Padres Adolescentes 2 - Continúan los problemas

CAPÍTULO 30: "Separación"

Narra Mar:

Me había puesto los cuernos. Y para rematar, me había enterado por Tefi y Nacho, una de ellas, siendo la persona que yo más odiaba. ¿Algo me podía salir peor? Mi novio, ¡el padre de mi hijo! Me había puerto los cuernos y ni siquiera él podía contármelo. ¡Realmente me quería morir!

Llego al Hogar hundida en un mar de lágrimas. Directamente, voy a la cocina, dónde están Bruno y Tina. Agarro a mi hijo sin dejar de llorar y Tina me mira:

— Pero Mar, ¿qué te pasa? ¿Por qué estás llorando?

Ni siquiera la respondo y subo con Bruno a nuestro cuarto. Huele a él, huele a Thiago. Ese olor me da repugnancia ahora mismo. ¡Tenemos un hijo! ¿Por qué ha decidido hacernos esto a Brunito y a mí? Nunca le habíamos hecho nada, no le habíamos fallado. Y él nos falla de la nada... Cuando esta mañana nos había dicho que nos amaba, que daría la vida por nosotros, incluso que se había esforzar muchísimo para darnos una buena vida en un futuro.

Bruno al ver mi triste expresión, se puso a hacer pucheros y de un momento a otro echó a llorar. Mi vida... Pobrecito. Él no tenía la culpa de esto, pero también le estaba afectando. El muy egoísta de Thiago, no había pensado en su hija a la hora de besar a otra... Y eso si tan solo había sido un beso... Podía haber ocurrido alguna cosa más.

No quería pensarlo... Porque solo de eso me daban ganas de vomitar, ¡y también de arrancarle la puta cabeza!

Tina irrumpe en mi cuarto y ve la escena: Bruno y yo llorando sin parar:

— ¿Pero qué les pasa? Mar, por favor, necesito que me expliques todo esto.

Me siento en la cama y agarro fuerte a Bruno:

— Thiago pasa...

— ¿Qué ha pasado con Thiago? ¿Qué te hacho para que estén así?

— Me ha puesto los cuernos con otra... Me lo han dicho Tefi y Nacho. Si me lo hubiera dicho Tefi... Hubiera sido más difícil creerlo, pero es que ha sido Nacho el que me lo ha dicho. Me ha dicho que me lo iba a contar él... Pero se le han adelantado. Soy una cornuda Tina... Por culpa de Thiago... — me seco las lágrimas e intento calmar a Bruno meciéndole.

— ¿Cómo?

— Lo que escuchaste.

— Pero Mar, ¿cómo Thiago va a ponerte los cuernos? Si tienen un hijo y todo... ¿Él no te ha confirmado nada?

— ¡No! — exclamo —. Pero me ha dicho Nacho que me lo iba a contar. Me duele muchísimo que me haya hecho esto, esta misma mañana me estaba diciendo que me amaba, que quería darnos una buena vida y toda esa porquería y por detrás me estaba poniendo los cuernos. ¿Vos entendés algo? Yo no.

— Tranquila Mar.

— No estoy tranquila, voy a llamar a mi mamá.

Tina niega con la cabeza rápidamente:

— No te vas a ir de esta casa, si es eso lo que pretendes.

— ¡Vos no sos mi madre para ordenarme nada! — agarro mi celular y marco el número de mi vieja, tal vez unos cuantos meses en España sean lo mejor. Una separación de Thiago me puede hacer muy bien para poder desahogarme.

— Pero mi amor, ¿no podés esperar a que él te lo cuente?

— Tina, ¡Nacho me lo confirmo! Tal vez una separación sea sana.

— ¿Te vas a llevar a Bruno? — pregunta ella mirando al nene, mientras, espero a que mi vieja atienda.

— Obviamente, no voy a dejar que se queda con un loco que es capaz de hacer lo que sea con cualquiera.

— Thiago tiene las cosas bien claras... — Tina traga saliva —. Sabés bien que nunca le haría nada malo a Bruno.

— Pero si a mí. Me ha puesto los cuernos con la "nueva".

— Mar, solo te aviso, habla con él. Antes de tomar cualquier decisión.

Es entonces, cuando mi mamá atiende la llamada. Le hago a Tina una señal para que se vaya, ella me mira algo decepcionada y sale del cuarto:

— ¿Si?

— Mamá... Necesito hablar con vos... No puedo más.

— ¿Qué ha pasado?

— Thiago me ha metido los cuernos...

— ¿Cómo mi amor? ¿Cómo que te ha metido los cuernos?

— Lo que te digo mamá... No sé, pero creo que lo mejor es que me vaya a España, ¿podría trasladarme allí con vos por unos meses? Para tener un tiempo para pensar...

— ¿Estás segura?

— Muy segura.