Capítulo Único.

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Te conocí en diciembre.

En el mes más frio de todo el año, el día para mi era el más helado de todos, yo llevaba un gran abrigo, guantes rosas, bufanda y un gorro de patito.

Tú llevabas sólo una chaqueta.

Te veías muy guapo, tu cabello rojo no dejaba de volar entre las rachas de norte, y a ti eso no te disgustaba para nada.

Me miraste raro, porque yo tenía la nariz húmeda y los ojos llorosos.

Sí, estaba llorando, en medio de una fuente, dos dias antes de navidad.

Me acababan de dejar, por teléfono.

Te recuerdo porque fuiste el único que me sonrió a pesar de que me veía horrible.

La gente a mi alrededor seguía caminando y tu por un momento dejaste de lado al hermoso chico que te acompañaba y te acercaste tendiendome un pañuelo.

¿Sabes que fuiste el único en desearme feliz navidad?

Mi corazón no dolió tanto después de que me sonreíste y después diste la vuelta abrazando de nuevo al  chico siguiendo tu camino.

El día siguiente fue noche buena y apenas deje de llorar salí corriendo de mi cama a comprar regalos, siempre dejo todo al último.

Ese día,

Te vi otra vez.

Tu cabello rojo me hizo notarte al instante.

Llevabas regalos y a un niño de tu mano.

No puedo negar que esto me entristecio un poco.

No hice más que ocultarme dentro de una tienda, misma donde compre el regalo para mi madre.

Tampoco evite seguirte, el niño es igual de guapo que tu, tiene tu mismo cabello y su sonrisa brillante es igual a la tuya.

Compraste una bufanda y quise saber para quien era.

Soy tan despistado que me acerque más de lo pensado.

Me miraste y yo desvie mis ojos, un minuto después de actuar como si quisiera comprar algo del puesto donde me había parado, me fui.

A mis espaldas escuche la risa del niño y escuche que te decía "tío".

Algo en mi corazón suspiro al saber que era solo tu sobrino.

La noche de navidad recibí una bufanda de regalo, igual a la que compraste.

Juro que trate pero no pude evitar imaginar que tu, eras quién me la daba.

Quién  rompió mi corazón pidió verme en la misma fuente, me dijo que había cometido un error al lastimarme y que quería pasar la noche de año nuevo conmigo.

Sólo por un segundo.

Me olvidé de ti.

Te miento.

Perdón.

Pero la verdad esque en todo ese día no te tuve en mi mente.

Me puse mi mejor ropa y la bufanda que me regalaron.

Espere y espere y él llamó volviéndome por segunda vez a romper el corazón.

Empezaria año nuevo preguntándome porque dejo que juegen con mis sentimientos.

Te conocí en diciembre.

Te vi caminar frente a mi.

Por tercera vez, en el segundo día más helado para mi.

Llevabas un suéter y la bufanda igual a la mía, estabas solo y me volviste a sonreír, mire como buscabas un pañuelo en tu bolsillo pero no encontrabas ninguno.

La verdad no pude evitar soltar una carcajada al verte no encontrar ninguno.

Aún así te me acercaste.

-Es maravilloso verte por tercera ocasión, pero es la segunda vez que te veo llorar.

-¿Te han roto el corazón?

Pregunte y lo que contestas hace que me sonroje.

-Cuando te veo llorar se me rompe.

Yo no puedo decir nada, mis labios están secos, mis ojos llorosos y mi nariz húmeda.

Tu cabello rojo se mueve, y es la primera vez que noto que es un poco largo, esto hace que me gustes aún más.

Tus ojos no dejan de mirar mi extraño color de cabello y después mi rostro, noto que miras mis manos y desvías la mirada.

-Toma mis guantes, los necesitas más que yo.

Los agarro, son de color blanco y huelen a ti.

A algún cítrico y perfume.

-Gracias.

-De nada... ¿Quién te ha roto el corazón?

Preguntas.

-Un tonto.

Respondo.

-Ese tonto, ¿También es ciego?

-No.

-Apuesto todo a que si. ¿Abandonar por segunda vez, en un día festivo a su lindo novio?

-Él es un gran tonto.

Menciono un poco avergonzado.

-Entonces, llora por alguien que valga la pena.

Tu sonríes tan cerca, que veo tus dientes los cuales son de una forma rara, por alguna razón yo los encuentro a ellos muy lindos.

Me sorprende que acomodes mi cabello, ajustes mi bufanda y acaricies mi mejilla.

Me sorprende aún más que te levantes y camines.

Te grito.

-¡Tus guantes!

Y tu respondes.

-Tomalos como un regalo de año nuevo.

Y sigues caminando, tu cabello se mueve aún más y ya nose porque me duele tanto el pecho.

Te conocí en diciembre.

En mis peores días, en los días más helados, en los días donde lloraba sentado en una fuente.

En los días donde tenía roto el corazón.

Te conocí en diciembre y nose cuando vuelva a verte, no quiero que pase mucho tiempo, no quiero que sea hasta el próximo invierno.

No puedo evitar pasar amenudo por esa fuente, donde obtuve un par de guantes gratis, un corazón reparado y un nuevo amor.

Te conocí en un día helado a dos días de ser navidad y te volví a ver en un día soleado de febrero.

Ese día no fue festivo, pero yo me sentí lleno de alegría al reconocer tu cabellera roja.

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                              ¿FIN?



¿NO LES A PASADO QUE SE ENAMORAN DE ALGUIEN SOLO POR SUS PEQUEÑAS ACCIONES?

Sigo siendo Novata aquí, así que de todos modos haré la pregunta.

¿Quieren Continuación

Adoro el RinTori aunque no much@s lo compartan.

Hob.

Te conocí en diciembre. [Rintori] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora