Rey de Plata.

Capítulo 31 I Motín Parte 2.

Detuvo el vehículo frente a la modesta casa. Obito se bajó de el con rapidez y abrió la puerta del copiloto, echándose en un hombro a Gai.

— Kakashi... —susurró el Comandante, el Uchiha sólo apretó los dientes.

— Tranquilo, estará bien, es el futuro rey.

Era medianoche, cosa que hizo más sencillo su llegada hasta ahí, no quería que el pánico se propagará por la ciudad al ver al guardaespaldas del rey herido, por lo que el hospital Uzumaki no era una opción.
Así que ahí estaba, golpeó con suavidad la puerta y esperó unos segundos, cuando esta se abrió y reveló a la castaña sorprendida.

— Obito.

— Rin, necesito tu ayuda. —dijo sin rodeos, ella lo inspeccionó un segundo antes de abrir la puerta por completo y dejarlo pasar.

Entró mientras la Nohara quitaba con rapidez todo lo que estaba sobre la mesa, una vez limpia, Obito dejó a Gai en ella y la castaña se puso a trabajar.

— ¿Qué fue lo que ocurrió? —preguntó mientras rompía la camisa de Gai e inspeccionaba su herida.

— Un motín. —respondió, dejándose caer sobre la silla— Danzo se reveló contra Kakashi.

— Perdió mucha sangre. —susurró ella antes de sacar unas tijeras del pequeño botiquín.

— Danzo le disparó y Gai se interpuso entre ellos, después nos pidió que abandonáramos el palacio. —la vio trabajar pero su semblante se transformó al recibir la noticia— ¿Rin?

No respondió.

— ¿Éstas bien? —Obito se levantó para verle el rostro, pero ella no despegaba la mirada de la herida de Gai.

— Gai estará bien. —dijo finalmente— Sólo debe mantenerse en reposó y debemos cuidar su herida.

Se separó de la mesa y limpio todo con rapidez, con impotencia y Obito lo notó. Rin se dispuso a dejar la habitación cuando el Uchiha la tomó del brazo.

— Hey, ¿qué ocurre? —le susurró y ella levantó la mirada con lágrimas en ella.

— Esta en peligro y solo, —musitó— Danzo le hará algo terrible sino nos apuramos.

— Espera, ¿quieres ir? —ella asintió — No puedes hacer eso, ¿acaso olvidas que es el futuro rey? Sabrá como salir de esta pero ahora, nuestra prioridad es Gai.

— ¿En verdad quieres dejarlo sólo? —vociferó con molestia— Se que él es capaz de cuidarse a si mismo, pero eso no impide que Danzo tomé rehenes, si captura a alguien de la familia Real hará a Kakashi su prisionero. —Obito palideció— ¿Qué?

— Tiene a la reina.

— ¿Qué? —repitió.

— Capturó a la reina Kushina. —Rin se tocó el rostro con preocupación y le dio la espalda a Obito.

— Danzo tiene a la reina. —susurró volteando a verlo nuevamente— De acuerdo, debemos darnos prisa.

— No podemos dejar a Gai sólo, tú misma lo dijiste, necesita a alguien que lo cuide. —debatió el Uchiha.

— Dime algo, ¿viene alguien más contigo?

Obito se lo pensó un instante, ¿qué planeaba?

— El Teniente Yamato y el príncipe Naruto, me los encontré mientras huía en el vehículo. —respondió— Y la princesa Hanare.

— ¿La princesa? —se mostró confundida— ¿Qué hace ella aquí?

Obito no quería responderle, no cuando la veía dispuesta a salir corriendo para ayudar a su príncipe, no quería verla destruida de nuevo.