i hate/love my alfa's kisses ;; jinsu

Parte Única

❛ A n g r y ❜

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《 Donde Yoongi está enojado con su alfa y no le permite besarlo porque sabe que si eso sucede terminará perdonándolo 》

【 ♡ 】

  Min Yoongi frunció su naricita al sentir un aroma muy familiar para él. El aroma a petricor que su delicada nariz estaba detectando solo podía significar una cosa. Seokjin estaba en casa. Frotó sus ojos, tratando en vano de desperezarse, y dio un leve respingo al oír unos suaves golpes en la puerta.

  — ¿Qué quieres? —preguntó bruscamente.

  La puerta se abrió, dando paso a un atractivo y joven alfa que lo observó en silencio— Yoonnie...

  El lobo del omega gruñó al escuchar el dulce apodo que su alfa le dedicaba, ambos demasiado molestos— Vete.

  — Yoongi, por favor. Hablemos. —el castaño caminó hacia la cama, pero se detuvo al ver la mirada ceñuda del menor.

  — No hay nada que hablar. Fuera.

  Seokjin suspiró, observado a su rubio omega, que lo observaba molesto. Era su culpa, él no había tratado bien la situación y ahora tanto el lobo de Yoongi como el mismo Yoongi estaban enojados con él.

  Se sentó en la cama bajo una mirada de advertencia del menor. "Un error y te vas", eso parecía decirle con los ojos.

  — Bebé, yo... Por favor, entiéndeme. El lazo...

  — No lo digas. —le cortó.

  Que tonto había sido Yoongi al pensar que Seokjin querría marcarlo. ¿Por qué querría a un omega tan poca cosa como él? Se sentía herido, y molesto. Llevaban tres años juntos, y se amaban. ¿Por qué no dar el siguiente paso? Él había entregado todo de si, pero al parecer no era suficiente para el idiota de su pareja...

  Seokjin suspiró, observado el rostro herido de su dongsaeng. Pensando que tal vez actuar era mejor que hablar, inclinó su rostro buscando los labios del menor, pero lo único que recibió a cambio fue un golpe en el estómago.

  — ¡Te odio, Kim Seokjin! ¡A tí y a tus estúpidos besos, alfa idiota!

  El menor se levantó de la cama, para luego dar un portazo y dejar al joven alfa retorciéndose de dolor.

(...)

  Todo había comenzado hacía ya unas noches atrás, cuando a mitad de una de sus acaloradas sesiones de sexo el menor le había rogado entre lloriqueos de placer que lo marcara de una vez al sentir suaves besos que el mayor depositaba en la unión de su cuello con su hombro. Seokjin se había detenido de golpe, y le había dicho que todavía no era el momento.

  Yoongi se había sentido tan herido y rechazado que prácticamente lo echó de la cama que compartían. Recordar la escena todavía hacía que su cuerpo ardiera en rabia, vergüenza, y en el fondo, dolor. ¿Por qué tenía que ser Seokjin tan idiota? ¿Qué significaba "no es el momento"? ¿Cuándo sí era el momento? Yoongi se sentía frustrado, y en el fondo, inseguro. Sabía que no era el omega más bello, ni el más agradable o dulce, que no era ni medianamente parecido a la definición estereotipada del omega perfecto, pero con Seokjin se sentía todo bien. Se sentía guapo, atractivo y seguro. ¿Entonces por qué...?