DESTINY (AU - Adrinette) [ONESHOT]

Capítulo Único

Conducía su coche a una velocidad moderada debido a que la calzada estaba resbaladiza a causa de la lluvia que iba cayendo.

Su mente divagaba en lo acontecido hace unos instantes.

No sabía cómo pero fue convencido por su primo Félix en hacer una visita a una especie de gitana que "veía" el futuro.

-Vamos, Adrien, ¿No te gustaría saber quién es el amor de tu vida?- había interrogado. -Necesitas de una chica, así dejas de ser tan amargado- dijo en tono burlón.

Él rodó los ojos. Ese tema lo fastidiaba demasiado.

-Estoy bien así como estoy- cruzándose de brazos había dicho.

Félix rio -Sí, sí, supongamos que yo te creo eso.- apoyó una mano en sus hombros -Sí la necesitas.

Y era cierto, Adrien necesitaba de alguien que lo acompañara en buenos y malos momentos.

Solía sentirse muy solo.

Pero no quería admitirlo.

-Ya te he dicho, Félix. No me hace falta ninguna chica.

-Oh- llevó una mano a su boca fingiendo sorpresa -Ya sé lo que tienes...- Adrien alzó una ceja espectante a lo que su primo diría -¡No necesitas de una chica, sino de un chico! ¡Eres gay!- exclamó lo más fuerte que pudo antes de carcajearse.

-¡¿Qué?! ¡No!- negó con el rostro completamente rojo. Suspiró rendido -Bien, a veces sí me hace falta ¿Contento?- Félix sonrió victorioso -Pero no es como que encuentres a la indicada así de la noche a la mañana.

-¿Estás seguro de eso?

Adrien lo miró desconcertado.

-¿A qué quieres llegar?

-¿Yo? A nada...- dijo con una inocencia más que fingida. -Pero quizás te pueda ayudar a encontrarla...

-¿Tú? Jaja ¿Cómo?

-De la misma manera en la que yo conocí a Bridgette. Prepara tu coche y vamos.- expresó un poco más serio.

-¿A dónde?

-Con una gitana.

-¿Una gitana? Sabes que no soy supersticioso.

-¡Por favor primo! Deberías de creer un poco más en las cosas, sobre todo las que tienen que ver con el destino.

Finalmente se había convencido en ir. ¿Qué podría perder?

***

La mujer miraba la mano de Adrien, estudiandola mientras entrecerraba los ojos.

Él quería apartar su mano, no le parecía una buena idea.

Cuando iba a hacerlo, la mujer apretó rápidamente la mano masculina a la par que abría los ojos.

-Ella está cerca.- dijo.

Él abrió los ojos como platos.

-¿Quién?

-Tu chica.

¿En serio esa era la respuesta?

-Sí, pero ¿Quién es ella?

-La conocerás.

-¿Pero cómo sabré si es ella? Digo ¿Cómo sabré de quién se trata?