El canto de la sirena cautivo sus oídos y el mar en las olas sincronizaba el manejar del barco. Una brisa evaporo sus pupilas volviéndolas totalmente neutras,a tal perfección de dominar sus ojos y poder darles un brillo rojo.
Cuando la Luna roja salió,sus ojos se tornaron azules y su cabello dorado. Lo observó con atención mientras de sus labios,las sílabas más cortas lo dominaban por completo. El contexto de sus palabras y el silbar de sus curvas,lo dejaban al borde de una admiración infinita,que con experiencia ella tomaba dominio.
La noción y la desesperación hizo que sus ojos se salieran de sus órbitas y que sus manos calleran sobre ella. Aquella saboreo con furor y deseo cada tacto de el,la sangre rodeó sus labios y el color se mezcló con el mar envolviendose uno al otro.
"En las profundidades del mar sólo existen las sirenas,y ellas sólo sobreviven de un cuerpo saboreante"
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