Tokio

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Era realmente tarde, las luces de toda la ciudad se podían apreciar perfectamente desde aquel puente. Desde allí se podían observar a las personas que andaban con prisa por llegar a sus casas para tomar su merecido descanso después de horas y horas de trabajo.

Dio una calada más al cigarro observando como poco a poco este se desvanecía en sus dedos, consumido completamente. Estaba tranquila, pasando algo de frío pero para ser sinceros no le importaba en absoluto porque en esos momentos solo quería que él llegara, disfrutar de su presencia, de todo él.

Si tuviese que elegir los mejores días de su vida serían todos los 16 de cada Noviembre, ni la Navidad, ni siquiera su cumpleaños... simplemente el día 16 de aquel mes. 

Llevaba años viéndose con aquella persona que la entendía, comprendía, escuchaba y mimaba de una forma un tanto especial, haciéndola sentirse querida.

Estaba a punto de darse media vuelta e irse cuando sintió una leve caricia por su desnuda espalda baja haciendo que un escalofrío la recorriese toda la espina dorsal.

—Me estaba empezando a preocupar—murmuró sin apartar la vista de la ciudad.

—¿Crees que me perdería este momento? ¿la oportunidad de tenerte conmigo?—preguntó de la misma manera, con su voz grave y algo ronca.

La castaña sonrió mientras agarraba una de las manos de su acompañante sintiéndola cálida, como siempre.

—Ya ha pasado otro año, increíble ¿no crees?—lo miró.

—Te he echado mucho de menos, Tokio.

—Y yo a ti también Taehyung.

El chico se quedó escasos segundos observando a su acompañante y el cambio tan radical que había pegado: su cabello estaba más corto, a tal punto de que llegaba mucho más arriba de sus hombros. Su flequillo liso tapaba una parte de la frente pero dejando a la vista sus cejas, sus ojos estaban más oscuros haciéndolos parecer casi negros, sus labios estaban totalmente hidratados viéndose así más apetecibles para el chico de cabello negro.

—Me gusta tu nuevo estilo—dijo mientras acariciaba su mejilla.

—Tú sigues siendo igual de perfecto solo que, ahora tu cabello es de un color diferente, ¿por qué decidiste cambiarlo?—preguntó curiosa.

—Por la misma razón que tú cuando decidiste cortarte el pelo—se encogió de hombros.

—Eso no me sirve como explicación—frunció el ceño haciendo un pequeño puchero que al pelinegro le pareció bastante adorable.

Taehyung abrió sus brazos y en menos de dos segundos ya tenía a su chica acurrucándose en ellos como si fuese un pequeño gatito buscando el cariño y el afecto de su dueño.

Sonrió para él adorando sentir el cuerpo de Tokio contra el suyo. Ambos eras dos piezas de puzzle que encajaban a la perfección y no solo físicamente pero desgraciadamente por problemas de la chica únicamente se podían ver una vez al año y ya se estaban arriesgando mucho pero aunque lo tenían bien claro, la sola idea de no volverse a ver los ponía enfermos a los dos.

—Vamos, tengo una habitación reservada en el hotel de siempre—susurró contra su oreja.—Comemos algo primero y luego hacemos lo que quieras...

—¡No te tenías que haber molestado! ¿Comer algo? No hace falta, no tengo hambre—mintió.

—En primer lugar sabes que el dinero no es un problema para mí y te lo llevo diciendo desde la primera vez y, en segundo lugar no me mientas porque me he dado cuenta de que por lo menos llevas tres días sin probar bocado—posó sus orbes oscuras en las de ella con una mirada seria.

Tokio ;; kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora