(Love In) Paints 🥀 KookV

Parte única.

Detonaste cuando me hallaste en un mal momento. Dije que te lo explicaría, pero no hizo falta. Tú me habías dicho que no hacía falta. Y juntaste nuestras narices en un acto en el que querías reflejar afecto y comprensión, e incluso después de decirme que hacía bien desahogarse enfrente de un desconocido que buscaba entender la situación del otro, te besé.

Ni siquiera quise pensarlo; te senté en mi regazo y tus piernas cayeron como dos cascadas al lado de las mías, tus labios me buscaban con anhelo y tus brazos me rodeaban en una búsqueda de protección. Quise decirte que eso no hacía falta porque ya me encontraba protegido cuando estaba a tu lado, ¿pero sabes?, las palabras no salieron. Mis lágrimas avecinándose no me lo permitían y continué besándote.

Sollocé en medio de tu aroma y tú me miraste con cariño, diciendo: "Está bien. Llora. No me iré a ninguna parte". Y lo más lindo de esa parte fue que la cumpliste.

Dejaba reflejos de arco iris en tu pecho y el latido de tu corazón me tranquilizaba. Estabas entre emocionado y preocupado, eso me hacía pensar cuánto te necesitaba a mi lado en ese momento. Y en cualquier otro. Había decidido que quería pasar el resto de mi vida a tu lado porque tú me hacías feliz. Después de haber intentado tantas cosas para dejar de lamentarme, tú fuiste la única que funcionó. Eso me aseguró que no debía separarme de ti por ningún motivo, que debía cuidarte y tratarte con todo el amor que podía entregarte, oír tus risas tan cerca de mis latidos que los volvían aún más potentes.

Sentía que ya éramos novios desde antes de conocernos. Qué patético pensamiento, y aún lo sigo pensando. Mi corazón sabía que eras tú, de algún modo que aun después de haber pasado tanto, no pude descifrar el porqué. Tal vez te amo así; sin porqué, sin motivo lógico, sólo te amaba y quería sentirte tan cerca de mi piel como fuera posible.

Me dijeron que la mejor manera de expresar amor era mediante la palabra, también me dijeron que las acciones conscientes lo demostraban mejor, pero lo que en realidad enamoraba y llenaba el alma de alegría era oír los latidos que la otra persona podía ofrecer al estar a tu lado. Porque no lo pensaba, porque él no podía dejar de latir su corazón. La acción inconsciente me llamó su atención, ya que no solo sus latidos, sino que sus pupilas me decían que para él yo era más, tuviese o no una etiqueta.

Quisimos llamarnos amigos para sentirnos cercanos, cuando no pudimos con las ganas fuimos novios, y al estar al borde del delirio, finalmente nos asignamos la etiqueta de esposos, sentimental y legalmente.

Cuando despertaba y notaba que tenía una sonrisa en su rostro solamente por estar a mi lado, lograba sentir cómo mi corazón demostraba el remolino de emociones que estaba sintiendo en ese momento.

Qué adictivas llegaban a ser las personas que nos hacían felices.

Sin pensarlo, ya me encontraba peinando su cabello y viéndolo desde arriba. Sentí que despertó cuando suspiró profundamente y besó mi pecho, acompañado de un ronroneo.

"Amor", su voz ronca me dejó mareado y cerré mis ojos ante la sensación que había dejado en mi cuerpo ". Amor, amor, amor", ya hablaba con un tono normal de voz, luego de haber carraspeado. Sus besos, acompañado con sus palabras, era lo que más me desorientaba y llevaba a las nubes en unos segundos. Sonreí cuando sus caricias llegaron a mi mandíbula y comenzaron a resultar más sonoras ". ¿Cómo te encuentras, dormilón?"

Reí, dándome cuenta muy tarde.

"Me dices dormilón, pero tú eres el que se la pasa durmiendo", bajé un poco la cabeza y mis ojos me indicaron que él era lo que anhelábamos ver todos los días al despertar.

"Es que tus brazos son cómodos, cariño. Siento que me protegen", rozamos narices y luego besó mi frente. Por la suavidad y dulzura con la que besaba, sentía que estaba siendo besado por un ángel.