♥ Love Me Right ♥ → «Yuwoo • Luwoo»

17:

Había pasado una semana desde que acepté ser la pareja de Jae Bum. Todo va de maravilla, es muy atento y cariñoso. Los chicos están muy contentos por mi relación y me dan todo su apoyo. Respecto a Yukhei, ya me da igual. Ahora estoy conforme con mi actual pareja.
—¡Juggie! —su inconfundible voz resonó a mis espaldas, volteé rápidamente.
—¡Cariño! —respondí y nos abrazamos. Ignorando las miradas curiosas de las personas que pasaban por la calle.
—Feliz una semana —dijimos los dos al mismo tiempo y reímos.

Narra Yukhei:

Estaba acostado en el sofá mirando una película, pero me estaba durmiendo por lo aburrida que era. Hasta que mi celular comenzó a sonar, perezosamente atendí.
—¿Hola?
—¡¡¡Hola Xuxi!!! —habló chillonamente mi madre del otro lado de la línea.
—¿Sucede algo?
—¿Acaso no puedo llamar a mi hijo? Bueno, te llamo para algo en especial
—¿Para qué? —pregunté desanimadamente.
—¿Te acuerdas de la señora Park? Me presentó a una de sus hijas, y pensaba que te podías casar con ella... Te convendría mucho, ya que...
—Mamá, no quiero
—¿Cómo qué no? ¿Acaso vas a fallarle a tu madre? ¿Ya no me quieres?
—Mamá... Soy gay.
—¿Qué? —hubo un momento de silencio.
—Lo que escuchaste, soy gay.
—Deja las bromas para otro momento Yukhei
—No es ninguna broma
—Tu no serías capaz de deshonrar a la familia. Tu eres un chico sano... Enserio, basta de bromas. Sería mejor apresurar la boda y...
—¡Mamá! Te lo estoy diciendo seriamente. Estoy enamorado de un chico
—Sabía que enviarte a estudiar a Corea fue un error. Mañana mismo tomas un vuelo a China, ¡¿entendido?!
—No lo haré. Faltan unos meses para que me reciba. Además estoy bien aquí
—Elige, tu familia o ese imbécil de chico
—No lo llames imbécil. Y tu eres la que tiene que elegir. ¿Prefieres los prejuicios? ¿O me aceptarás tal como soy?
—Olvidate de que tienes familia —y colgó. Suspiré aliviado. ¡Tanto me costó hacer eso! Que idiota. Lo hice demasiado tarde. Pero logré hacerlo. Después de todo, si realmente fueran mi familia, me aceptarían.
Aunque ahora Jungwoo sea feliz al lado de ese chico, lo esperaré.
—¡YUKHEI! —alguien gritó felizmente mientras entraba al departamento. Ya supuse quien era, JaeHyun, él nunca toca la puerta.
—Oh, Jaehyun. ¿Qué te trae por aquí?
—¡No sabes lo que pasó! ¡Doyoung y yo somos novios!
—Que bien. Era de esperarse de todos modos —hablé mientras pausaba la película.
—¿Estás bien? Te noto muy deprimido. El Yukhei de siempre ya estaría saltando junto a mí y haciéndome todo tipo de preguntas
—No es nada...
—¿Quieres contarme? Así te ayudo —dijo sentándose a mi lado. Suspiré y comencé a relatarle lo anteriormente sucedido.

•Una semana después:

Narra Jungwoo;

No podía creerlo, ya iban dos semanas de mi noviazgo con Jae Bum. Todo estaba genial, hasta habíamos considerado la posibilidad de mudarnos juntos. Algo apresurado, pero estaba considerando su idea. Ahora estaba yendo a su departamento, ya que habíamos quedado en vernos.
Al estar enfrente de su puerta, decidí no golpear, sino entrar para darle un sorpresa. Abrí cautelosamente la puerta, entré sin hacer ningún ruido. Cerré silenciosamente la puerta a mis espaldas, seguidamente comencé a caminar hasta el living. Dejé caer mi cartera al suelo, esto no podía estar pasando... Me niego aceptarlo. Mis ojos se cristalizaron y las lágrimas no tardaron en salir. Tomé mi cartera y salí lo más rápido posible...

Narra Yukhei:

Estaba durmiendo una siesta cuando el sonido de mi celular me hace sobre saltar. Atendí de mala gana.
—¡Yukhei! —gritó Taeil.
—No grites Taeil hyung, te escucho. ¿Sucedió algo?
—¡¡SI!! —hizo una pausa— verás, Jungwoo y Jae Bum aparentemente terminaron. Más te vale no desperdiciar esta oportunidad Wong. El imbécil de Jb no supo valorarlo. Te advierto que ni se te ocurra lastimarlo de nuevo 
—Tranquilo. No permitiré que nadie más le haga daño. Por cierto, ¿en dónde está ahora?
—No lo sé, le pregunté a los chicos, pero ninguno sabe. Seguramente volverá más tarde, no te preocupes
—Está bien. Hablamos después, ¿si?
—Okey... —y colgué. Me levanté rápidamente y fui por mi abrigo. No dudé en correr hasta cierto lugar.