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-Vamos a divertirnos mucho.

El demonio atacó la boca del ángel quien no sabía que estaba pasando, trato de resistirse al beso pero la fuerza del otro parecía mayor, obligándolo a permanecer quieto en esa posición.

-Vamos Cas, yo sé que tú también quieres hacerlo -el rubio descendió hasta el cuello ajeno dejando besos y marcas que tardarían días en desaparecer -

-No... No puedo Dean, Sam está esperándome afuera del hotel -el ángel trataba de alejar al menor pero sus intentos eran en vano, de repente soltó un gemido abogado -

-¿Así que viniste con mi hermano? -Dean detuvo sus besos y miro directamente al ojiazul -Porque no me sorprende que esto sea un posible intento para llevarme de vuelta al bunker y 'curarme' como dice Sammy. Pero aquí está un hecho, no quiero curarme Cas, estoy muy bien de esta manera, soy feliz así.

-¿De verdad eres feliz así Dean? -el ángel le sostenía la mirada, azul y verde se fusionaban, levantó una de sus manos y acarició el rostro del Winchester mayor sin ningún rastro de miedo ni odio, solo la mirada de un inocente ángel enamorado - Porque si es así, yo te apoyo, desde que te saque del infierno mi única meta ha sido que estés bien.

-A mí me gusta estar así Cas, quiero alejarme de todos, de Crowley, Sam, los demonios, de todos.

-Tengo una idea, no te muevas de aquí -el ángel desapareció de la cama dejando a un muy confundido Dean-

Pero para su sorpresa se quedó ahí donde estaba, se recostó en la cama esperando al pelinegro. Castiel por su parte, apareció frente a un Sam en muy mal estado, al parecer había acabado con todos los demonios pero llevándose unos cuantos golpes.

-Cas, ¿qué paso con Dean? tardaste mucho y creí que te había pasado algo malo -el menor se acercó a él con una mueca de preocupación en su rostro-

-Estoy bien Sam, parece que Dean se fue antes de que llegáramos, cuando entre al lugar vi salir a Crowley de uno de los cuartos y fui a inspeccionar un poco, tarde porque me escondía de unos demonios que llegaron. Sera mejor que te lleve al bunker, yo regresare a vigilar por si Crowley o Dean vuelven.

-Eso suena bien, necesito descansar un poco después de todo esto, si ves algo no dudes en ir inmediatamente conmigo. Cuídate mucho amigo.

-Estaré bien, mis amigas las abejas me protegerán -fue lo último que dijo antes de llevar al Winchester al bunker y regresara a la habitación del rubio-

Dean estaba recostado en la cama esperando como le había dicho el ángel, oyó un suave aleteo y levanto la mirada.

-No tardaste nada Cas, ¿qué fue lo que le dijiste a mi hermano? -el ojiverde se sentó quedando recargado en la cabecera-

-Le dije que no estabas aquí y que tarde porque me escondí de unos demonios -contesto el ángel mientras le daba una escaneada al cuarto-. Lo que me dijiste hace rato es en serio, ¿quieres irte lejos?

-Sip, así es -el menor lo miro desde su lugar- y quiero que estés a mi lado Cas, ven conmigo

-Pe- pero, salí del psiquiátrico para estar contigo y Sam mientras Meg volvía si no regreso se preocuparan. Además, tú eres un demonio ahora.

-Y tú eres un ángel que esta mentalmente trastornado, por no decirte loco, no hay otra combinación mejor que esa, tú y yo nos complementamos. Seamos felices juntos.

El ángel quito su gabardina de un momento a otro, se acercó a donde se encontraba el demonio y tomo asiento en el regazo de este, con una pierna a cada lado de su cintura. Su rostro cubierto por un leve sonrojo y su cabello despeinado le otorgaba una imagen de lo más erótica a Dean.

𝑨𝒎𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒍𝒐𝒄𝒖𝒓𝒂 • 𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒆𝒍 𝒔𝒆𝒎𝒊 𝒂𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora