Chanyeol dejo a Yixing sobre la cama, exausto y dormido para salir a buscar agua. A pesar de los suministros ahorrados antes de la semana de celo, el agua especialmente no alcanzo.
Era un viaje rápido, hasta la tienda abierta las veinticuatro horas, a dos cuadras del pequeño piso donde vivían. El frio de la noche lo espanto. Necesitaba a Lay. Apretarlo contra el cuerpo, darle calor.
En pantuflas y vestido con ropa holgada de algodón, Chanyeol casi corrió la distancia, con agilidad. Después de una semana teniendo solamente sexo, era extraño estar afuera del piso, caminando. Las piernas dolían levemente, especialmente en la zona de las articulaciones.
La sed, lo estaba consumiendo y extrañaba el calor del cuerpo de Lay. El roce de la piel, el aroma calinete del sexo y el sudor, impregnando los sentidos. La boca, el tacto, el olfato y el sonido. El pene estuvo rigido en segundos, dentro de los pantalones anchos.
Entro en el local, orientándose rápidamente, entre los estantes de lata. Tomo dos botellas de agua, el tamaño de tres litros y fue a la caja, a pagar.
Las manos en los bolsillos del hoddie, miro ansioso las golosinas.
― Espera, también llevo esto ―añadió a la compra, bolsas de caramelos, gomas saboreadas con forma de osos. Lay amaba ese tipo de golosinas. Chanyeol pago y corriendo otra vez, volvió a la casa, disgustado con la idea de dejar a Lay, de dejar el hogar seguro de los dos. La distancia entre ellos, era insuperable, siempre deseaban estar, uno con el otro. Chanyeol lo marcaba, en cada ocasión, frotando el cuerpo para impregnar su aroma sobre el cuerpo de su compañero, para morderlo en la nuca, donde estaba la marca de sus dientes.
Subió las escaleras, atropelladamente, cargando la bolsa de tela, cubierto en ansiedad y preocupacion.
Esperaba encontrar a Lay durmiendo, todavía. El sonido de los gemidos, los escucho desde la puerta y eso era sencillo, porque la habitación principal estaba a cuatro pasos. Chanyeol dejo la compra, en el suelo del recibidor, relamiéndose los labios, el tiron en la parte delantera de los pantalones, fue evidente de inmediato.
Lay estaba masturbándose. Con los dedos en el ano, frotando el pene sobre el peluche gigante, el olor a sexo, la visión de el liquido lubricante hecho un hilillo desbordando por el abusado orificio, hizo a Chanyeol marearse por la fiebre, el alfa tomando posesión del cuerpo, el pene doliendo, las bolas contraídas.
―Oh, bebe ― Chanyeol gruño excitado, el trasero levantado y el agujero pequeño, la marca de los besos y hechos mordiscos, en los muslos, mostrándose dilatado, húmedo de semen. Su semen. Lay olía a Chanyeol, Lay era su omega reclamado.
― Chanyeol, ven ― Lay lo llamo, girando la cabeza, la boca roja entreabierta, suspirando y el pene duro, goteando pre semen ― Te necesito, ahora ― meneo las caderas en el aire, y eso fue todo lo necesario para sacar a Chanyueol del embobamiento visual. Las manos de inmediato sobre el trasero redondo y respingado de Lay, apretando la carne. Chanyeol solamente duró tres segundos más con los pantalones puestos. Con solo bajar el elástico hasta las rodillas, estaba liberado. Grueso y duro, Chanyeol estaba desesperado por subirse encima de su compañero. Los instintos pulsando, reconociendo era el único para satisfacer a su omega.
― Continúa frotándote bebé, voy a montarte ― aviso, tomándolo de la cintura, el glande hinchado presiono sobre la entrada y de una embestida suave, estuvo dentro. Despacio, tomando el tiempo para volver a disfrutar de los músculos suaves y calientes, apretando y las caderas de Lay montándolo, pulgada a pulgada, hasta el fondo.
Lay tomo el control, de los movimientos, los gemidos del omega haciendo al alfa derretirse en el sexo. Empujaba las caderas, las retorcía, el pene ensuciando en presemen la cama, sin necesidad de tocarse. Chanyeol era perfecto, lo golpeaba profundo en el interior, el retorcijón de placer iba desde su ano hasta la punta del pene y Lay necesitaba más de eso, deseando correrse hasta el desmayo, deseando los besos, las caricias y mordidas de Chanyeol mientras lo hacían.
― ¿Dónde estabas? ― Lay reclamo, erizando la piel de Chanyeol por un breve momento. lo aplasto dulce contra el colchon, las manos frotando los pezones de Lay, duros y sensibles, estremeciéndose bajo la punta de los dedos. El pene de Chanyeol creció un poco más, dentro de Lay, el escalofrió haciéndolo temblar.
―Fui a comprar agua, Lay ― Chanyeol cerró los ojos, la voz en un hilo cuando Lay lo apretó, haciéndolo gemir y venirse dentro, sin perder la erección ni el apretón en las bolas, esperando el orgasmo final ― No quería dejarte a propósito ― haciendo un esfuerzo, apretando la base del pene, Chanyeol salió, acomodando a Lay sobre la espalda, mirándolo a los ojos.
Los ojos oscuros, la pupila dilatada y la piel enrojecida y sensible, los dulces labios entreabiertos. Chanyeol reconoció la necesidad de Lay, por ser cubierto y amado, reconfortado, aliviar el hueco producido por la separación. Ninguno de los dos, podía estar lejos. Chanyeol quito la ropa todavía cubriendo el torso de su cuerpo, dejando la piel desnuda, caliente y suya, la intimidad profunda resbalando entre los dedos de Lay cuando lo acaricio, cuando lo cobijo contra el pecho y Chanyeol volvió a penetrarlo.
―Te amo, te amo Lay ― movió las caderas, rápido y profundo, deslizándose totalmente dentro, los brazos de Chanyeol firmes y ubicados debajo del cuello de Lay, besando y gimiendo. Los besos en la mejilla y la frente, cuando Lay apretó los muslos alrededor de la cintura de Chanyeol. La piel de Lay reflejaba la semana entera de pasión, con las marcas rojizas desde el cuello hasta el interior de los muslos. Chanyeol lamio la oreja, deteniéndose un momento, acomodando la posición, levantando las piernas de Lay para colocarlas sobre los hombros y en esa postura, poder penetrarlo más profundo, tocando insistentemente la próstata.
― Vas a correrte, bebé, ensucia tu bonito rostro y me corro dentro ― lo tentó, la mueca torcida, el sudor empapando el cuerpo, el jadeo extasiado. Lay lo araño, temblando y chillando, estrechando el ano cuando el golpe final devino en orgasmo, aniquilando el sistema nervioso, dejándolo en un sollozo lento, golpeando a Chanyeol en la cara, cuando el semen ensucio el pecho y la mejilla.
― Eres un pervertido ―gimoteo Yixing, mientras hormigueaba todo el cuerpo, ondeando la cadera para Chanyeol, hasta hacerlo llegar. Satisfecho, por tener ese poder, de poder dar a su pareja, placer y deseo incomparable. Chanyeol gruño, ronco, hundiendo los dedos en los muslos de Lay, mordiéndolo en el tobillo cuando finalmente, se corrió dentro.
― Soy todo tuyo ― Chanyeol no salió, solamente acomodo a Lay en una posición mas cómoda, besándolo, cayendo pesado encima. Las manos de Lay acariciaron el cabello oscuro empapado en sudor, el cuello firme, la espalda ancha. Yixing lo toco, amansándolo, provocando el descanso tranquilo en Chanyeol, protegido por su amante.
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┇ᵘᶰ ᶜᵒᶰʲᵘᶰᵗᵒ ᵈᵉ ᵉˢᵗʳᵉˡˡᵃˢ┇
FanfictionChanyeol y Lay, no pueden estar lejos uno del otro. Dedicado a mi hermosa mujer, @bunnnykookie3 ▫ Omegaverse ▫ Alfa + Omega ▫ Mpreg ▫ +18