Parte Única

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-¿Sabes por qué te llamé?.-

-No, Salvadora.- la jóven se mantuvo inmóvil totalmente, entrelazando los dedos tras su espalda, y en completa tranquilidad.

-Tiene que ver con el Creyente 1797 de la sección en la que tu estás a cargo.- la rubia miró con superioridad a la chica que estaba frente al trono especialmente hecho para ella -Sabes que eres de las subordinadas en la que más confío y por eso te tengo un trabajo un tanto... especial, el cual implica a este Creyente en particular.- esta sonrió macabramente y sus enormes ojos verdes se veían completamente opacos, pero la castaña se mantuvo seria y parecía no inmutarse ante la fríbola mirada de su Salvadora.

-¿Qué debería hacer, Salvadora?- preguntó -Por lo que sé él es nuevo, parece que usted confía mucho en él. Además no parece querer hablar con nadie más que con usted.- agregó molesta recordando las veces que el jóven pasaba de ella y le faltaba el respeto totalmente aún sabiendo que ella era su superior -De no ser por la Salvadora ya lo habría descuartizado con mis propias manos.- pensó fúrica.

-Esa es la cuestión. A1797, de nombre Saeran, tiene un increíble potencial y estoy especialmente interesada en sus hábilidades de hackeo, incluyendo el hecho de que está involucrado en varios asuntos que me competen.- sonrió recordando -Únicamente quiero que tú lo guíes y le enseñes todo lo que el Mint Eye ofrece para llegar al Paraíso. Sé que lo lograras exitosamemte porque sabes cada uno de nuestros ideales, sin olvidar el hecho de que llevas aquí tanto como yo. Y si no hace caso a tus órdenes... Ya sabes que hacer.- agregó la mujer rubia, sonriendo ante la imagen que pasaba por su mente.

-Yo...- iba a negarse, pero recordó que no tenía otra opción si no quería ganarse el odio de Rika, suspiró profundamente, aparte lo último dicho por su Salvadora le pareció tentador, tanto que le hizo curvar los labios inconsientemente -... Acepto.- quitó la capucha de cubría su cabeza y miró directamente a la rubia quien estaba más que satisfecha.

Desde ese día las cosas serían muy diferentes para la jóven miembro del Mint Eye.

(...)

El incesante sonido de unos tacones de aguja hacian eco en aquel pasillo extrañamente bien decorado y limpio. A pesar de que ni un alma rondaba alrededor y parecía que era una brillante mañana como cualquier otra, la jóven causante del rítmico sonido de tacones estaba seria como de costumbre, pero se encontraba inusualmente emocionada y de buen humor, aunque no lo demostraba a la vista.

Esta vestía unos jeans oscuros sin llegar a negro, sin mencionar ajustados, una blusa gris con un no muy revelador pero llamativo escote que ocultaba bajo una chaqueta y los ya mencionados tacones bajos que variaban de tonalidades grices. Ya que tenía un rango mayor se le tenía permitido no usar la capucha característica del Mint Eye, pero a cambio de eso tenía que tatuarse el logo del la organización, lo cual a ella no le molestaba.

Una vez llegó frente a una puerta notoriamente diferente a las demás se acomodó el cabello y la ropa antes abrir la puerta sin más, entrando a una habitación muy espaciosa, con grandes ventanales dando paso a la luz solar y con alrededor de veinte creyentes de los cuales ella estaba a cargo. Una vez estando dentro se produjo un silencio total, haciendo que la jóven se sintiera satisfecha de que todo estuviera en orden.

-Bien, ¿Ellos son los que estarán en el ala oeste?- habló a su mejor subordinado haciendo referencia a su plan, el cual era el causante de su buen humor.

-Así es, Maestra.- respondió este caminando junto a ella frente a los demás creyentes.

-¿Dónde esta...?.-.

-𝑴𝒂𝒔𝒕𝒆𝒓- [Saeran/Unknown x Dominatrix!Reader] [One-shot NSFW/+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora