-Mami... ¿Puedo no ir mañana con mis primitos a jugar a la bicicleta? -preguntó algo temeroso mientras miraba sus piecitos-.
-Por supuesto que no vas a faltar, mira nada más cómo estás, JiMin, lo que más te hace falta es hacer ejercicio -habló en tono enojado al oír la "barbaridad" que había dicho su hijo-.
El pequeño rubio bajó la mirada y asintió, sus ojitos se cristalizaron al instante. Comenzó a correr hacia su habitación, donde se encerró y se envolvió en las cobijas mientras un mar de lágrimas salían de sus pequeños ojitos.
-¿Por qué mami no me quiere? -su vocesita era quebrada-.
-Claro que te quiere, bebito -habló YoonGi, el cual abrió la ventana por completo (ya que estaba semi abierta) y entraba a la habitación del pequeño de cabellos amarillos- ¿Por qué lloras, Minnie?
Preguntó mientras se acercaba al rubiecito y se sentaba al lado de aquél bultito de cobijas. El más pequeño asomó parte de su carita por las cobijas. El mayor aprovechó y echó los cabellos contrarios hacia atrás, después limpió las lágrimas ajenas.
-¿Yo estoy gordo, Yoonie-Hyung? -le miró con tristeza, el más viejo le abrazó y besó su cabeza-.
-Por supuesto que no, JiMinnie, tu eres el niño más bonito de todo el mundo -le repetía (como todos los días). Con su mamá era totalmente diferente, que si comía "mucho", que si no hacía nada, vaya, hasta que durmiera le perjudicaba- Tú eres mi niño bonito, eres mi solecito, ¿Lo sabías, mi amor?
Esos hermosos apodos fueron acumulándose con los años, a YoonGi le encantaba decirle así al más pequeño y a éste le encantaba escucharlo decir esas bellas cosas.
-L-Lo creo porque Hyung lo dice -mentira, el jamás dejaría de creer las tonterías que le decía su madre-.
-Bebé, ¿Quieres ir a jugar al parque conmigo hoy? -el menor limpió las lágrimas que quedaban y asintió- ve bajando las escaleras, yo bajaré por la ventana para que no me vea.
Le dió un besito en la frente y bajó, JiMin fue casi corriendo hacia el sofá, donde no se quedó más de cinco segundos porque oyó la puerta de la casa, su mamá estaba al pie de la puerta y JiMin saltaba a su lado.
-Buen día, señora Park, quería saber si podría dejar ir a JiMinnie a mi casa, mi madre ha preparado cóctel de frutas y a JiMin le gusta mucho, ¿Podría venir?, Ella misma me sugirió que viniera por el -habló en tono demasiado educado, la madre de JiMin sonrió y aceptó-.
-Cielo, no le sueltes la mano a YoonGi al cruzar la calle -advirtió antes de que cruzaran la calle-.
JiMin y YoonGi caminaron a lo mucho dos cuadras, llegaron al parque, el cual era muy grande, ambos se sentaron, JiMin en las piernas del más viejo por petición de éste último.
-¿Y-Yo... Yo no romperé tus piernas? -bajó la mirada, en cualquier momento el rubio tendría miles de lágrimas en su carita-.
-Oh, bebito, claro que no. Tu sabes que me encanta que te sientes en mis piernas -apretó la mejilla del contrario con ternura y después besó ésta- ¿Sabes algo, Bebé?, Te amo mucho.
-También amo a YoonGi-Hyung -sorbió su nariz y abrazó al mayor por el cuello- Gracias por quererme aunque esté gordito y feo...
-Mi bebito es el más hermoso del más inteligente del mundo, mi bebito es perfecto -corrigió- Y cualquiera que diga lo contrario puede guardarse sus feos comentarios.
"Porque lo que importante es el amor, no el físico."