°Cherry Blossom°-Jungkook°

Mi prometida.

JK.

El chico de cabello negro y piel pálida miro el cielo mientras caminaba, estaba gris y las nubes estaban cargadas de agua listas para comenzar una llovizna, miraba a las personas pasar, todas con paraguas, cada quien tenía un color distinto, se detuvo un segundo y miro el que llevaba en mano, sonrió con tristeza, lo sostuvo bien apretándolo ligeramente y siguió su camino.

Finalmente se detuvo y miro detenidamente el paisaje, un montón de Cherry Blossom estaban frente a él, la brisa que soplaba ese día hacia que las ramas se mecieran a un compás lento al mismo tiempo que pequeños pétalos caían como lluvia y cubrían el césped de un color rosa, el lugar estaba vacío, solo para él.

Y para ella.

Sus ojos se detuvieron en un árbol en especial, estaba casi al final de todos los demás, era el más grande, el más hermoso y sobre todo el más especial, pues ahí pasaron muchos hermosos momentos junto con la persona que más quería en el universo. Sus ojos se cristalizaron, apretó los labios y agacho la cabeza tratando de contenerse, suspiro y regreso la mirada al árbol, camino hacia el y lo observo como si se tratase del diamante más hermoso que jamás había visto y sonrió apenas.

-Hola...-

Su voz apenas se escuchaba.

-Estas aquí, ¿no es cierto?-

El nudo en la garganta comenzaba a formarse una vez más.

Se acercó más al árbol y se arrodillo con cuidado.

-Yo...lo lamento...tanto-

Trago el nudo que comenzaba a doler.

Dejo el paraguas en el suelo y duro unos segundos en silencio.

-Mi querida Sun Hee, lamento no haber venido antes, es solo que...-

Suspiro.

-Esto es tan difícil para mí-

La primera lagrima resbalo por la mejilla de Jungkook.

-Te extraño demasiado, como no tienes idea-

Miro hacia arriba, a las hojas rosadas.

-¡duele mucho!-

Se golpeó el pecho y fue ahí cuando se quebró una vez mas.

Las lágrimas salían una tras otra mojando las pálidas mejillas de Jungkook que antes tenían un pequeño color rosado casi invisible.

-Ha sido tan difícil...-

Bajo la cabeza, dolido, roto.

-Ese día...ese maldito día-

Negó.

-¡Fue mi culpa!-

Lloro más fuerte.

-Todo esto es mi culpa...si tan solo yo...-

Una de sus manos tapo su boca tratando de ahogar los sollozos.

Aquel día marco a Jungkook de por vida.

*Flashback*

-Entonces vendrás, ¿verdad?-

Dijo Jungkook con una sonrisa.

-Claro que si cariño-

Dijo la chica al otro lado de la línea.

-¿Por qué tan insistente mi novio, eh?-

Dijo con un tono juguetón, pues su novio no dejaba de insistir en que ella debía de llegar esa noche a Seúl ya que se encontraba de viaje visitando a su abuela quien cumplía 90 años, sin embargo Junkook se había disculpado diciendo que tenía trabajo que hacer en la empresa de su padre.