ᴘʟᴇᴀsᴜʀᴇ》ᴏɴᴇ sʜᴏᴛs

Ducha (!)

—¡Oh mierda!— Gimo de dolor cuando Jessica se sienta sobre mi espalda.

—Sigue haciendo las lagartijas amor, sé que tú puedes— dice burlona y yo bufo en irritación y pesadez.

—Maldición Jess, sí que pesas.

—¡Oye! Estoy increíblemente delgada— presume acomodándose mejor en mi espalda baja y me dejo caer de tirón al piso causando que suelte un chillido.

—Si no tuvieras un culo tan gordo aguantaría un poco más— murmuro jadeando por aire, siento como mi novia aprieta mis muslos haciéndome quejar del dolor. —¡Maldición Jessica!

—A ti te encanta que tenga el culo gordo Styles, así que no te vengas a quejar de él— cruza sus brazos.

—Bueno, a mí me encantaría venirme en él— escucho a Jessica jadear ante mis palabras y yo me empiezo a reír.

—No es gracioso Harry, sigue haciendo ejercicio— se levanta de mi espalda y ahora puedo verla, está completamente roja.

—Por supuesto amor— guiño un ojo y ella bufa. —Por cierto, sigue en pie la invitación para que tomes una ducha conmigo.

—No Harry, no lograrás eso— saca su lengua y se va moviendo sus caderas, esa caminada al natural que me dejó loco.

—¡Ya lo veremos, estaré completamente dispuesto a ti preciosa!— grito cuando ella sale.

Una vez que acabo de ejercitarme voy hacia la ducha y empiezo a sentir los dolores en mi cuerpo, hace días empecé pero hasta ahora no los sentía.

Retiro completamente la ropa de mi cuerpo sudoroso mientras doy un suspiro agotado, el ejercicio deja mis músculos completamente adoloridos después de haber dejado de ejercitarme algunos meses y ahora siento el rastro de aquello.

Suelto un leve quejido cuando mi camisa es retirada y me detengo abruptamente al sentir mis brazos doler, sonrío un poco por el dolor y después paro al ver que parezco un lunático.

—Maldición, no debí dejar el ejercicio— me quejo.

Me encojo un poco cuando me retiro los bóxers y mis muslos se estiran provocando un dolor intenso, no dejo de quejarme ante el dolor porque ya es insoportable y no puedo dejar de sentirlo.

Cuando estoy completamente desnudo voy hacia la ducha y abro la llave procurando que el agua esté caliente al punto de que pueda resistirla. La toco y me adentro al chorro de agua cuando está al punto exacto.

Inmediatamente los músculos de mi cuerpo se tensan y relajan una vez que se acostumbran a lo caliente, siento como se va aliviando poco a poco el dolor y hace que sienta increíble.

Cuando acabo de ducharme abro la puerta de cristal y salgo de la ducha, entonces veo entrar repentinamente a Jessica, está completamente desnuda y sus mejillas rojas delatan su timidez, algo que no durará mucho.

—Wow, mi pequeña ha decidido venir— espeto burlón y ella rueda los ojos.

—Fue tentativo, no pude dejar de pensar en eso— susurra y yo me acerco a ella posando los brazos en su cintura y apretando su cuerpo caliente al mío empapado.

Sus tetas se aprietan increíblemente bien contra mi pecho y su respiración se está acelerando junto al mío, acaricio su culo con mis manos y ella jadea cuando lo aprieto y masajeo a mi gusto, es grande pero mis manos caben perfectamente.

—Estás preciosa, necesito que relajes un poco mi dolor— pido frotando sus labios contra los míos y ella asiente. —Necesito que el amor de mi vida chupe mi polla tan increíble como solo ella puede hacerlo.