único

36 7 2
                                    

Apoyado en la ventana del coche, en el asiento del copiloto estaba el rubiesito con el ceño levemente fruncido. Miraba la carretera con odio y a la vez tristeza, sus ojos anhelaban dejar escapar las lágrimas, pero su cerebro y orgullo no se lo permitían.

Del otro lado del coche, estaba el pelinegro, tratando de enfocarse en conducir y no en su acompañante. Porque sí, Jimin se ponía a llorar con cada una de las insignificantes peleas que ellos siempre tenían, ocasionadas por la falta de afecto del uno al otro, o por la simple distancia aun viviendo en la misma casa.

Yoongi detestaba estar así con el menor, intentaba siempre arreglar las cosas y hacerle saber a Jimin cuanto lo amaba. Aún así, eran pocas las veces que podian hablarse tranquilamente por más de diez minutos, ambos eran bastante testarudos, y más aún orgullosos, ambos podían tirar su relación a la basura con tan solo unas pocas palabras, o tal vez con el simple silencio.

El pelinegro, ya harto del incómodo silencio, decidió parar el coche, sí, en medio de la carretera a las altas horas de la madrugada, sin importarle algo más que hablar con Jimin. Suspiró y giró la cabeza hacia el rubio.

━━ Hey, ¿podrías decirme qué te sucede ahora?, pensé que hoy no estabas de mal humor conmigo.. ━━ Yoongi no sabía que decir exactamente, sólo soltó lo primero que se le vino a la mente. Se golpeó mentalmente por la estúpida pregunta que le hizo.

Antes de salir de casa, tuvieron una pequeña pelea, con de costumbre. Jimin no quería irse, pues siempre estaban de una ciudad a otra gracias al trabajo de Yoongi, y éso le fastidiaba.

El pelinegro no veía del todo bien el rostro de Jimin, éste apenas se movía y el pelinegro frunció el ceño pensando en si quizá estaba dormido o no. Se acercó un poco y tocó su hombro.

━━ Déjame, siempre es lo mismo. ━━ Jimin sonaba más cortante de lo normal. Usualmente cuando peleaban, Jimin soltaba un millón de palabras y no de callaba hasta que Yoongi admitiece que el menor es el que tiene la razón por más que no fuera así. Ahora el rubiesito sonaba más decaído y sin ánimos, quizá por la hora que era.

Yoongi mordió su labio intentando callar cualquier comentario. Estaba hartado del comportamiento de Jimin, a veces lo trataba de la manera más insoportable, apenas respondía con monosílabos o simplemente le daba malas miradas. El pelinegro la mayor parte del tiempo intentaba no ponerle atención al mal genio que tenía el menor, prefería no hacer problema.

Min enfocó su mirada al volante y pensó. Él sabía por qué Jimin se comportaba así con él, pero no sabía como resolverlo y hacer que todo estuviera bien otra vez, eso lo carcomia por dentro. ¿En qué momento la indiferencia y las peleas se apoderaron de su relación?.

━━ Jimin, en serio lo siento, sabes que tengo mucho trabajo y por éso tenemos que estar viajando constantemente, sé que..

━━ ¿Cómo puedo amarte si sólo andas huyendo?. ━━ interrumpió Jimin, lográndo la confusión del mayor. ━━ ¿Te has detenido a pensar en mí o al menos en nuestra relación?. Nunca tienes tiempo para nada. ━━ el rubiesito lo miró de reojo por un momento y luego volvió a mirar por la ventana. ━━ ¿Cómo sé que no le darás tu amor a alguien más? ━━ el rubio susurró, como pensando en voz alta, se reincorporó en el asiento y fijó su vista en su novio ━━ ¿Cómo puedo confiar en ti si nunca estás cerca?.

Yoongi lo miró a los ojos, intentando dar su mejor respuesta. Pero no pudo, no pudo porque siempre era lo mismo; trabajo. Siempre le daba la misma respuesta, siempre acaban peleando, nunca lograban resolverlo del todo. Sólo se quedó en silencio y suspiró algo decepcionado de sí mismo.

Jimin estaba cansado, no podía con la lejanía de Yoongi, el quería estar con su novio a solas, aunque sea unos momentos, pero el trabajo siempre estaba de por medio, él sabía que no era culpa únicamente de su novio, pero no podía evitar ponerse de mal humor si el pelinegro con suerte lo besaba una vez al día, el quería más cercanía y amor, pero el contrario nunca se lo permitía y sólo lograba alejarlo más. Con el tiempo, el rubiesito fue tomando una actitud casi insoportable, apenas hablaba con el pelinegro y si es que lo hacía, era simplemente para discutir. Jimin ya no creía en nada, dudaba de todo y se sentía cada día más sólo que el anterior; sin ningún tipo de interés proveniente de su novio.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 02, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

runnin'lowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora