One Shots (Camren y tú)

La empresaria Prt 2

(Camila y tú)

Rayis G!P

Narra Rayis

-_____, tengo ganas de ti.- Dijo para después morderme el óvulo de mi oreja.- Te necesito dentro de mi...¿aceptas?, y antes que digas nada sé que tienes un amigo y parece ser que el si acepta mi propuesta...- Dijo soltando una risa.

-Camila yo....- Siendo sincera estoy excitada, o sea es normal cuando has visto a tu jefa masturbándose pensando en ti.

-No digas escusas, sólo di sí o no.- Estaba jugando conmigo, lo sé por la forma en la que me hablaba, me miraba y me tocaba sobre la tela mi miembro,  haciendo que me excite más.

-Sí.- A la mierda todo y aunque... pensándolo bien todo es ventajas, ¿no?

-Eso es lo que quería oír ____.- Dicho esto me empieza a besar salvajemente, olvidaba que le gusta lo duro.

Durante el beso que nos dimos, ella empezó a quitar su ropa primero quedando en bragas únicamente y luego comenzó a quitarme los pantalones. Se arrodilló frente a mi, quedando su cabeza a la altura de cintura.

-Vas a disfrutar mucho ______.- Dijo para luego bajar mi bóxer y comenzar a másturbarme con su mano mientras pasaba su lengua por la punta de mi erecto miembro, dándome así un placer que no había experimentado y se lo demuestro soltando gemidos.

Ella se mete completamente mi miembro en su boca provocando que suelte un gran gemido y ella al escucharlo acelera su ritmo y no para hasta que me provoca un orgasmo y me corro en su boca.

-No sé que es más caliente, ¿tú o tus gemidos?.- Se levanta y vuelve a la postura que estaba inicialmente, justo en frente mía a la misma altura.

- Creo que lo más caliente eres tú a cuatro patas y gimiendo mi nombre

Cuando termino de decírselo, ella no lo piensa dos veces, me agarra la mano y me conduce hasta un sofá y se pone a cuatro patas en el anteriormente nombrado.

-Ahora fóllame duro ______.- Cuando dijo eso perdí el control, no pensé ni siquiera en usar protección y le metí mi gran miembro de una embestida, y sin avisar haciendo que suelte un gemido, que al embestirla con fuerza soltara numerosos gemidos como el anterior.

Así pasamos dos horas, las dos teniendo relaciones sexuales o como ella prefiere decirlo, sezo duro.

Dos meses más tarde

Han pasado dos meses desde que tuve relaciones con Camila  y aún las sigo teniendo pero son diferentes, ahora son más cariñosas, con más amor y ya no lo hacemos en su despacho sino en su casa o en la mía y mayoría de veces que lo hacemos nos dormimos las dos juntas y a la mañana siguiente vamos juntas a trabajar. Ella ya no es fría conmigo, ahora es cariñosa,me dice bebé,cariño y más cosas, ahora es atenta y le preocupo, sin duda ha cambiado y creo que siente algo por mí. Es decir, no me trata como una amiga sino con algo más, me da abrazos y muchos besos en la boca e incluso varias veces se puso celosa porque según ella me estaban coqueteando.

- Bebé.- Y mis pensamientos se fueron al sentir unos brazos envolverme y unos labios chocar contra los míos.

-Hey Camila.- Dije en un tono un tanto desanimado y cansado ya que últimamente tengo mucho trabajo porque el programa va acabar dentro de una semana y en dos semanas nos dice quién es la afortunada que trabajará aquí.

-¿Qué te pasa, cariño?.- Puso sus manos en mis mejillas y las estaba acariciando lentamente haciendo que me relaje.

-Mucho trabajo por lo del programa, queda una semana y tengo que dar lo mejor de mí para ganar.- Una sonrisa se me escapó y se la contagié a Camila porque ella también sonrió.

-No te preocupes por eso. He visto los otros trabajos y los tuyos son mejores.- Solo ella puede hacerme feliz con pocas palabras.-Por cierto...¿Aceptas tener una cita conmigo hoy?

-Mmmmm no sé si podré Camila.- Pero cambié de opinión cuando la veo hacer un puchero y escucho que dice un "porfi", yo no puedo resistirme a eso..- Vale si puedo.

-Perfecto, pues a las 20:30 en este sitio.- Me da un papel donde pone la dirección de un sitio.- ¿Te parece bien? y hoy sales a las 18:25.

-Me parece muy bien, nos vemos Camila.- Le me voy no si antes dándole un beso para despedirme.

*Unas horas después*

Resulta que la dirección que me había dado Camila era de una playa privada y como no tengo la autorización de su dueño no podía pasar. Lo mejor de todo es que le he intentado hablar con ella de este pequeño problema pero no me coge el teléfono.

-¿Es usted ________ ________?.- Dijo el mismo gorila con traje que antes no me ha dejado pasar.

-Sí soy yo y también soy la misma chica que ha intentado pasar más de una vez pero tú no me has dejado.- Se lo tenía que decir si no explotaba.

-Discúlpeme por las molestias ocasionadas pero la señorita Camila Cabello la está esperando dentro de la playa.- Me guía hasta una zona en concreta, donde hay un mantel blanco gigante con una rosa dibujada en él, una pequeña mesa donde hay una caja y la chica que me está esperando y la que me parece que es la dueña de la playa. Ella está de espalda, mirando al mar y el atardecer, uno que por cierto merece ser fotografiado. Saco mi móvil de decido capturar este momento, un atardecer hermoso y una silueta de una mujer hermosa, simplemente hermoso y único. Me acerco poco a poco a ella y cuando llego la abrazo por la cintura y apoyando mi cabeza en su hombro.

-Es hermoso- Digo aspirando su aroma, lo que le provoca cosquillas y siempre suelta una risa.

-No tanto como tú.- Dicho esto se gira y me coge de las manos, mirándome directamente a mis ojos.- Te quiero decir algo importante ______, verás... Hace unos cuatro años me enamoré de una chica y bueno...tuvimos una relación tóxica y sufrí mucho, hasta tal punto en el que decidí no volverme a enamorar y alejar a todas las personas de mi alrededor, por eso era así pero viniste tú y me cambiaste, me cambiaste porque conseguiste enamorarme y por eso te voy a preguntar.- Se arrodilla ante mi como si me fuese a pedir matrimonio.- ¿Quieres ser mi novia?.- En estos momentos mi mente no existe, el único que existe es mi corazón y él es quién va a dar la respuesta.

-Sí quiero, por supuesto que quiero.- Ella le levantó y nos dimos un beso como ningún otro.

Shhhh tranquilas chamas aún queda la tercera parte. Ahora viene lo chido,

Nos leemos