¡Hola de nuevo! Estamos a unos días del estreno de Avengers Infinity War y no puedo con la emoción de ir a verla.
Sin embargo, algo me dice que habrán muchas escenas tristes, y espero que nuestros amados Steve y Tony no mueran en la batalla TuT
Por ello es que me decidí a traerles algo dulce de la superfamily, para tener algo de dulzura antes de la guerra que se avecina (?)
Sin más, disfruten la lectura ❤
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La rutina sabatina de Steve siempre había sido la misma.
Todas las mañanas se levantaba a primera hora listo para ejercitarse, calzándose sus zapatillas deportivas más cómodas para salir a trotar al parque cercano a la Torre de los Vengadores por aproximadamente una hora.
Al regresar, subía a darse una ducha y a despertar a su amado esposo con un beso en los labios y un "Buenos días dormilón" mientras reía con dulzura ante los berrinches de éste, pues odiaba levantarse tan temprano y más en fin de semana.
Ambos desayunaban lo que el rubio había preparado con tanto esmero y cariño, mientras escuchaba con paciencia las quejas y reclamos del ajeno por haberle escondido sus donas, pues, aunque había prometido no ingerirlas Steve sabía que no cumpliría su palabra y se veía en la necesidad de esconderlas. Todo fuera para cuidar de su salud.
Posteriormente, salían de paseo a cualquier lugar al que quisiera ir el rubio, pues sabía que el castaño, aunque lo negara, amaba ver esa mirada soñadora y entusiasmada que surcaba su rostro cuando iban a lugares nuevos y fascinantes para él.
Cuando regresaban a casa se sentaban en el sofá de la sala, frente a la televisión mientras comían algo de comida rápida o chatarra para después ceder ante las insinuaciones de su travieso genio. "Debemos quemar calorías Rogers, y conozco la mejor manera de hacerlo". Un guiño y su voz seductora era todo lo que necesitaba para hacerle el amor.
Por las noches amaba dormir abrazado a Tony mientras le susurraba promesas de amor que se aseguraría de cumplir, jurando jamás defraudarlo, para después dormir con una sonrisa al oír esos "Te amo" siendo susurrados con una pizca de vergüenza.
Sin embargo, desde hacía unas semanas esa rutina había cambiado gracias a la llegada de una nueva luz en su vida: Peter.
Ahora no se levantaba para salir a correr, era levantado por el insistente llanto del menor al cual arrullaba y llevaba en brazos hasta la cama, recostándolo en medio de ambos para ser mimado por sus padres.
Su desayuno estaba acompañado de risas y sonrisas, pues su pequeño Peter siempre los sorprendía de una u otra manera, además amaba ver esa mirada de amor que Tony le dedicaba a su bebé mientras le daba su alimento.
Sus paseos ahora consistían en ir a picnics o lugares donde su pequeño pudiera jugar y maravillarse con la naturaleza. Era cierto que extrañaba ir al cine o a los lugares excéntricos donde era llevado por Tony, pero amaba aún más ver la interacción entre sus dos amores, pues demostraba que había dejado atrás las inseguridades y miedos que alguna vez tuvo debido a Howard.
Al regresar a casa era tanto el cansancio que había ocasiones en las que les era imposible hacer el amor, pero eso no les impedía que tuvieran sus pequeños momentos románticos llenos de mimos y caricias al momento de ducharse.
Y su momento favorito era la hora de dormir, pues ambos arropaban y arrullaban, siendo Steve quien cantaba las canciones de cuna, a su pequeño para después darle su beso de buenas noches.
Ya en su habitación Tony se cobijaba en los brazos del rubio mientras éste lo apegaba más a su cuerpo, esperando caer en brazos de Morfeo.
— Gracias por darme lo que tanto soñé Tony, una familia. — Murmuró el rubio, besando la coronilla del castaño.
Ante esto, el millonario alzó la cabeza y le dedicó una sonrisa llena de amor y agradecimiento, algo que en el pasado rara vez se veía pero que con el tiempo había logrado hacer: exteriorizar sus emociones.
— No tienes que agradecer nada, tonto. En ese caso sería yo quien debería agradecerte, porque fuiste tú el que me enseñó a amar, a disfrutar de cada detalle y el que logró alejar esas sombras del pasado que tanto me atormentaban. — Sus dedos buscaron los ajenos, entrelazando sus dedos mientras terminaba de hablar.
El rubio sintió como su corazón dio un vuelco al escuchar estas palabras, no cabía duda, se había enamorado de un hombre extraordinario.
Su rostro se acercó al castaño besando con suavidad sus labios, lento, sin prisa alguna, solamente disfrutando del momento.
Cuando se separaron se quedaron mirando a los ojos, hasta que la vergüenza invadió al castaño haciendo que escondiera su rostro en el pecho del rubio.
--- Ya déjame dormir Steve.
El rubio empezó a reír por la conducta tan infantil del ajeno, besando por última vez su coronilla.
--- Buenas noches Tony, te amo.
Siendo lo último que se escuchó antes de que ambos quedaran profundamente dormidos.
...
..
.
Después de haberlos hecho sufrir con ese amor no correspondido de Steve, al fin tuvo su final feliz con una familia que ama y que lo aman a él ❤
Espero les haya gustado 💕🙊
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Cambio de rutina - Stony
RomanceLa rutina de Steve siempre fue la misma, hasta que la llegada de alguien le dio un giro de 180°. ¿Quién será el responsable de esto?