Bakugou Katsuki
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Había pasado mucho tiempo desde que Bakugou paseaba por los pasillos de la UA, quizás exactamente 3 años ¿o es que era más tiempo? Realmente ahora no parecía tener mucha importancia, hacía mucho tiempo su tiempo se había detenido y si estaba ahí había sido por insistencia de los que un día fueron sus compañeros de clase. Realmente, él solo quería pasar aquel 14 de febrero con ella, aunque sea en esa estúpida habitación de hospital.
Con nostalgia recordó la primera vez que la vio, serena como se encontraba ahora, pero llena de vida y con plena disposición de ayudar a quien sea, en esa ocasión quien necesitaba ayuda fue el rubio rabioso.
Habiendo iniciado recién su carrera como héroe profesional y esforzándose en demasía en realizar bien su trabajo sin terminar muy herido, una noche de otoño llegó a la sala de emergencias del hospital central de Tokio.
- Maldito Iida , estoy bien, ¡sácame de una vez por todas de este estúpido lugar!
- Ya te dije que primero tienen que curarte esos cortes, revisar si tienes alguna costilla rota; baja la voz que este es un hospital y tu comportamiento no es propio de un héroe profesional.
Sin duda, algunas cosas no cambiaban con el tiempo.
- Siento mucho la espera – la cortina celeste que rodeaba la cama donde estaba el rubio se corrió dejando ver a una pequeña mujer con un uniforme de médico adornado con rostros de gatitos y perritos - hemos recibido a más heridos de los que podíamos atender, pero ahora mismo empezaré con usted – corriendo de nuevo la cortina dirigió su mirada al paciente en cuestión y sonrió – Gracias por hacer su trabajo, señor héroe, esto es para usted – y de su mandil blanco apareció una paleta en forma de osito -
Y eso fue como un flechazo al corazón de Katsuki. Sintiéndose extrañamente nervioso por el tacto de aquella joven mujer, dejó que revisase sus heridas sin poner ni siquiera un "pero" incluso tiempo más tarde admitiría que estaba agradecido con Iidya por haber insistido en ir al hospital.
Fue un inicio lento y con mucha cautela, ahora quizás se arrepentía de haber sido tan lento con ella, quizás habría podido tener más recuerdos que serían hoy su consuelo. La reunión de ex alumnos de la clase 1 A de la UA había empezado.
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Bakugou sonreía al recordar que días más tarde cuando regresó al hospital para una revisión tuvo que ir al pabellón de niños, eso explicaba la paleta de osito que le había dado.
Intimidado por la amabilidad y seguridad que _____ emitía cada vez que la veía, vacilaba si acercarse a ella, con el carácter de mierda que tenía, era una buena idea, solo esperaba no explotar estando cerca suyo.Con el tiempo transcurriendo y acercándose aquel fatídico día, podría decirse que la presencia de Katsuki era de lo más común en el área pediátrica y aunque le disgustaba ser el centro de atención de todas las enfermeras de turno, eso nunca fue impedimento para poder pasar a ver siquiera unos minutos a ______.
Sin poder aguantar pasar más tiempo en ese salón de clases y sin prestarle atención a los comentarios de Ochaka o de Kirishima, Bakugou simplemente salió rumbo a aquel hospital donde alguna vez sintió que podía tenerlo todo...
Porque uno siempre regresa a los lugares en donde amó la vida.
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Cuando por fin estuvo seguro de que las sensaciones, emociones y sentimientos que despertaba la pelinegra en él eran genuinos y que podía atreverse a asegurar que era correspondido, todo se destruyó.
Ella se encontró en el momento y lugar equivocado, un múltiple accidente de tránsito a causa de un terremoto que sacudió la ciudad. El caos y desesperación abundaba, los servicios médicos y de emergencias no podían con todo; héroes como Katsuki fueron enviados a ayudar en los rescates y en demás cosas que fueran requeridos por lo que todo lo que no fuese ayudar pasó a segundo plano.
Pasadas las primeras 72 horas luego de la emergencia y tomando un pequeño descanso, Katsuki revisó con calma su teléfono con intenciones de llamar a ______, grande fue su sorpresa al darse cuenta de que tenía una llamada perdida suya minutos después del terremoto, en definitiva, algo no estaba bien. Intentó llamarla, pero automáticamente la llamada era transferida a la contestadora. No fue hasta muy entrada la noche que pudo acercarse al hospital en donde ella trabajaba con la esperanza que ella estuviera ahí, sana y salva.Al verlo salir del ascensor, la enfermera en jefe del área pediátrica no pudo evitar romper a llorar y entonces Katsuki supo que su presentimiento no era errado. Conducido en silencio por la mujer, llegó hasta una habitación que era iluminada por la tenue luz de una lámpara mientras que los únicos sonidos que se escuchaban eran los de las máquinas que alertaban sobre el estado del paciente. Rodeada de múltiples máquinas y casi irreconocible por la gravedad de sus heridas, ______ se encontraba tendida en aquella cama intentando mantenerse con vida.
- Cuando la trajeron lo único que pronunciaba era tu nombre, Katsuki-san pero nosotros no teníamos forma de comunicarnos contigo... - los sollozos de la enfermera demostraban la impotencia que sintió al no poder hacerle saber el estado de la fémina-
Si solo hubiera contestado aquella llamada quizás todo sería diferente.
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- Oye fea, espero que te gusten estas flores, tienes que despertar para que las veas, ¿no estás cansada de dormir tanto tiempo? – Katsuki mencionó mientras ponía en agua los tulipanes rojos que acababa de comprar en la florería del hospital –
- Sé que me dirías que debí quedarme en esa estúpida reunión, pero no se me antojaba verles la cara a todos ellos con la excusa de celebrar este día, yo solo quiero pasarlo contigo, aunque tenga que hablar por los dos.
Sentado en el sillón próximo a la cama de ______, tomó su mano entre las suyas y la apoyó en su mejilla.
- Despiértate ya maldita sea, tengo chocolates que creo que te van a gustar y hay muchas cosas que podríamos hacer hoy, pero tienes que despertar.
Habiendo pasado tanto tiempo, no hubo día en el que Katsuki no fuese a verla y como cada 14 de febrero, le comprase tulipanes rojos y chocolates con la intención de compartirlos con ella.
Pronto se hizo de noche y se quedó dormido cerca de ______ con medio cuerpo recostado cerca de ella, ya no tenía necesidad de pedir algún permiso especial, todas las enfermeras se encargaban de que nadie se enterase de que él estaba ahí o que lo molestasen.○
Con los primeros rayos del sol y por un leve movimiento, el rubio sintió como sus cabellos eran acariciados con suavidad y calma. Si se trataba de un sueño, él no quería despertar, pero la duda lo invadía y quería saber si luego de orar y pedir tanto, por fin sus súplicas fueron escuchadas por Dios.
Con el temor de que su anhelo fuese destrozado, lentamente abrió los ojos y subió la mirada hasta que se encontró con aquellos ojos azul cielo que lo miraban como si fuese lo más hermoso del mundo.
- Son hermosos los tulipanes, Kacchan... Pero no tanto el carmín de tus ojos.
Y como si se tratase de la declaración más hermosa de amor, Katsuki escondió su rostro en el pecho de ______ y sintió que, de nuevo, en una cama de hospital, volvía a amar la vida.
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► є ѕ c є η α я ι σ ѕ ◊ вσкυ ησ нєяσ αcα∂ємια ◄
Historia CortaAtreviéndome a publicar algo, presento pequeños escenarios entre ____ (Tú) y los personajes de BNHA, espero no morir en el intento ♡ Los personajes no me pertenecen y pueden encontrar faltas ortográficas y/o gramaticales. La imagen de portada y lo...