mi.-  Sus palabras eran melancólicas pero la expresión relajada de su rostro permaneció. Era más una afirmación.

- Cuando salgas de aquí, podrás conocer a alguien y con el tiempo tener una muy bonita relación.- Trato de animarla.

- Desde hace mucho tiempo me resigne, si antes nadie quería estar conmigo dudo que ahora alguien cuerdo quiera estar con una... Loca como yo.- Torció la boca, a Andy no le gustaba verla con esa actitud.

- No estás loca, me lo has demostrado desde el momento en que fue nuestra primera sesión y prometí que te sacaría de aquí. Y soy un hombre de palabra.- Se sentó.

- Te agradezco mucho que me hayas traído aquí, el aire fresco y la textura del césped me recordaron que aún estoy viva.- Ella se sentó en flor de loto.

- Solo quiero ayudarte, el contacto con el exterior es parte fundamental del tratamiento y...- Comenzó a decir pero la castaña lo interrumpió.

- ¿Realmente crees que pueda volver a ser alguien normal? Digo, volver a ser un simple chica...- Agachó la cabeza.

- Voy a ser sincero contigo (Tn), con todo lo que has pasado no creo que puedas volver a ser una chica cualquier... Tu eres mejor, has sabido llevar las cosas con una madurez impresionante. Tienes más valor que muchas personas "normales". Eres especial.- Las palabras salieron de su corazón.

- Gracias, Andy...- Lo abrazó en busca de su calor. Lo que le acaba de decir era lo más hermoso que alguien le había dicho.