De repente, Bell sintió que le faltaba el aire, y que todo le daba vueltas. ¿Cómo era posible que cuatro palabras la afectaran de esa manera?
-Pero... Es imposible, yo tengo ya 16 años. No adoptan a nadie a esta edad.
-A ellos no les interesan los pequeños, es uno de los profesores de un internado, donde seleccionan a los alumnos por su inteligencia, y les da igual su procedencia. Han visto tu historial académico, y han visto que tienes potencial, pese a la enseñanza poco compleja que proporcionamos aquí. Así que te ha adoptado en nombre del internado.
-¿Cuándo... cuándo me iré?- Ella suponía que aún le quedaban unos meses para hacerse a la idea e incluso alegrarse por el hecho de irse de allí.
-En unos días, no más de tres.
-¿Qué?
-Bueno, el curso allí comienza dentro de poco, así que han querido... agilizar los trámites.
Él ha dicho eso, pero Isbell sólo ha escuchado "Han pagado mucho dinero"
-Está bien... Voy a volver a clase...
-Oh, no hace falta. Ve a tu cuarto a comenzar a recoger cosas, tienes poco tiempo para revisar que no te dejas nada.
Al salir del despacho no hizo lo que le dijo el director, si no que dirigió sus pasos hasta el pequeño parque del orfanato.
Se sentó en uno de los columpios, y comenzó a mecerse lentamente, recordando cosas.
-¿La chica más estudiosa del orfanato saltándose clases? ¿Tan terrible ha sido el castigo que te ha puesto el director?- Daniel se había acercado por detras, sobresaltándola, y después se sentó en el columpio junto a ella.
-No, Daniel, algo mucho mejor para ti- No sabía porqué hablaba con él como si no fuese uno de los chicos que siempre se metían con ella, pero supuso que ya le daba igual.
-¿Para mí?
-Sí, y para Andrew y unos cuantos más del orfanato. Me van a adoptar.
-¿Qué? No lo dices en serio- La expresión de Daniel, siempre despreocupada y burlona, pasó a ser de asombro, y después, a una que, si Isbell no lo conociera bien, interpretaría como tristeza. Pero Daniel no podía sentir tristeza porque ella se marchara. En todo caso, y no era probable, la sentiría por no ser él el adoptado.
-Totalmente en serio- Isbell se levantó del columpio, y se alejó hacia su habitación. Él no hizo ni dijo nada, simplemente se quedó allí, con su mirada verde perdida en el infinito.
*★* *★* *★*
-No puede ser cierto, no sé si estar triste por mí o contenta por ti- Natalie había corrido a la habitación después de las clases para saber porqué no había vuelto.
-Y lo peor no es eso. Lo peor es que me voy en tres días.
-¿Qué? Ese internado debe tener pasta, si agiliza tanto los trámites. Pero me parece super injusto, no tengo tiempo de despedirme, ni de hacerme a la idea. Dentro de tres dias cuando me despierte, ya no estarás ahí para que te meta prisa, cuando en realidad soy yo la que tarda.
-Sí, va a ser super traumático para ti- Intentó decirlo con sarcasmo, pero la voz se le quebró y las lágrimas amenazaron con escapar.
Dejaron las palabras, y simplemente se abrazaron, entre pequeños sollozos mal disimulados
*★* *★* *★*
Al día siguiente, mientras todos estaban en clase, ella, con sus cosas ya guardadas, no supo qué más hacer, así que sus pasos la dirigieron de nuevo al pequeño parque, y se sentó en el mismo columpio.
ESTÁS LEYENDO
Luchadora. [Conjunta]
Fantasy"Mi nombre es Isabella, pero me llaman Isbell, o Bell y sus derivados o traducciones: Campana, Campanilla, Cloche, Glocke, Kanpai, Zile, y un largo Etc. Yo no decidí eso, pero la verdad es que me gusta. Estaba harta de mi nombre aburrido. Vengo de u...